Ministra de Minería, Aurora Williams, presentó al Congreso los primeros lineamientos del informe que será entregado a Bachelet. Aún se analiza el modelo productivo. ¿Alternativas? Vía licitaciones, firma estatal o en concesiones mineras como con el cobre.
En la recta final de su trabajo está hoy la Comisión del Litio, instancia creada por la Presidenta Michelle Bachelet para generar una política de desarrollo de largo plazo para este mineral.
A pesar de que todavía no existe pleno consenso en torno a los temas más candentes, como si se realizarán nuevas licitaciones o si se derogará el decreto que declara mineral estratégico al litio, sí hay instancias en las que se ha generado acuerdo.
Una de ellas es que la política de litio no debe centrarse sólo en su explotación, sino que también en la creación de una industria secundaria del litio, mediante -por ejemplo- la instalación de fábricas de baterías en las cercanías de la zona de explotación, algo similar a lo que Bolivia y Argentina también planean hacer.
“Se debe crear una institucionalidad que proteja y preserve los recursos e integre valor agregado a la extracción del mineral. El valor agregado no está restringido sólo al producto final, hay valor en toda la cadena productiva del mineral”, señala el documento al que tuvo acceso PULSO.
Si bien aún no hay total claridad sobre cuál será el modelo productivo del litio -si se hará vía licitaciones, empresa estatal o en concesiones mineras como se hace con el cobre- la comisión plantea que, según su experiencia, no es real que el carácter de no concesible del litio no le da competitividad a la producción nacional.
“Hoy Chile ya es uno de los primeros productores mundiales de litio con este marco legal”, plantea al respecto el documento.
Aún así, estaría prácticamente definido eliminar el decreto, reemplazándose por otra figura legal que no implique carácter estratégico.
Por ello, se concluye que es central que en el nuevo modelo de explotación el Estado esté presente de manera más firme, aunque no se define cómo. Una idea que ha tomado fuerza es crear concesiones mineras cuya producción esté grabada con un royalty.
Otro de los lineamientos del reporte, que aún está en elaboración, señala que se debe generar un sistema integrado de información sobre el salar de Atacama, para un manejo adecuado de éste y evitar su sobreexplotación.
Según el ex subsecretario de Minería, Francisco Orrego, sería un avance eliminar el carácter estratégico y reconocer la libre concesibilidad del mineral sujeto a ciertas condiciones especiales. “Una certeza jurídica a los futuros inversionistas sería un camino interesante de estudiar”, destaca.
La semana pasada, los senadores de la comisión de Minería y Energía, liderada por Isabel Allende, conocieron los resultados preliminares de la comisión. A Baldo Prokurica, integrante de la instancia, le quedó una sensación positiva.
¿Cómo evalúa el trabajo que está haciendo la comisión?
Esta comisión tiene al menos dos virtudes. Han hecho un trabajo interesante para ver la realidad. A nosotros nos mostraron una presentación técnica de un tema que está lleno de mitos. El litio no es la nueva viga maestra, el litio no es un mineral escaso y otras cosas. Lo peor que le puede pasar a Chile es que sigamos en la actual situación, que es no hacer nada.
¿Cuáles de las conclusiones destaca?
Varias, pero principalmente la comisión plantea que no podemos ser meros exportadores de sales, eso no tiene valor agregado. Además, no podemos no tener técnicos estudiando nuevos usos. La verdad es que como se planteó por parte de la comisión, en cualquier minuto pueden surgir tecnologías que puedan competir plenamente con el litio.
¿Cuál es su posición al respecto?
Hay que desmitificar y desideologizar este tema, porque algunos políticos ven que esto puede ser un pilar en sus campañas. Algunos sostienen que al litio no lo debe tocar nadie, que es una sustancia para fabricar bombas. Todo eso es mentira y falso. Todas esas creencias que se tuvo cuando se crearon estas disposiciones se han caído derrotadas por los tiempos. Por eso tenemos que trabajar en serio: poner especialistas, técnicos e ingenieros a estudiar cómo sacarle valor agregado al litio. Si seguimos como estamos y seguimos en la pelea ideológica vamos a seguir en problemas que no le ayudan a nadie. Chile puede sacar este negocio adelante en la línea de lo que están haciendo otros países como China, Corea o Japón. Sólo en Corea del Sur, una empresa tiene mil ingenieros estudiando usos y propiedades del litio. Nosotros podemos contarlos con los dedos de una mano.