El Perú puede demostrar su capacidad negociadora durante la XX Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, a realizarse del 1 al 12 de diciembre en Lima, señaló hoy el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal.
Afirmó que el desafío mayor para el Perú, como país anfitrión de esta importante cumbre, es dejar un legado para la acción y lograr avances en la negociación que permita un acuerdo global de compromisos para contrarrestar los efectos del cambio climático a escala global.
“Creo que habernos metido en este debate climático en las grandes ligas ha sido muy bueno porque el Perú puede demostrar su capacidad negociadora, facilitadora y de país responsable ambiental y climáticamente hablando. Perú está en la mira de todos”, apuntó.
Explicó que las conferencias de las partes son el espacio central de negociación, por ello, la COP20 será un escenario en el que se espera lograr resultados muy concretos para que las consecuencias del cambio climático sean enfrentadas –dijo- con medidas puntuales.
“Como este es un proceso de negociación, tiene espacios formales en donde los negociadores de todos los países del mundo se reúnen habitualmente (…) Es un proceso que se lanzó en la COP de Durban (Sudáfrica), el año 2011”, manifestó comunicación con RPP.
En la plataforma de Durban, anotó el ministro, se acordó que los países debían reunirse para lograr suscribir un nuevo acuerdo en el que se pueda establecer una serie de metas concretas en materia de reducción de gases de efecto invernadero, que generan el denominado cambio climático.
Desde la ciudad alemanda de Bonn, donde se reúnen los negociadores sobre el clima de diversos países, Pulgar-Vidal detalló que se están afinando todos los documentos que serán llevados a Lima para seguir siendo discutidos y negociados en la cumbre.
“Es un proceso complejo, pero fascinante, porque cada país, en sus bloques de negociación, plantea sus expectativas, puntos de vista; creo que hay mucho optimismo y estoy seguro que la COP20 de Lima, del 1 al 12 de diciembre, será exitosa”, anticipó el funcionario.
De esta manera, añadió, los peruanos estarán más conscientes del significado que tiene la cumbre venidera y de cómo los Estados están intentando asumir medidas muy concretas para contrarrestar las consecuencias del cambio climático “que hoy día las sufrimos todos”.
Para el ministro, la COP20 de Lima pretende ser una plataforma para la acción climática, es decir, busca que el Perú sea reconocido como el país que impulsó una mayor ambición en las acciones, tanto públicas como privadas, para reducir las emisiones.
El ministro del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal consideró hoy como “una gran noticia” que en una reciente reunión del Fondo Verde del Clima se eligiera a Perú y Noruega como copresidentes de este mecanismo financiero para la mitigación y adaptación al cambio climático.
Detalló que a ese acuerdo se llegó en una última cita celebrada en el estado insular de Barbados, donde se optó por elegir para la copresidencia 2015 a un país desarrollado y a uno en vías de desarrollo, como es el Perú, que además será sede en diciembre próximo de la cumbre COP20.
“Esto deja en evidencia la confianza que está generando el Perú (…) Hay cada vez más buenas noticias en nuestras estrategias vinculadas al cambio climático, que nos van a permitir un mejor desarrollo, en especial, para las futuras generaciones”, comentó el funcionario.
Según explicó en RPP, el Fondo Verde del Clima debe canalizar recursos financieros, sobre todo de los países desarrollados, para ejecutar las acciones que permitan contrarrestar las consecuencias del cambio climático en el ámbito global.
“El compromiso de los países desarrollados es que el Fondo Verde del Clima tenga, al año 2020, 100,000 millones de dólares con estos propósitos (…) El tema de las finanzas climáticas es el elemento central en la negociación, no hay forma de adoptar acciones si no hay recursos”, dijo.
Pulgar-Vidal sostuvo también que la copresidencia del Fondo Verde del Clima, por parte de Perú y Noruega, puede darle un impulso importante a este propósito y facilitar la obtención de los recursos a tiempo para desarrollar las mencionadas acciones.
El Fondo Verde para el Clima (GCF, por sus siglas en inglés), fue adoptado como mecanismo financiero de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio a finales de 2011.
Su objetivo es contribuir de manera ambiciosa a la consecución de los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático de la comunidad internacional.
Con el tiempo se espera que este instrumento se convierta en el principal mecanismo de financiamiento multilateral para apoyar las acciones climáticas en los países en desarrollo.
En diciembre de 2009 se propuso la creación del fondo y recién en diciembre de 2010 se tomó la decisión de establecerlo.