Por Alvaro Ríos
La gran problemática del gas natural es que es costoso de transportarlo y mucho más aún de almacenarlo, comparado al petróleo y sus derivados. Por ende, su monetización fue, es y seguirá siendo más compleja.
El gas natural licuado (GNL) como alternativa para transportar gas en forma líquida a través de océanos y a más largas distancias unió grandes reservas y demandas existentes en diferentes partes del globo.
La tecnología para licuar, transportar y regasificar ha evolucionado y reducido costos. Se ha optado por barcos más grandes y nuevos proyectos de licuefacción flotante (FLNG).
Empero, en los cinco años pasados se está optando también por el desarrollo del mini GNL o small LNG, que prolifera a pasos agigantados en varios lugares del planeta y en especial en Norteamérica (EE.UU., Canadá y Mexico, que tienen un mercado integrado). Expliquemos por qué.
La principal razón es el desacople de precios del petróleo y sus derivados en relación a los precios del gas natural en Norteamérica, por efecto de los shales. En los últimos seis años, la diferencia (spread) en precio en términos energéticos con respecto al diésel y gasolina (combustibles alternativos) son de 12 a 15 US$/MMBTU. Aun con precios de petróleo de 80 a 85 US$/Bbl, la diferencia es cercana a 10 US$/MMBTU.
Este diferencial de precio en Norteamérica está disparando el ingreso acelerado de gas natural al sector transporte (camiones, trenes, barcos, tractores, orugas, aviones, etc., etc.) vía mini GNL.
Existen fuertes inversiones en investigación y desarrollo tecnológico para hacer menos costosa y más eficiente la licuefacción, transporte y regasificación del gas natural (modular y en tierra) y para cambiar los usos del sector transporte hacia el gas natural. Es así que ya se ven flotas de camiones, barcos, maquinaria y hasta motocicletas que están girando hacia el gas natural.
Un proyecto de mini GNL por barco está a punto de iniciar operación en Colombia el 2015 para servir mercados más cercanos en Centroamérica, El Caribe o Sudamérica, donde las distancias y demandas son menores. Este impulso del mini GNL está siendo introducido en otros países que tienen diferencial de precios entre los derivados del petróleo y los de gas natural, como es el caso de Perú y Colombia, o en proyectos de masificación del uso de gas natural con carácter social como son el caso de Ecuador, Perú y Bolivia.
Lo cierto es que el gas natural no solo se perfila como el energético preferido en la combustión para generar energía eléctrica o generar calor, sino que hace una fuerte incursión en el segmento transporte.
*Socio Director de Gas Energy y Drillinginfo