Jaqueado por las deudas y con su planta paralizada, el empresario Miguel Schvartzbaum declaró a su firma Refinadora Neuquina SA (Renesa) en convocatoria de acreedores. El aviso se publicó el Boletín Oficial de la Nación la semana pasada y ahora se abre un plazo de un año en el cual sus acreedores deberán acordar con la Justicia algún mecanismo de cobro que podría contener quitas o reestructuraciones.

La medida administrativa, menos drástica que una quiebra, apunta a ganar tiempo para sanear la compañía, que padece una compleja crisis de rentabilidad a pesar de los millonarios subsidios y créditos que recibió de parte de las distintas esferas del Estado, superiores a los 130 millones de dólares.

Entre sus acreedores, justamente, se encuentran el estado neuquino a través del Iadep, el Ente Autárquico Intermunicipal de Cutral Co y Plaza Huincul (Enim) y el sindicato de Petroleros, todos ellos con prestamos millonarios por cobrar. Pero también hay un tendal de compañías privadas que vieron interrumpidas su cadena de pago.

La planta de Schvartzbaum procesa por estas horas apenas una quinta parte del crudo que le permite industrializar sus instalaciones. El empresario aduce que la importación de petróleo sin impuestos por parte de las grandes refinerías lo deja fuera de juego. Del otro lado del mostrador, en tanto, creen que no existe escala para una firma con las capacidades técnicas de Renesa.

Lo cierto es que con la planta casi parada hace meses, las 300 fuentes de empleo se encuentran en peligro. Hubo suspensiones y despidos y hasta intervino YPF para garantizar que tomaría al personal cesanteado. De forma paralela, el ministro de Planificación Federal de Nación, Julio de Vido, anunció una auditoría para conocer el destino de los más de 100 millones de dólares que se le otorgó a Renesa a forma de subsidio para su última ampliación. Las amenazas se enfriaron cuando cesó el fragor de la batalla por la ley petrolera.

El concurso preventivo será llevado adelante por el Juzgado de Comercio número 6 de Buenos Aires, donde está inscripta Renesa. La firma integra el grupo Petrolera Argentina, propiedad de Schvartzbaum, junto a otras compañías como Maikop y Umber, ubicadas en el parque industrial de Plaza Huincul. Todas ellas, a su vez, forman parte del holding Más Energía.

La vertiginosa ampliación del grupo, que ocupa buena parte del polo productivo, se dio al amparo del plan de Refino Plus, con fondos nacionales. Pero tanto la provincia como los municipios le prestaron dinero.

Petrolera Argentina, además tuvo ingresos por 44 millones de dólares por la venta de La Amarga Chica, área que opera YPF.