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MERCADOS
El Petróleo en picada. ¿Quién gana y quién pierde? Efecto en Vaca Muerta. Fernández Canedo: "Dólares y Petróleo esquivos"
16/10/2014

Por menor demanda y malas señales económicas, el petróleo sigue en baja

Agencias

Los precios internacionales del petróleo volvieron a descender hoy, aunque en menor medida que la caída que sufrieron el martes, en una tendencia a la baja que, según los analistas, se va a mantener en las próximas fechas.

Por su parte, los futuros del petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, terminó con un leve descenso de 6 centavos (-0,07 %) y quedó en u$s 81,78 el barril, al cierre de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Nueva York.

Los expertos coinciden en que la caída del precio se debe a la reducción en el crecimiento de la demanda de petróleo, entre otras razones por las malas señales económicas en Europa y China y también por un exceso de oferta.


 

¿Quién gana y quién pierde con la caída del precio del petróleo?

Cristina Delgado / Madrid. El País.

El precio del petróleo está en caída libre. El barril de Brent, el crudo de referencia en Europa, ha pasado de costar 115 dólares a mediados de junio a los cerca de 84 dólares a los que cotiza este miércoles, es decir, más del 26% de bajada. El West Texas, la variedad de referencia para Estados Unidos, ronda los 82 dólares. 

La banda de precios de ambos productos es la más baja desde 2010. Los motivos del desplome son varios, y van desde las nuevas técnicas de extracción que elevan la producción (como la fractura hidráulica), a las recientes exportaciones de EE UU o la mayor oferta desde países como Libia e Irak. Más allá de las causas, ¿quién gana y quién pierde con la bajada de precios? España está en el bando ganador. Aunque cuidado: una bajada del 26% del crudo no significa que la gasolina vaya a costarle a los españoles mañana un 26% menos.

¿Es ahora el petróleo barato?

Es más barato que en junio. Y que en los últimos cuatro años: el precio medio del crudo en 2011 era de 107 dólares, en 2012 de 111 dólares y en 2012 de 110 dólares. Pero su coste tampoco puede ahora considerarse barato si se mira la evolución con más perspectiva: en 2008 el precio medio del barril era de 45 dólares y llego ese año incluso a reducirse a 36 dólares.

Los que más ganan: los países importadores

Aquellos países con gran dependencia energética serán, en principio, los principales beneficiados de unas facturas entre el 20% y el 30% más baratas. No es cuestión de qué países consumen más, sino cuáles se ven obligados a importar más barriles y, por tanto, a pagarlo a precios más caros.

Europa, la gran beneficiada. Por regiones, Europa es la que mayores importaciones de petróleo desde el exterior realizó el año 2013: compró 9,3 millones de barriles de crudo al día y otros 3,3 millones de barriles de productos petrolíferos, según el informe anual World Energy 2014. Aunque es necesario tener en cuenta que los precios varían según los productos, la procedencia y los seguros sobre precios de combustible, una bajada de precios de cerca del 30% (del entorno de los 110 dolares a los 80 dólares por barril), se puede traducir en un ahorro conjunto medio de 370 millones de dólares (280 millones de euros al día) en la materia prima.

España, en el grupo ganador. España consume de media 1,2 millones de barriles de petróleo al día. Y no produce prácticamente nada. Comprar esos barriles a los países productores a 80 dólares en lugar de a 110, si se mantuviera este año el consumo, significaría gastar 36 millones de dólares menos al día (28 millones de euros) en la materia prima del combustible. Habrá ahorro si siguen los precios bajos, aunque es muy difícil cuantificar su importe real, ya que el precio del crudo fluctúa cada día y también lo hace el consumo.

Impulso para China e India. La factura energética de dos de las economías más pujantes del mundo es muy elevada. Ambos países importan más petróleo que toda Europa junta. China compra en el exterior 5,6 millones de barriles de crudo al día y 1,2 millones de otros productos petrolíferos. Sus exportaciones son mínimas. India, por su parte, no exporta nada y se ve obligada a importar 3,8 millones de barriles de crudo al día.

¿Los conductores? Quizá en el futuro. Si el barril vale un 26% menos, ¿significa que un ciudadano que reposte gasolina pagará el 26% menos? No. Los españoles no van a ver reducida su factura en la gasolinera a ese nivel. De momento, de hecho, no se ha notado prácticamente nada en las gasolineras. La primera explicación está relacionada con la composición del precio del combustible: el precio del crudo es solo una parte de lo que pagan por cada litro de gasolina, ya que, además de la materia prima del petróleo, la gasolina incluye el coste de refinado y transformación, así como un elevado porcentaje de impuestos.

La semana pasada el litro de diésel en España valía 1,40 euros, pero más de la mitad (0,71 euros) eran tasas, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea. A todo esto, hay que añadir también el peso de las divisas: el petróleo se paga en dólares. Si el euro se deprecia (como ha ocurrido, ha pasado de 1,36 a 1,28 dólares desde junio), la compra de barriles para países del euro sale más cara, y eso puede amortiguar la bajada de la materia prima.

¿Llegará a la gasolinera, al menos, algo de la bajada? Puede que dependa en parte de las empresas gasolineras. De momento, desde junio, solo se ha abaratado dos céntimos. Quizá es cuestión de tiempo, aunque las autoridades de la competencia llevan años denunciando el efecto cohete-pluma: significa que las gasolineras trasladan las subidas como un cohete pero las bajadas se reflejan con la velocidad de caída de una pluma.

Empresas industriales, aerolíneas, transporte por carretera... La factura energética es una parte esencial de las empresas y, en la industria, un elemento básico de competitividad frente a otros países. Además, el petróleo se usa como materia prima de multitud de productos químicos. Para las aerolíneas, el coste del combustible supone cerca del 30% de sus costes fijos, por lo que deberían ahora disfrutar de descuentos. Del mismo modo, todas las compañías dedicadas al transporte por carretera se podrían ver beneficiadas del menor precio del combustible, aunque dependerá en su caso de si acaba por trasladarse con mayor incidencia a los surtidores, algo que, de momento, no ha ocurrido.

Algunas compañías de cobertura de riesgos por combustible. En las industrias en las que el precio del petróleo es clave, como en la industria aérea, es habitual la existencia de seguros o coberturas, que las empresas contratan para que, si el precio se dispara, tengan al menos un porcentaje de esa subida cubierto. Los precios están bajando y, por tanto, las empresas que pagaron esos contratos no activarán los seguros, lo que beneficia a las firmas que los emitieron.

Los que pierden: exportadores y petroleras

El mercado del petróleo funciona, en principio, marcado por la oferta y la demanda. Pero también marcado por la previsión de oferta y demanda, debido al elevado peso en el sector de los contratos de futuro y seguros de cobertura. Para los países exportadores de petróleo, una bajada de precios se traduce en una reducción de sus ingresos. La cuestión es si finalmente algunos grandes productores actuarán contra la bajada, reduciendo su producción para sostener los precios.

Los grandes exportadores. Los 11 países de la La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) producen cerca del 40% del crudo del mundo. Arabia Saudí produce 11,5 millones de barriles al día. Irán 3,5 millones. Nigeria, 2,3 millones... La inmensa mayoría va a la exportación y ahora será menos rentable. Además de la OPEP, Rusia es otro de los grandes jugadores del mundo: produce más de 10 millones de barriles al día. Pese a la reducción de precios, de momento, los exportadores tradicionales no han aplicado recortes en la producción para aumentar los precios y parecen apostar por mantener cuotas de mercado.

Los nuevos productores. Hay países, como Brasil, que se han sumado en los últimos años a la lista de exportadores o áreas como Vaca Muerta (Argentina) donde se han multiplicado los trabajos de extracción, pese a que los trabajos puedan ser más caras, porque el elevado precio de venta compensa. Si la bajada de precios se acelerara mucho, podría desincentivar las técnicas extractivas más caras.

Las empresas petroleras (también las españolas). Las cuentas de las compañías petroleras están unidas al precio internacional del crudo, el de refino y los hallazgos que realicen en el ejercicio. La bajada del precio del crudo, si continúa, puede impactar en los resultados de Repsol, Cepsa o BP. De momento, los inversores ya se mueven ante el posible efecto: las acciones de Repsol han caído el 16% desde junio. Las de BP, más del 20%.

¿Un pellizquito a las arcas públicas? Los fondos públicos de los países productores de petróleo están alimentados por los ingresos de la exportación de crudo. Sin embargo, incluso en los países importadores, el precio del combustible está ligado a los impuestos. De los 1,40 euros que cuesta en España el litro de diésel, 0,7 euros van a impuestos. Y, si baja el precio, bajará la recaudación. El Gobierno estima unos ingresos tributarios por hidrocarburos de 9.944 millones de euros este año, y de 10.695 millones en 2015. Según las estimaciones de los Presupuestos Generales del Estado, el precio medio del crudo será 106,2 dólares por barril este año y de 104,1 dólares el que viene. Si son inferiores, pueden reducirse algo los ingresos tributarios, aunque los beneficios por el coste inferior compensarían.

El petróleo Brent cae a mínimo de 47 meses

Reuters

El petróleo Brent cayó a nuevos mínimos de 47 meses el miércoles antes de recuperarse, pero apenas sobre 84 dólares por barril, en momentos en que un débil crecimiento económico mundial reduce la demanda por combustible en medio de un exceso de oferta.

El crudo registró su mayor caída diaria en más de tres años el martes después de que el supervisor de energía de Occidente redujo sus pronósticos para la demanda mundial de crudo de este año y el 2015.

Los principales miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) parecen estar más enfocados en defender su participación de mercado que en reducir la producción para apuntalar los precios.

Los débiles mercados europeos y la desaceleración de la inflación en China se sumaban a las preocupaciones sobre el crecimiento mundial, lo que contribuía a prolongar el desplome de los precios.

El petróleo Brent para noviembre tocó mínimos de 83.37 dólares, una caída de 1.67 dólares, antes de escalar a cerca de 84.20 dólares a las 1004 GMT. El Brent ha caído más de 25% desde un máximo de mediados de junio.

El petróleo en Estados Unidos cede 1 dólar por barril a 80.84 dólares, luego de anotar el martes con su mayor caída en una sesión en casi dos años.

Operadores dijeron que las ventas técnicas empezaban a entrar en juego, con los bancos en Wall Street luchando por neutralizar su exposición a grandes operaciones de opciones con petróleo, pero la principal presión provenía de un cada vez mayor exceso de suministros globales.

Datos de Estados Unidos sugieren que no habría una reducción inminente de un auge en la producción de petróleo de esquisto.

* La producción de petróleo de esquisto en ese país crecería en unos 106.000 barriles por día en noviembre respecto de este mes, dijo la Administración de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés).

* En tanto, las existencias comerciales de crudo en Estados Unidos habrían subido en la semana al 10 de octubre, mientras que las de productos refinados habrían caído, según un sondeo de Reuters a analistas.

El petróleo continúa en caída libre

Cinco Días

Por Alberto Roa.

La ralentización de la economía global se traduce en una menor demanda del petróleo. Los miedos en las Bolsas tienen en la caída del precio del crudo un síntoma del frenazo de la recuperación. El barril de Brent vuelve a caer hoy en torno al 1% y pierde el nivel de los 83 dólares, lo que supone un nuevo mínimo desde noviembre de 2010.

Ole Hansen, estratega de materias primas de SaxoBank, explica que este descenso en el precio del crudo responde a una menor demanda por el deterioro de las perspectivas de crecimiento y a un aumento de la oferta. “Esto se debe de la producción estadounidense de petróleo de esquisto y la OPEP que actualmente está produciendo cerca de un millón de barriles más al día de lo que se requiere”, destaca.

Este experto pone el acento en la posibilidad de que una caída continuada del petróleo haga menos rentable la producción del petróleo de esquisto enEEUU”. Los miembros de la OPEP se han negado esta semana a rebajar el ritmo de producción de crudo, lo que algunos expertos interpretan como una guerra de precios.

La caída del coste del petróleo, la principal fuente de energía en todo el mundo, podría tener una lectura positiva sobre la economía, pues, como recuerdaJaime Díez, analista de XTB, “un petróleo bajo abaratará el transporte y ciertos productos haciendo más sencilla su venta”. Pero, continúa, “uno de los causantes de la bajada del precio es la propia falta de demanda de petróleo”, lo que supone un mal síntoma del estado real de la economía.

Los expertos de Barclays destacan en un reciente informe que el consumo global de petróleo ha avanzado este año al menor ritmo desde 2009.

La baja del petróleo complica las inversiones en Vaca Muerta

Clarín

Por Martín Bidegaray.

La caída en el precio del petróleo, que ayer se ubicó a US$ 81,6 por barril, profundiza las dudas que existen sobre las inversiones que puedan llegar a Vaca Muerta. En YPF –la principal desarrolladora de energía no convencional– hicieron sus proyecciones para atraer a inversores con un petróleo en un rango de entre US$ 80 y US$ 100 por barril. El nuevo importe del crudo –que cayó 20% desde mitad de año– está cerca de cruzar ese límite. Pero, además, los inversores miran a la Argentina con desconfianza por otros factores: el cepo cambiario, la alta inflación, la imposibilidad de obtener y/o girar dólares o la superposición de leyes y decretos en las regulaciones de la industria de hidrocarburos.

“En principio, la caída de precio provoca un impacto”, dice Mauricio Roitman, consultor de Montamat & Asociados. “Pero independientemente del precio, la situación general de la industria y la economía no ayuda”, agrega. El especialista sugiere una mirada a mediano y largo plazo tanto del importe del petróleo como de la dirección que vaya mostrando el país.

El analista Roberto Brandt va una línea similar. “Por ahora, no creo que esto afecte al desarrollo de Vaca Muerta. Pero si sigue bajando, puede influir”, explica. “Creo que hasta fin de 2015 seguirá pesando más el contexto macro ”, detalla.

“La industria de hidrocarburos es de largo plazo. Los proyectos tienen entre 25 y 35 años de vida. Entonces, las decisiones de inversión se basan, entre otros, en el comportamiento del precio del barril de crudo en dicho largo plazo que, necesariamente, está expuesto a volatilidades temporales”, observaron en YPF.

“No pasará nada en el corto plazo porque los precios locales (los que perciben las petroleras por vender su crudo en el país) están por debajo de los internacionales ”, pintó un consultor que pidió no ser mencionado.

“Cuando las empresas estudian el costo del capital no están mirando sólo el precio del barril, sino también cuánto cuesta endeudarse en el país en el que van a invertir, proyecciones de flujos de caja descontados y otras variables. Son aspectos donde la situación local es difícil”, profundiza Roitman.

Luciano Cohan, economista jefe de la consultora Elypsis, miraba ayer otros efectos colaterales de la caída del crudo. “Como el país tiene saldo deficitario –importa más de lo que exporta– cada dólar que cae el precio del petróleo mejora entre US$ 50-60 millones la balanza comercial argentina”, destaca. La estimación está hecha sobre el “rojo energético”, de casi US$ 6.000 millones en 2013. Aunque las compras en el exterior siguen, se estima que pesarán menos este año por la caída de la actividad económica.

Caída del petróleo hace temblar a Vaca Muerta

Río Negro Online

La suerte de Vaca Muerta podría definirse en Viena. Allí, lejos del arcilloso suelo neuquino, las 12 potencias petroleras que integran la OPEP -con sede en la capital austríaca- han iniciado una guerra sin cuarteles contra su principal enemigo: la producción no convencional de Estados Unidos. Por acción u omisión, presionaron sobre el precio del barril de crudo WTI, el que se toma como referencia indirecta en Argentina. El hidrocarburo tocó esta semana un piso de 80 dólares, el valor más bajo en dos años. Se trata de un número que, de persistir, podría tornar inviables los proyectos shale en Argentina.

Según el informe del proyecto de inversión de Loma Campana que YPF envió a la provincia el desarrollo sólo es viable con un barril de 84 dólares, que deberá alcanzar los 100 para el quinto año de producción.

En este punto hay que hacer una salvedad: los precios del petróleo en Argentina están disociados de los valores internacionales. Son controlados, a través de un mecanismo discrecional y complejo, por la Secretaría de Energía de la Nación y en cierto modo están atados a los precios de los combustibles. Por estos días, la variedad Medanito, el crudo liviano que sale de Neuquén, cotiza entre 83 y 85 dólares. Nada indica que esos valores vayan a bajar (sobre todo en contratos ya firmados), aunque si la caída internacional persiste, será complicado sostener los precios internos más altos que los de afuera.

Más allá de este escenario, según un informe de la consultora Morgan Stanley que se conoció el martes y al que accedió "Río Negro", el barril mínimo que necesitan las empresas para cubrir los costos de explotación de Vaca Muerta es de 82 dólares. Ayer, el crudo internacional cerró a 81,6 dólares, cuando a mediados de julio, tocaba los 105. Si ese escenario se replica a nivel interno, se enciende una luz amarilla para la producción shale.

Bendiciones y maldiciones

Hay muchas causas que explican la baja del petróleo WTI, que cotiza en Estados Unidos. La mayoría son técnicas y de mercado. Pero los analistas internacionales coinciden en que la OPEP, cuyos países producen petróleo convencional, ven con malos ojos el nuevo status de potencia petrolera de Estados Unidos de la mano del shale y buscan pisar los precios. Lo hacen aumentando los stocks de crudo, en una maniobra que también podría llevarse por arrastre a Vaca Muerta.

Pero lo que a primera vista aparece como una maldición también aliviará las cuentas públicas. Según el economista y especialista en energía Nicolás Gadano, "en términos de divisas es bueno que caiga el precio de los combustibles". También explicó que la caída del crudo podría llevar a "la necesaria convergencia de precios internos y externos".

Si bien relativizó el poder de fuego de la OPEP y dijo que este podría ser un escenario conyuntural, admitió que la baja del barril podría afectar la rentabilidad de Vaca Muerta. "Será un desafío extra para las empresas, los gobiernos y los gremios ponerse de acuerdo para bajar costos. De otra forma, los proyectos podrían no cerrar", sostuvo en diálogo con "Río Negro".

En Neuquén, sin embargo, ven otro escenario. Creen que el precio interno del barril no caerá, salvo que las refinerías decidan bajar el precio del combustible, un escenario que parece lejano por estas horas.

El precio del barril está atado en cierto modo a lo que marcan los surtidores. Si el gobierno no convalida bajas en el combustible, ninguna de las empresas aceptará resignar rentabilidad. Con esta mirada, salvo un derrumbe en el mercado internacional, la variedad Medanito seguirá en los 83 dólares y con ese número Vaca Muerta podrá seguir andando.

Provincias hacen cuentas

Con el barril interno en 83 dólares, nada cambiará. Sin embargo, si el crudo local cayera por debajo de los 78 dólares, Neuquén podría perder más de 300 millones de pesos al año. Es que por encima de ese número y gracias a la ley de renegociación de los contratos petroleros (2.615), la provincia cobra un punto extra de regalías, con lo que éstas llegan a 16%, y en algunos casos inclusive al 16,5%.

Mientras la variedad Medanito, el petróleo liviano que sale de la cuenca neuquina, mantenga su valor, ni Neuquén ni Río Negro deberán temer por una caída en sus ingresos.

Tampoco habrá impacto en el mercado del gas, cuyo precio está completamente disociado al del petróleo. La mejora que aplicó Nación en los últimos tiempos, al llevar el precio del millón de BTU a 7,5 dólares, también impactó positivamente en las cuentas provinciales.

El coctel devaluación, más mejora de precios, más aumento en la producción de hidrocarburos harán crecer el peso de las regalías en los presupuestos de las dos provincias. En el caso de Neuquén, de significar el 50% de los ingresos, está alícuota pasó a alrededor del 33%.

La caída del barril complica Vaca Muerta pero alivia el déficit energético

La Política Online

Cristina Kirchner sumó una de cal y otra de arena con la histórica caída del barril de petróleo de este martes, que hoy cotizó u$s 81,84, el valor más bajo desde el 28 de junio de 2012.

En lo inmediato, la Presidenta deberá pagar menos por el combustible importado, que el año pasado se llevó 13 mil millones de dólares de las reservas y explica solito el déficit de las cuentas públicas.

Pero del otro lado de la moneda, un bajo valor del crudo resta incentivos a invertir en Vaca Muerta, una de las principales apuestas de Cristina Kirchner para hacerse de dólares en el último año de mandato y para eso acordó una ley junto a los gobernadores de las provincias petroleras, que en las próximas semanas será sancionada en Diputados.

Pero según distintos cálculos de especialistas el valor donde el shale oil y gas de formaciones como Vaca Muerta deja de ser redituable económicamente es por debajo de los u$s 85 dólares el barril. Esto es así porque la tecnología para extraer este petróleo, denominada fracking, es más costosa que la que se utiliza en el petróleo convencional.

Con el crudo rondando los 80 dólares los analistas coinciden en que invertir en el yacimiento de shale de Neuquén no sería rentable ni siquiera para una empresa de Estados Unidos, el único país que viene desarrollando hace décadas la tecnología para explotar los hidrocarburos no convencionales.

De hecho, la situación es incluso peor. El cálculo de los u$s 85 dólares por barril como precio mínimo para volver redituable el fracking, se toma pensando en la exploración en Norteamérica donde ya hay muchos costos hundidos, infraestructura desarrollada y personal capacitado para ese tipo de operaciones. Es muy probable que en la Argentina donde todo está por hacerse el punto de equilibrio sea incluso más alto.

“Si el barril cae por debajo de los 80 dólares tal vez pueda haber problemas. Pero nuestro mayor inconveniente es macro, porque como no hay reglas del juego claras, aunque pueda ser un negocio al largo plazo, los inversores sólo vienen con márgenes de ganancias sumamente amplios”, explicó a LPO el ex secretario de Energía, Emilio Apud.

Por eso, como Apud cree que será difícil que haya inversiones reales en petróleo en lo que resta del mandato presidencial, a Cristina en definitiva le conviene un barril barato porque repercute en el valor de los 80 barcos de gas licuado que importa el país, a un costo de 50 millones de dólares cada uno.

De hecho, por la crisis de reservas, en el puerto de Bahía Blanca llegó a haber más de 3 barcos detenidos esperando descargar, ante las dificultades del Gobierno para pagar las cargas que se venden en contado furioso y en dólares.

“Pensar en una inversión ahora es imposible. Pero en un año sí llegarán y ahí sí al país le conviene un precio competitivo al menos por un tiempo, hasta que las empresas puedan imaginar un horizonte claro durante varios gobiernos”, completó Apud.

Si bien no está claro que está motivando esta caída del petróleo, como siempre ocurre en esta materia, se mezclan cuestiones de geopolítica.

Se habla de un acuerdo secreto o implícito entre Arabia Saudí (responsable de 1/3 de la producción de los países OPEP) y Estados Unidos para mantener el precio del petróleo entre los $80 y $90 sin recortar producción, lo que ocasiona un impacto letal a las finanzas de la Rusia de Putin que lo necesita por arriba de los 100 u$s para cuadrar sus cuentas públicas -como revela un excelente gráfico de The Economist-.

Se trata de un golpe mucho más doloroso que cualquiera de las sanciones que hasta ahora tomaron las potencias contra el mandatario ruso y que también golpea a otros enemigos de la Casa Blanca como el régimen chavista de Nicolás Maduro, que necesita el barril por encima de los u$s 12o dólares, para poner en equilibrio la destartalada economía de Venezuela. Hecho que llevó a economistas a vaticinar hoy un inminente default del país tropical.

Claro que mantener esta tensión también le mete presión al gobierno de Estados Unidos que deberá enfrentar la preocupación y los reclamos de su propia industria del fracking.

Sin embargo, hoy todo indicaba que los precios bajos llegaron por lo menos para quedarse un tiempo, ya que luego que la AIE (Agencia Internacional de Energía) difundiera hoy una baja de sus estimaciones de demanda mundial en 2014 y 2015, ni se mencionó la posibilidad de una reunión de urgencia de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), que lidera Arabia Saudí.

Para Apud la baja se debe a internas entre los países de la OPEP (productora de un tercio del crudo mundial, cerca de 30 mbd) que suele controlar la oferta y la demanda para evitar una baja en los precios y de eso hablarían en la reunión del 27 en Viena.

El ex secretario de Energía fue optimista en el mediano plazo. “Arabia Saudita no puede permitir que el precio baje mucho más. Y si bien Estados Unidos baja la demanda por la producción de no convencional, la de China se mantiene constante”, sostuvo el ex secretario de Energía para fundamentar porqué no cree que el barril siga cayendo.

Cuando los dólares y el petróleo son esquivos

Clarín

Por Daniel Fernández Canedo.

A costa de ponerle el freno de mano a la actividad económica, el tándem Kicillof-Vanoli logró en la semana controlar y hacer bajar al dólar conocido como “contado con liquidación”, borrando de un plumazo los tiempos en los que Juan Carlos Fábrega comandaba el Banco Central.

La táctica empleada para reducir las operaciones en el “contado con liqui”, un circuito casi exclusivo de empresas, y de bajar ese dólar a $13,25 tuvo cuatro vertientes.

Ese mecanismo para adquirir divisas consiste en que una empresa que debe hacer un pago al exterior compra un bono dolarizado, pagando en pesos, en el mercado local, para venderlo en el exterior y recibir los dólares. Para controlarlo, el Ministro y el flamante titular del Central, Alejandro Vanoli, actuaron sobre la oferta y la demanda: Sacaron a la ANSeS a vender bonos dolarizados, obligaron a las compañías de seguros a desprenderse de bonos y así lograron aumentar la oferta de bonos y bajar los precios.

Simultáneamente a que aumentaban la oferta de títulos, amenazaban con inspecciones a las cuevas y hablaban a los bancos para que “conversaran” a sus clientes que querían hacer “contado con liqui”.

El resultado es que ese dólar ayer terminó cotizando en los $13,25 mencionados y el paralelo lo hacía en $14,73 en un mercado prácticamente intervenido en el que la cuenta se paga en términos de recesión.

El límite a la compra de dólares a precio oficial ($8,49) es preciso para algunas industriales como la electrónica del Tierra del Fuego, a la que le permiten disponer de unos US$ 120 millones mensuales que no alcanza para todos.

Una de las consecuencias es que hay una fábrica que ensambla celulares en el Sur que hace nueve días que mantiene suspendido al personal y hasta que no consiga dólares para los insumos ve difícil la reanudación de su actividad.

Se están dando casos donde las empresas tienen autorizada la compra de divisas para pagarles a sus proveedores del exterior pero cuando van al banco les dicen que la divisas no están y que desde el Gobierno hablan de volver a establecer el “1x1” de los tiempos de Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio.

Ese esquema (en la práctica encarece los costos 7%) establece que quien quiera importar por un dólar debe conseguir exportar algo por un dólar. Un verdadero absurdo económico que sólo resulta apropiado para frenar la demanda de divisas en el corto plazo en una estrategia que, en términos futboleros, sería la de ensuciar el partido.

¿Hasta cuándo será efectiva esta virtual intervención cambiaria? Es una de las preguntas que sobrevuela en el mercado financiero y que no tiene ni una respuesta única ni precisa.

Según los empresarios que le creen a Axel Kicillof cuando, en privado, el ministro les dice que en enero habrá una negociación con los fondos buitre, la intervención tiene fecha de vencimiento.

Apuestan, a pesar de que la ley de cambio de domicilio de pago a los bonistas lo prohíbe, a que enero se abrirá una negociación con los buitres para cancelar la deuda y el Gobierno saldrá a colocar bonos y conseguir unos preciados US$ 6.000 millones que le permitiría llegar sin sobresaltos en materia de divisas al fin del mandato.

La necesidad de dólares cobra relevancia a partir de que el Banco Central, a pesar de la virtual intervención cambiaria, no ha dejado de perder reservas.

Un informe reciente de M&S Consultores desagrega los US$ 28.000 millones de reservas (ayer eran US$ 27.400 millones) constituidos por Derechos de Giro del FMI por US$ 2.457 millones, US$ 1.160 millones de “swaps” de bancos internacionales (Basilea, Francia, etc.) y US$ 7.300 millones de depósitos en dólares de la gente en los bancos y por US$ 724 millones de los depósitos que realizó el Gobierno para pagarles a los bonistas pero que aún no cobraron.

Así, las reservas netas estarían en US$ 16.393 millones, un nivel cercano al que tenían cuando asumió Néstor Kirchner y que, sin computar los pagos dispuestos por el juez Griesa a los fondos buitre, alcanzarían para cubrir los vencimientos de deuda del año próximo, que rondarán entre 12.000 y 13.000 millones de dólares.

Los números son ajustados y la necesidad de divisas extra cobran relevancia a partir de que los economistas estiman que en la última parte del año la emisión de pesos para cubrir el déficit del Tesoro será generosa. Muchos pesos pocos dólares, una combinación riesgosa para la inflación y la economía en general.

Para apuntalar la calma cambiaria de la próxima semana, el Gobierno tendría entre manos emitir un bono en pesos con el rendimiento ligado a la evolución del dólar oficial.

Ese bono que le daría un seguro de cambio contra una eventual devaluación del peso podría constituir una “zanahoria” atractiva para que bancos y aseguradoras se desprendan de bonos dolarizados.

Desde ya que podría resultar caro frente a la realidad de un dólar oficial que tendería a atrasarse frente a una inflación que flamea entre 35 y 40 por ciento anual. Pero eso sería otro de los presentes griegos que este gobierno le dejará al que venga.

La expectativa de conseguir dólares por el sector petrolero sufrió un notable revés en las últimas semas.

Una idea de del Gobierno y que venía instrumentando el titular de YPF, Miguel Galuccio, era acelerar asociaciones con petroleras internacionales para la extracción de gas y petróleo en el prometedor yacimiento de Vaca Muerta.

El proyecto avanzaba, pero el derrumbe internacional del precio del petróleo abrió un robusto signo de interrogación.

El barril de petróleo, que a comienzos de año rondaba los US$ 100, ayer costaba US$ 81 y hay pronósticos muy divergentes sobre lo que puede suceder.

A comienzos de año, el FMI estimaba una suba del crudo por el aumento de la conflictividad internacional, pero eso no se dio.

Al fuerte aumento de la producción de petroleo y gas en los Estados Unidos (bajó a la mitad sus importaciones de combustibles), Arabia Saudita le responde con un aumento de la producción para bajar el precio internacional a un nivel en el que sacar el “shale” no sea rentable.

La extracción de gas y petróleo no tradicional (shale) es mucho más cara que en Arabia y los grandes productores del mundo estarían jugando fuerte para equilibrar el mercado más abajo.

Un informe reciente del banco Morgan Stanley sostiene que para que la extracción de petróleo sea rentable en Vaca Muerta el precio del crudo en el mercado internacional debe ser de US$ 82, un dólar por encima del precio de ayer.

Para que Vaca Muerta sea realidad se necesitarán inversiones fuertes y la caída del precio internacional enfría un poco la ilusión de algunos que creían a que diez años de soja con precios altos que apuntalaron una expansión del consumo, le seguirían otros de “shale” gas para seguir la bonanza.

La baja del petróleo favorece a la Argentina, ya que abaratará las importaciones de combustibles a corto plazo. Pero aquieta expectativas que venían desbordantes.


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