Las caídas en septiembre de las ventas minoristas y los precios pagados por los productores en Estados Unidos arrojaron señales preocupantes acerca de que la demanda en la mayor economía del mundo podría estar flaqueando.
Wall Street reportó una caída de un 1,06 por ciento del índice Dow Jones; mientras tanto el S&P 500 cerró con una baja del 0,81 por ciento y el Nasdaq Composite perdió un 0,28 por ciento, cerrando sin embargo lejos de mínimos que habían puesto al Nasdaq y el S&P en terreno negativo en el año.
Una ola de ventas de acciones en Europa llevó el índice referencial europeo, el STOXX Europe 600 a su peor caída desde el 2011, en medio de una ola de aversión al riesgo.
Brasil, la mayor economía regional, reportó una caída del 3,11 por ciento del índice bursátil Bovespa, mientras el real se desplomó un 2,37 por ciento a 2,4575 unidades por dólar.
Además de las preocupaciones globales, en el país también surgían inquietudes antes de nuevos sondeos electorales de cara a la segunda ronda electoral del país, que será disputada entre la presidenta Dilma Rousseff y el centrista Aécio Neves.
En México, el peso llegó a derrumbarse a niveles no vistos desde mediados del 2012. El cierre del Banco de México (Central) mostró una caída de 0,98 por ciento a un precio de 13,5790 por billete verde, mientras el principal índice de la bolsa local, el IPC, despidió la sesión con un declive del 0,45 por ciento a 42.984,95 puntos.
"La posibilidad de recesión en Europa, China en desaceleración, crecimiento incipiente en Japón y el Fed a punto de terminar la compra de bonos en el mercado, para luego empezar el alza en la tasa de interés han sido una combinación venenosa para los inversionistas", dijo la casa de bolsa Intercam en un reporte.
Los bonos del país azteca, sin embargo, se beneficiaban de la ola de aversión al riesgo dado que mantienen una fuerte correlación con los papeles del Tesoro estadounidense.
En Argentina, la caída global fue acrecentada por la coyuntura local de alta inflación, controles cambiarios y un duro juicio en Estados Unidos con tenedores de bonos incumplidos. Los "vaivenes domésticos se están combinando además en las últimas ruedas con una creciente volatilidad desde las plazas externas", dijo Gustavo Ber economista de Estudio Ber. El índice Merval cayó un 2,43 por ciento a 9.653,109 puntos.
Los bonos soberanos cerraron en promedio con una merma del 1,6 por ciento en la plaza extrabursátil , donde se destacaban las bajas superiores al 3,5 por ciento en los bonos Par y Disc nominados en dólares.
Chile, por su parte, vio al peso cerrar casi sin variación frente a la jornada anterior, mientras que el índice IPSA de la bolsa de Santiago perdió un 0,32 por ciento a 3.846,23 puntos, en medio de bajas de firmas minoristas y eléctricas que eran vendidas por fondos extranjeros.
El cobre, la principal exportación del país, se desplomaba más de un 2 por ciento en Londres, afectado también por el pesimismo con respecto a la situación de la economía mundial.
"Afuera está muy complejo el escenario (...) no creo que sea el momento para comprar, hay mucha incertidumbre", dijo Arturo Curtze, de la casa de bolsa Vantrust Capital en Santiago.
Colombia también sintió el peso de las preocupaciones globales así como de la baja en el precio del petróleo, un importante rubro de la economía.
El peso colombiano cayó un 0,95 por ciento y cerró a su nivel más débil desde septiembre del 2009, mientras el índice bursátil COLCAP perdió un 0,63 por ciento a 1.580,26 puntos.
"Hay un poco de pánico (...) es un panorama de enfriamiento, que disparó la aversión al riesgo", dijo Cristian Lancheros, analista de divisas de la correduría Acciones y Valores. "Esto sumado al tema de expectativas de menores ingresos petroleros nos pega directamente", agregó.
En Perú, que reportó un débil crecimiento económico en agosto, ante caídas en los claves sectores de minería e hidrocarburos, el sol cerró en su nivel más bajo en cinco años con un retroceso de 0,10 por ciento a 2,907/2,908 por dólar, la menor cotización desde el 3 de noviembre del 2009.
La Bolsa peruana, sin embargo, rompió con la tendencia regional luego de que el índice selectivo avanzó 1,39 por ciento a 21.691,81 puntos en medio de compras de oportunidad en títulos mineros e industriales.
Incluso Venezuela sufría el impacto de la caída de los precios del crudo, su principal rubro de exportación: Los bonos del país "han estado cayendo en estos días por el precio del petróleo y hoy en particular por el miedo a que estemos al comienzo de un proceso de aversión al riesgo", dijo Jorge Piedrahita, analista de Torino Capital en Nueva York.
El rendimiento de los bonos referenciales de Venezuela, los bonos globales con vencimiento en el 2027, escalaba un 0,576 por ciento en la sesión, mientras que el costo de asegurar su deuda soberana contra moratoria subía mientras se elevaba la preocupación sobre la capacidad de Caracas para honrar sus compromisos.
Por MARÍA ELENA CANDIA.
Los mercados internacionales sufrieron ayer una aceleración de las ventas recientes impulsadas por los temores de una desaceleración mundial, los riesgos de una baja inflación en Europa y la fuerte caída que vienen experimentando los precios del petróleo.
El pánico que por estos días evidencian las distintas plazas se refleja en el índice de VIX el cual mide la volatilidad en las bolsas que escaló hasta los 26,4 puntos y ya refleja el doble de su nivel que hace un mes atrás. Además, los activos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años cerraron su cotización por debajo del 2%, mientras que el S&P se hunde un 7,7% en el último mes.
El pesimismo que tiñó la jornada de ayer comenzó en las bolsas europeas, que cerraron todas con fuertes pérdidas por las malas señales económicas en el viejo continente y en particular, por la falta de convicción del Eurogrupo a que Grecia abandone el rescate a partir del año que viene.
Atenas lideró las caídas, con un desplome del 6,3%, por delante de Milán (-4,4%), París (-3,6%), Madrid (-3,6%), Fráncfort (-2,9%) y Londres (-2,8%).
Las acciones europeas extendieron sus caídas a Wall Street, tras conocerse que las ventas minoristas y los precios pagados por los productores en los Estados Unidos cayeron en septiembre, dos señales preocupantes que apuntan a que la demanda del consumidor podría debilitarse mientras la inflación no logra ganar impulso.
Así, el índice Dow Jones llegó a caer más de 400 puntos, aunque logró frenar las pérdidas en la recta final para terminar la jornada con un descenso de 1,06%. Un comportamiento similar experimentaron el S&P 500, que cedió 0,81% y el Nasdaq, con un retroceso de 0,28%.
El escenario menos proclive a las inversiones financieras también impactó con fuerza en las acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva York -llegaron a ceder hasta 6% durante la jornada, aunque acotaron sus pérdidas sobre el cierre. Pampa Energía lideró las bajas (-3,9%), seguida de Edenor (-3,2%), Alto Palermo (-2,7%), YPF (-2,6%) y Petrobras Energía (-2,20%).
"El mundo desarrollado no logra crecer a pesar de los enormes estímulos monetarios. A esto se suma una serie de situaciones donde cualquier corrección se potencia. Hay una sensación de deflación impactando todos los mercados", explicó Darío Epstein, socio de Research for Traders.
Según Jorge Piedrahita, máximo responsal de Torino Capital, la preocupación de los mercados también se explica por una combinación de factores, comenzando por el temor a una desaceleración de la economía mundial hasta la caída en los precios de los commodities, que anteayer cayeron a su nivel más bajo en cinco años.
El nerviosimo de los mercados se debe a que un menor crecimiento mundial podría enfriar la demanda en China, el mayor consumidor de metales, granos y energía. Por esta razón, el índice de Commodities de Bloomberg cayó 1,3%, a su menor nivel desde julio de 2009.
En tanto, el barril de crudo Brent cayó ayer 1,48% hasta los u$s 83,78 dólares, después de haber perdido 3,85% en la sesión del martes en el International Exchange Futures (ICE).
"Creemos que este fenómeno es temporario, aunque las preocupaciones del mercado persisten", apuntó Piedrahita, para quien se debe tener en cuenta el riesgo a la propagación del Ébola.
En este sentido, desde Bulltick advierten que la volatilidad del mercado se mantendrá bastante alta mientras que el virus permanezca en los titulares. "Cuanto mayor sea la incertidumbre, más alto será el riesgo de un impacto económico adverso", indicó un informe de la entidad.
Wall Street moderó ayer las fuertes pérdidas que había acumulado durante buena parte de la jornada, en la que el Dow Jones llegó a caer más de 400 puntos, contagiado por el pesimismo de las principales plazas financieras europeas, y terminó con un descenso del 1,06 %. Este índice, que agrupa a 30 de las mayores firmas cotizadas de EE.UU., bajó 173,45 puntos y se ubicó en 16.141,74 unidades, mientras que el S&P 500 cedió un 0,81% hasta 1.862,49 enteros. Por su parte, el NASDAQ, en el que cotizan algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo, terminó con un descenso del 0,28% y se ubicó en 4.215,32 unidades. La Bolsa de Atenas se desplomó un 6,25% y volvió a desatar el pánico entre los inversores y una ola de ventas en toda Europa: Milán cerró con una caída de un 4,44%: París un 3,63%; Madrid un 3,59%; Fráncfort un 2,87% y Londres un 2,83%.
Las reservas del eurogrupo a los planes de Grecia de abandonar el rescate a partir del próximo año estuvieron un día más detrás del retroceso del mercado heleno, al que se sumaron otros factores que han provocado la huida de los inversores. Durante la jornada también se conoció que la inflación en Alemania se mantuvo en septiembre sin cambios y que el déficit público de Italia con relación al PBI también dejó un mal sabor de boca entre los inversores. Tampoco ayudó saber que las ventas minoristas en EE.UU. bajaron un 0,3% en septiembre, hasta situarse en u$s 442.700 millones en lo que supone la primera caída de este indicador desde enero.
Salvo el energético (0,19%) y el de materias primas (0,08%), el resto de sectores de Wall Street terminó con pérdidas, entre las que se destacaron el financiero (-1,67%), el sanitario (-1,11%), el tecnológico (-0,45%) y el industrial (-0,09%). La inmensa mayoría de los treinta valores del Dow cerraron en rojo, encabezados por el banco JP Morgan (-4,24%), el gigante minorista Walmart (-3,57%), la farmacéutica Merck (-2,84 %), la tecnológica Intel (-2,69 %) y Home Depot (-2,5%). La financiera American Express también cayó un 2,19%, y sus acciones retrocedían el 1,12% en las operaciones electrónicas posteriores a la clausura de los mercados que no terminaron de convencer a los inversores. Al otro lado de la tabla lideró los ascensos Johnson & Johnson (1,24%), por delante de la química DuPont (0,83%), el conglomerado industrial General Electric (0,75%), Nike (0,11%), la operadora AT&T (0,09%) y el grupo 3M (0,03 %). Fuera de ese índice, las acciones de Bank of America cayeron con fuerza un 4,6% después de presentar unas cuentas del tercer trimestre que no superaron las expectativas de los analistas.
En otros mercados, el oro subía a u$s 1.241,7 la onza, la tasa a 10 años cedía al 2,125% y el dólar bajaba ante el euro a 1,283 unidad.