Una serie de cambios en su operación en Chile debería concretar la minera norteamericana Freeport McMoRan, tras desprenderse del 80% de la propiedad que mantenía en las minas Candelaria y Ojos del Salado.
Las faenas, ubicadas en la Región de Atacama, eran sus únicos activos en el país, junto a El Abra, yacimiento donde son socios con la estatal Codelco.
Esta reducción de presencia, ya no justificaría tener una oficina en Santiago con un staff que supera el centenar de trabajadores. Fuentes de la industria señalan que en las próximas semanas podría concretarse una reducción de la planta a cerca de la mitad. En este grupo estaría considerado su principal ejecutivo en el país, el vicepresidente de Desarrollo de Negocios, Francisco Costabal, quien también presidió el Consejo Minero.
Según trabajadores de Candelaria, esta semana arribarían a Chile ejecutivos de la canadiense Lundin Mining para comenzar el traspaso de las operaciones, proceso que podría tomar hasta seis meses, aunque las fuentes apuestan a que sea más rápido.
Ni en la casa matriz, ni en la operación existía mayor información respecto de esta transición.
De todos modos, trabajadores de Candelaria creen que no debería haber mayor variación en la operación, salvo en cargos de confianza. Freeport dijo tras la venta de estas minas que potenciaría El Abra, donde tienen un proyecto que superaría los US$ 5.000 millones.
Potencial de Candelaria
En el marco de la operación de compra-venta, la canadiense levantó un estudio técnico sobre Candelaria y su potencial.
Del documento de casi 160 páginas, se desprenden una serie de potencialidades que el nuevo operador estaría viendo.
Tomando en cuenta que la vida útil del yacimiento se estima hasta 2028, a partir de exploraciones realizadas desde 2010, se detectaron zonas que podrían ser explotadas en forma subterránea.
Estos descubrimientos extenderían la vida útil del proyecto e incluso se prevé que en este nuevo régimen de explotación el rendimiento pueda aumentar.
La consultora a cargo del estudio recomendó seguir, e idealmente acelerar, una campaña de exploración propuesta para 2014-2018, que costaría US$ 133 millones. Respecto a Ojos del Salado, que incluye dos operaciones subterráneas, y Candelaria Norte, que se explota de la misma forma, el documento plantea un plan para interconectarlas, lo que podría ser beneficioso para el movimiento de material y para contar con un acceso adicional a la explotación profunda.
En 2013, Candelaria y Ojos del Salado produjeron más de 190 mil toneladas de cobre. La consultoría destacó la calidad del mineral que se extrae, pues tiene bajas impurezas y puede ser tratados en cualquier fundición del mundo.