Por Esteban Rafaele.

El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, dijo que el dólar está atrasado por la inflación y consideró que las restricciones cambiarias, el nivel de precios y la ley de Abastecimiento obstaculizan inversiones en el sector petrolero, a pesar de que el oficialismo espera sancionar la nueva ley de Hidrocarburos para fomentar la llegada de capitales.

En una entrevista con Toma y Daca, por radio América, Aranguren afirmó que el tipo de cambio "atrasa respecto de lo que ha sido la evolución de la inflación" y "es algo que también se debe resolver", porque a la demanda de dólares por parte de importadores se suma la de quienes quieren "ahorrar en una moneda que no se desvalorice". Y agregó: "El precio del crudo se comercializa en dólares y cualquier devaluación del peso genera que tengamos un mayor costo y necesidad de trasladarlo al precio en el mercado interno. Ese atraso que todavía tiene el tipo de cambio en Argentina es lo que puede llegar a provocar el incremento del precio de los combustibles".

En enero, tras devaluar 20% la moneda, el Gobierno culpó a Shell por favorecer la depreciación. La petrolera había comprado divisas por u$s 3,5 millones para pagar importaciones y girar dividendos. "Shell todavía no ha recibido ningún tipo de requerimiento (por parte de la Procelac, que investiga la operación) y estamos convencidos, en su momento lo hablamos y discutimos con el ministro de Economía (Axel Kicillof), de que Shell no hizo absolutamente ilegal", afirmó Aranguren.

El proyecto para reformar la ley de Hidrocarburos "no alcanza para generar el autoabastecimiento energético en el país", dijo. Consideró que el cepo y el valor de la divisa, la inflación y la reciente ley de Abastecimiento "no van a permitir a la ley de Hidrocarburos lograr conquistar los capitales necesarios para transformar recursos en reservas" de petróleo y gas.

"Es necesario reducir el nivel de precios generales, que está por encima de 30% o cerca de 40%, para tener una economía medianamente manejable", dijo. "Esto es una necesidad urgente", agregó. Sobre la ley de Abastecimiento (que Shell sufrió en carne propia) opinó: "No creo que sea una señal que vaya a atraer a los capitales. Atrasa y no creo que lleve a una defensa de los consumidores.

Por: Mariano Martín.

El presidente de Shell en la Argentina, Juan José Aranguren, analiza propuestas para saltar a la política en las próximas elecciones, la más concreta de ellas de parte de Elisa Carrió. El empresario, que desde 2002 lidera la filial local de la petrolera anglo-holandesa y que desde ese cargo fue uno de los contendientes más visibles del Gobierno en el sector, confirmó que en caso de renunciar a la firma estudiará un pase a la política.

"Si en algún momento, cuando ya no conduzca los intereses de la compañía en la cual he trabajado ya durante 35 años -y éste es mi año 12 como presidente- tengo la oportunidad de hacer un aporte a lo que puede ser el sector que yo conozco, no voy a dudar en hacerlo", admitió este fin de semana por radio.

Radicales

Aranguren, que años atrás participó de reuniones con las usinas del PRO, mantiene en la actualidad dos conexiones políticas centrales: una con la UCR, como dirigente de consulta permanente en temas energéticos. La semana pasada, de hecho, el empresario asistió a un encuentro convocado por la mesa de conducción nacional del radicalismo para debatir la Ley de Hidrocarburos, impulsada por el Gobierno, que debía tratar el Senado. Además del nexo institucional, Aranguren tiene una relación óptima con Ricardo Gil Lavedra, quien actúa como abogado suyo y de Shell en varios pleitos, en particular los iniciados por el Gobierno.

Pero la otra terminal política del empresario, con Carrió, parece ser la más concreta para impulsar una candidatura para 2015. Incluso en la UCR admitieron que están en desventaja respecto de la líder de la Coalición Cívica en la carrera por convencerlo de postularse. El ejecutivo, además, es abonado a las actividades y premiaciones del Instituto Hannah Arendt, que preside Carrió.

"Cada cual tiene que cumplir su función en la sociedad y por el momento el mío es conducir los intereses de la compañía. El tiempo dirá si se puede hacer un aporte desde otro sector, siempre con el objetivo de contribuir al desarrollo sostenible de la sociedad", sostuvo Aranguren en declaraciones al programa "Toma y Daca", de radio América, sin avanzar sobre sus preferencias políticas.

La posible postulación del empresario amenaza con instalar una nueva polémica en el Frente UNEN, una vez más iniciada por Carrió. Parece difícil que esa iniciativa pudiese cuajar con el discurso del cineasta Fernando Pino Solanas, que de manera recurrente se ocupa de cuestionar el rol de las empresas extranjeras en la explotación de los recursos naturales.

Aranguren es uno de los dirigentes empresarios que con más frecuencia entra en contradicción con el Gobierno. La última ocasión fue en enero, cuando desde varias esferas del Ejecutivo responsabilizaron a la petrolera anglo-holandesa de la devaluación de más del 20% del peso en la carrera contra el dólar. En aquella ocasión le endilgaron a Aranguren una supuesta maniobra para impulsar hacia arriba de manera artificial el valor de la divisa estadounidense.

Operatoria

Sobre ese punto, el ejecutivo aclaró que desde entonces Shell "no recibió ningún tipo de requerimiento" judicial para responder por la operatoria, que había sido denunciada por un organismo de la Procuración General de la Nación. "Shell no hizo absolutamente nada ilegal. Un par de meses atrás, el presidente del Banco Central de ese momento, el señor (Juan Carlos) Fábrega, hizo referencia a que la devaluación había sido una decisión de política monetaria. Estamos muy tranquilos de que lo que nosotros hicimos, que fue completamente legal", precisó.

Por lo demás, volvió a cuestionar la política energética del Gobierno al recordar que "a pesar de tener los recursos para generar la energía" hoy se importa por 12.500 millones de dólares al año. En tanto, marcó la necesidad de reducir la inflación que, a su juicio, "está por encima del 30% o cercano al 40 por ciento", y consideró que "el tipo de cambio atrasa respecto de lo que ha sido la evolución" de los precios. Y juzgó que la Ley de Abastecimiento "no es una señal que vaya a atraer capitales".

El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, aseguró hoy que la presidenta, Cristina Fernández, "no permite el debate abierto" y toma decisiones "sin evaluar las consecuencias".

Además, al definir el perfil del empresariado local, Aranguren opinó que "tiene exagerado respeto, por no decir miedo, de lo que emana de una decisión de tipo administrativo".

El director de Shell se refirió además a la Ley de Hidrocarburos y consideró que "el autoabastecimiento no se va a lograr por una ley".

"Shell tuvo la personalidad de exponer su verdad. Vivimos en democracia, no podemos callarnos. Si no podemos expresar diferencias, no vivimos en democracia plena", resaltó sobre sus diferencias con el gobierno nacional.

En una entrevista con el diario La Nación, Aranguren remarcó que los empresarios "son responsables de aceptar lo que viene de arriba como una instrucción".

Cuando se le preguntó si Argentina "no estaba en una democracia plena", el ejecutivo acotó: "No, la democracia se ejerce".

Aranguren opinó también sobre la gestión de Cristina Fernández y cuestionó que la jefa de estado "no permite el debate abierto".

Por otra parte, Aranguren negó querer una devaluación del peso y explicó: "Todos los meses tenemos 150 millones de dólares de materia prima que pagar, que es del crudo. Por lo tanto, la devaluación nos obliga a tener más pesos y la contra de ir a trasladarle al público mayores costos por lo que significa la devaluación".

"¿Cómo vamos a querer pagar más caro si por mes yo tengo una factura de esa magnitud en dólares? Es absurdo", advirtió.

El presidente de Shell Argentina, Juan José Aranguren, denunció que la presidenta Cristina Kirchner "no permite el debate abierto" y toma decisiones "sin evaluar las consecuencias".

"Shell tuvo la personalidad de exponer su verdad. Vivimos en democracia, no podemos callarnos. Si no podemos expresar diferencias, no vivimos en democracia plena", resaltó, sobre sus diferencias con el Gobierno nacional, en una entrevista que publica hoy el diario La Nación.

En este contexto, cuando se le preguntó si la Argentina "no estaba en una democracia plena", el ejecutivo acotó: "No, la democracia se ejerce. Si el sector empresario no se siente en condiciones de decir su verdad, de defender su interés... Somos nosotros los responsables de aceptar lo que viene de arriba como una instrucción.."

Cuestionado sobre cómo "lleva el timón" la Presidenta, Aranguren opinó: "Creo que no permite el debate abierto. Las decisiones se toman de una manera no digo unilateral, pero me parece a mí sin evaluar las consecuencias de cada decisión".

Por último, Aranguren negó querer una devaluación del peso y explicó: "Todos los meses tenemos 150 millones de dólares de materia prima que pagar, que es del crudo. Por lo tanto, la devaluación nos obliga a tener más pesos y la contra de ir a trasladarle al público mayores costos por lo que significa la devaluación". "¿Cómo vamos a querer pagar más caro si por mes yo tengo una factura de esa magnitud en dólares? Es absurdo", cerró.