Será lanzado esta tarde desde la Guayana Francesa. Martini ya está allí. Habrá un acto en Casa Rosada.
El Arsat- 1, el primer satélite geoestacionario argentino, fabricado por Invap en Bariloche, partirá hoy a las 18 rumbo a la órbita que mantendrá durante 15 años para brindar servicio de telefonía, televisión y datos al Cono Sur. Al lanzamiento en la Guayana Francesa asistirá la intendenta María Eugenia Martini.
Todo el proceso, que comenzará al mediodía, podrá ser será seguido por la TV Pública a partir de las 17.30.
Un acto oficial comenzará a la misma hora en la Casa Rosada, encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Buena parte de los especialistas que construyeron el satélite lo verán desde el comedor del edificio de Invap en Bariloche.
"Estamos con el satélite prácticamente en el espacio, tienen que pasar un montón de cosas pero sabemos que está bien hecho y nos sentimos contentos con el resultado", dijo el presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi, propietaria del equipo y cliente de Invap.
Hay una ventana de 51 minutos para el lanzamiento desde el centro espacial de Kourou, Guayana. Si algo pasara desde el punto de vista meteorológico y no pudiera realizarse hoy, la maniobra se encararía mañana por la mañana.
El cohete que lo lanzará se llama Ariane 5, pero el Arsat-1 no será su principal pasajero, sino otro llamado Intelsat 30 que dará servicios a Direct TV, que pesa más del doble del equipo fabricado en Bariloche.
Llegará a una altura estimada de 250 kilómetros y lanzará, 27 minutos después de iniciada la misión, el primer satélite. Y 6 minutos más tarde, a las 18.33 si todo sale como lo previsto, el Arsat-1 será liberado.
Se terminará aquí la tarea de la empresa francesa y Arsat e Invap tomarán, desde la estación terrena de Benavídez, el control del satélite para hacerlo viajar 35.650 kilómetros más, durante los que consumirá la mayor parte del combustible que luego, durante los 15 años de vida útil, le servirá para corregir periódicamente su órbita.
El Arsat-1 girará en su órbita de 72 grados oeste, a la misma velocidad que la Tierra, lo que permitirá que siempre esté en la misma posición respecto del planeta: sobre el Cono Sur.
El segundo Arsat, que ya está construido y en etapa de prueba en Bariloche, será lanzado en 2016.
El proyecto Arsat-1 demandó una inversión de 270.000.000 de dólares y permitió que Argentina no perdiera la posición orbital asignada, luego de la salida de servicio del Nahuelsat (de una empresa concesionaria).
La santarroseña Ana Caumo es la jefa del proyecto que concluyó hace pocas semanas con la construcción del satélite geoestacionario argentino Arsat-1. Hoy a las 18, esta ingeniera perteneciente a una conocida familia santarroseña, tendrá un rol protagónico cuando se ponga en marcha el lanzamiento del cohete que llevará al satélite hasta una órbita de transición a 300 kilómetros de la superficie terrestre.
Ana Caumo será la encargada de dar la orden de lanzamiento del satélite Arsat-1 en la base Kourou, en la Guyana Francesa, por ser la jefa del proyecto satelital que se desarrolló íntegramente en el centro Invap (Investigaciones Aplicadas), el instituto científico que el gobierno de la provincia de Río Negro posee en Bariloche. "Voy a estar desde tres horas antes con el representante de Arsat 1 y, en ese momento, siete minutos antes, el lanzador me va a preguntar por última vez si todo está en orden, si está bien. Y diré que sí", precisó a Télam la jefa del sistema Arsat 1, cuya tarea fue llevar de la mano a todos los subsistemas que diseñaron y construyeron el satélite.
Invap fue contratado por el gobierno argentino para la construcción del sofisticado equipo que, tras las maniobras de aproximación, quedará ubicado a 36.000 kilómetros de altura en un punto fijo sobre el centro del territorio argentino.
"Vos sos el Arsar 1".
Después de que Caumo y la empresa francesa Arianespace autoricen el procedimiento, la última palabra la tendrá la estación meteorológica que dirá si están dadas las condiciones climáticas para seguir adelante con el conteo final.
La ventana de oportunidad para el lanzamiento se extenderá durante 51 minutos a partir de las 18 horas -Guyana Francesa y Argentina comparten el mismo uso horario, por lo que no se necesita ninguna conversión horaria- y en el caso de que no se pudiera realizar, se postergará para el viernes a la misma hora.
A las 8 de hoy, el Arsat 1 será encendido por última vez y se lo configurará para recibir la orden de partida. "Le diremos 'vos sos el Arsat 1, el lanzamiento va a ser a tal hora'", explicó Caumo en declaraciones que transmitió la agencia Télam.
Durante el día de ayer, el satélite fue transportado dentro del compartimiento de carga del cohete a la posición desde donde va a elevarse rumbo al espacio. El armado del cohete se hizo por partes y comenzó hace cinco días. Ya ensamblado fue deslizado con lentitud por rieles desde el hangar hasta la base desde donde saldrá eyectado.
Santarroseña.
Ana Caumo es oriunda de Santa Rosa si bien su actividad profesional la ha alejado de la ciudad. La ingeniera tuvo un rol destacado durante la construcción del satélite SAC-D, lanzado hace un par de años, y ahora tuvo a su cargo el diseño y desarrollo de los componentes electrónicos del equipo y fue una de las coordinadoras generales del proyecto.
En Santa Rosa su familia es la propietaria de la tienda de ropa masculina "LC", en Coronel Gil y Sarmiento. Desde hace varios días, sus padres, sus hermanos y sus sobrinos siguen con mucha atención y más nervios el proceso de lanzamiento del satélite en el que Ana tuvo tanta participación.
Los estrictos protocolos de seguridad que priman estos casos sumió a la santarroseña en una suerte de campana de silencio que perdurará hasta tanto pasen los momentos críticos del lanzamiento. En lo inmediato, la ingeniera permanecerá unos días más en la Guayana Francesa y luego regresará al país para instalarse en Benavídez, la localidad donde se ubica el centro de control del satélite. Desde allí, coordinará la ubicación final del equipo en la órbita geoestacionaria.
Arsat 2.
El Arsat 1 compartirá el viaje al espacio con satélite estadounidense de la firma Directv. Media hora después, el satélite quedará en una órbita de transferencia a 300 kilómetros de altura.
El satélite fue construido a lo largo de los últimos siete años, pero su gemelo, el Arsat 2, bajó el tiempo a la mitad. Tanto uno como otro ocuparán las posiciones espaciales 72 y 81 para satélites geoestacionarios de telecomunicaciones.
Primer satélite argentino
El primer satélite geoestacionario argentino, Arsat-1, será lanzado al espacio hoy a las 18 desde la base de Kourou, en Guayana Francesa, en el inicio de un camino que se completará con el Arsat-2 para abarcar un extenso territorio desde Estados Unidos hasta Islas Malvinas con servicios de televisión directa al hogar, acceso a Internet con recepción en antenas Vsat y telefonía IP.
"Estamos con el satélite prácticamente en el espacio, tienen que pasar un montón de cosas pero sabemos que está bien hecho y nos sentimos contentos con el resultado", compartió el presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi.
Bianchi contó que un equipo de una veintena de personas trabaja hace un mes y medio en controles técnicos del aparato en la estación espacial y "está todo bien, en línea para el lanzamiento que arrancará por la mañana con chequeos de prueba hasta el momento en el que hay una ventana entre las 18 y las 19" para poner al Arsat-1 en el espacio.
Entonces, el lanzador soltará el satélite a 250 kilómetros de la Tierra, desde donde deberá remontar hasta los 36 mil kilómetros en la posición orbital definitiva comandado desde la sala de Operaciones Satelitales dirigida por Juan Aurelio, en la estación terrena en la localidad bonaerense de Benavídez.
"Pasa de una órbita elíptica como la de un balón de rugby a la redonda de una pelota de fútbol", sin variar el punto en el que se estaciona encima de la Tierra, durante un mes de maniobras con un motor que gasta el 80 por ciento del combustible del aparato.
Sueño cumplido.
"Hay una transformación que se está dando a una velocidad muy rápida entre el sueño y la realidad", dijo Bianchi respecto al sentimiento general de la "gente que estuvo trabajando mucho en satélites hasta que un día le dijeron 'ahora tenés que fabricar uno en Invap'", la empresa estatal rionegrina, en Bariloche.
Ese sueño "se fue trabajando; avanzaba un poco más o un poco menos, como cuando uno está en un río ancho y el agua no se mueve, pero cuando llega a la zona de rápidos el bote va cada vez más rápido: esa era la sensación", comentó Bianchi, joven ingeniero industrial egresado de la Universidad de Buenos Aires.
El resultado constituye "una experiencia muy valiosa, y decimos que entre Arsat y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales tenemos que tener la 'sala limpia' de Invap ocupada con satélites y proyectos continuos, porque no podemos perder la práctica de la gente que trabaja ahí", enfatizó.