Sólo dos competidores siguen en carrera para hacerse del control de CGE: el fondo australiano IFM Investors, propietario de la generadora Pacific Hydro, y la española Gas Natural Fenosa, resultante de la fusión entre Gas Natural y Unión Fenosa.
Cada uno de los interesados en la eléctrica siguen negociando con los tres grupos controladores de CGE: las familias Marín y Pérez Cruz y el grupo Almería (la familia Hornauer) y analizando la información que les presentó la compañía en el marco del due diligence anunciado a comienzos de esta semana.
De acuerdo con información proporcionada por fuentes al tanto de las conversaciones, el proceso contempla que en los próximos quince días haya una definición, tras lo cual se desataría una Oferta Pública de Adquisición de Acciones (OPA), por el total de la empresa.
Ello, pues ambas firmas van por el 100% de CGE, descartándose en esta etapa la venta parcializada, aún cuando el futuro dueño pueda, eventualmente, proceder a enajenar los activos por separado.
La multinacional que logre un acuerdo con las familias que controlan CGE tendría asegurado más del 65% de la propiedad de la compañía. Acercarse al 100% dependerá del resultado de la OPA.
Si bien no ha sido revelado el valor total que podría alcanzar la operación, algunos actores del mercado especulan que podría acercarse a los US$3.000 millones e incluso por sobre esa cifra.
Ello, considerando únicamente el costo por cliente pagado en operaciones similares. En 2007, la propia CGE pagó US$1.100 por cada cliente de Emel. Así, se calcula que sólo la distribuidora eléctrica valdría unos US$2.500 millones.
A ello hay que sumar la participación de CGE en Gasco y en otras sociedades.
En la única comunicación oficial que ha realizado la empresa, a principios de semana, el gerente general de CGE, Eduardo Morandé, dijo que los accionistas mayoritarios de la compañía (que en conjunto manejan más del 65% de la propiedad de la empresa energética), habían recibido propuestas que contemplarían “la formulación de una oferta pública que se dirigiría en términos igualitarios a todos los accionistas de CGE para la adquisición de la totalidad de las acciones emitidas, con un mínimo de la mayoría absoluta de las acciones y el control de CGE”.
Según precisó el timonel de la empresa energética, la mesa de la compañía decidió por unanimidad “dar acceso a información interna, con el objeto de que se realice un proceso de revisión denominado due diligence. Este proceso no se encuentra terminado”, señaló Morandé.
A ello se añade que en caso de formularse una OPA, requeriría de al menos el 50+1 de las acciones o un cambio en el control para ser declarada exitosa.
Según varias fuentes consultadas, el fondo australiano IFM Investors estaría en la pole position.
Acción no para
Mientras, la acción de CGE sigue escalando en bolsa. Ayer, los títulos de la eléctrica subieron 8,83 %.
De esta manera, en una semana, y luego de conocerse el interés de venta, la capitalización bursátil de la eléctrica ligada a las familias Marín, Pérez Cruz y Hornauer, ha subido US$614,7 millones, alcanzando los US$2.603,6 millones.
La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) se encuentra monitoreando los movimientos registrados por la acción de CGE en los días previos a que se anunciara la recepción de una oferta por la propiedad de la compañía.
Los títulos de la compañía de transmisión eléctrica lideran las alzas en la Bolsa de Santiago, avanzando más de 8% y alcanzado un precio de $3.710.
El alza de este papel se enmarca dentro de la oferta no vinculante que recibió la empresa y que hizo pública el pasado lunes.
Sin embargo, el alza de este papel se empezó a registrar antes.
Por ejemplo, desde el 30 de septiembre, la acción ha subido cerca de 30%.