(Por María José Arias*) Todo, algún día, tiene un final. México mandó al desván de la historia, con su ambiciosa Reforma Energética, el modelo estatista de hidrocarburos adoptado de 1938 de Lázaro Cárdenas. Enrique Peña Nieto y el Congreso le pusieron el moño a las reformas profundas acordadas con el arco político en el Pacto por México que persigue encender turbinas de las inversiones extranjeras. Se viene el big bang de inversiones sostiene eufórico el staff de Pemex, reconvertida en empresa productiva del Estado Petróleos Mexicanos. Gustavo Hernández García, director de Exploración y Producción, dice haber recibido ofertas de unas 80 petroleras para asociarse a la estatal, entre ellas Chevron, Shell, Exxon, BP, Petrobras, Ecopetrol, Petronas, PetroChina, y PDVSA. El primer target codiciado es la exploración en aguas profundas del Golfo de México. Precisamente, Peña Nieto ha vestido la reforma con galas nacionalistas, partiendo de la premisa de que México se está quedando sin petróleo de fácil acceso en aguas poco profundas del Golfo y que Pemex por sí sola no podría aprovecharlos El cambio en la Constitución habilita contratos privados en el desarrollo de petróleo y gas y pone punto final al monopolio de Pemex en refinación, transporte y petroquímica. En electricidad, la reforma abre la generación al capital privado, aunque la red se mantendrá bajo el control de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el gigante estatal.
El gobierno ha dado cifras ha dado cifras; Pemex, con 150.000 empleados, ha perdido US$ 9.300 millones en 2013 y tiene una limitada capacidad para competir en un mercado cada vez más tecnificado. En los últimos 13 años su inversión se triplicó (de US$ 9.000 millones a US$28.000 millones), pero su producción se redujo un tercio. México, el séptimo país energético del planeta, importa el 30% del gas y el 49% de la gasolina que consume.
La reforma transforma a Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE- su homólogo eléctrico) en “empresas productivas” sujetas a resultados y con mayor autonomía del Estado. Y aligera la carga fiscal de Pemex, del 79% a menos del 65%. Un cambio de magnitud, ya que este flujo consumía un tercio del presupuesto nacional. La operación se ha completado con la salida del Consejo de Administración del poderoso Sindicato de Trabajadores Petroleros. La duda es si la reforma podrá desmantelar el viejo, pesado y oneroso aparato de Pemex.
El gobierno azteca prevé regalías, sin contar impuestos y cuotas, del 10% del barril, que irán, exceptuando la contribución fiscal, al Fondo Mexicano del Petróleo, que tendrá como institución fiduciaria al Banco Central. La reforma se completa con una apertura gradual de la venta de gasolinas, siguiendo a Noruega y Brasil, donde Statoil y Petrobras están abiertas al capital privado para exploración y explotación.
Los impulsores del proyecto estiman que hacia 2018 los cambios habrán generado 500.000 empleos, un aumento del 20% la producción petrolera, otro 40% en el gas y, en general, un crecimiento adicional del 1% del PBI. El crecimiento medio en los últimos 30 años ha sido del 2,4%, cuando el listón puesto por el Pacto por México gira en torno al 5%.
Como suele suceder, los políticos han dicho que superarán así la secular pobreza y la desigualdad, algo que difícilmente ocurrirá, a la luz de la experiencia latinoamericana. El paquete energético, lo mismo que otros en educación, salud, telecomunicaciones y otros, han sido recibidos con frialdad por la sociedad. Sobre todo porque la polémica reforma fiscal supone un golpe a la clase media. A ello se añade el escepticismo económico, donde el índice de confianza del consumidor cayó en los últimos años. Peña Nieto necesita prontos resultados económicos y demostrar en el corto plazo los beneficios de la reforma energética. Por ejemplo, bajar significativamente el alto costo que el gas natural para la industria – que explica la prisa de la CFE para licitar dos gasoductos, dentro de un paquete de reactivación de US$ 2.800 millones, lo cual permitirá a México importar energía barata de EE.UU. (ver recuadro)
DOS VENTANILLAS, MUCHOS PROBLEMAS
Peña Nieto sueña con US$ 50.000 millones de inversión petrolera hasta 2018, cuando termina su mandato. "El camino no será fácil ni los resultados llegarán de inmediato", pero apuesta todo a que la reforma energética impulse el crecimiento económico del País a tasas superiores al 4 %. En 2013, el PIB mexicano apenas aumentó el 1,1 %. Y Pemex estima que llegarán US$ 76.000 millones al sector en 10 años, que permitirán revertir la tendencia a la baja de la producción de crudo, que en la última década bajó de 3,4 a 2,5 millones bpd.
El camino comenzó con la Ronda Cero, a comienzos de agosto, cuando la Secretaría de Energía (Sener) otorgó a Pemex el 83 % de las reservas probadas y probables (2P) de petróleo del país, y el 21% de los recursos prospectivos, en 90.000 km2, unos 20.600.000.000 barriles de petróleo equivalente, lo que le garantiza 20 años y medio de operación a su actual ritmo de producción, 2.500.000 bpd. Pemex recibió el 100% de lo que pidió, en reservas 2P y el 67 % de lo que solicitó en recursos prospectivos, es decir, el 31% del país. Y seguirá con la Ronda Uno cuando se liciten 169 bloques que formarán parte de la "Ronda Uno", por otros 28.500 km2.
El experto David Shields señaló que las áreas dadas a Pemex eran previsibles, porque está trabajando en esos campos desde hace tiempo. Pero Carlos Elizondo, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo “le están dando demasiadas responsabilidades con muchos problemas y no es bueno que quede en manos de Pemex la elección de sus asociaciones con terceros, si bien bajo reglas de la Sener. Las empresas que quieran entrar van a tener dos ventanillas, la de Pemex y la de las licitaciones, lo que puede generar. Lo realizado hasta ahora es lo fácil, las licitaciones petroleras son sumamente complejas y la Secretaría de Energía y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) van a requerir capacidades muy grandes”.
El proceso comenzará en febrero 2015 con la venta de bases y la apertura de los cuartos de datos, y concluirá ocho meses después con la adjudicación escalonada, a partir de mayo, de los bloques. La remake energética de la Revolución Mexicana ha comenzado.
Mex Gas Supply (MGS), filial de Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) establecerá una alianza estratégica con Mercuria y J.P. Morgan que permitirá importar gas natural de EE.UU., “para garantizar a largo plazo un suministro confiable de gas natural para México a precios competitivos, además de fortalecer la posición de Pemex y del país en los mercados de gas natural en Norteamérica”, dijo la estatal azteca.
El joint debutará en el 3T 2014, con la puesta en marcha de Los Ramones, un gasoducto de 1.200 km desde Texas a Guanajuato, en la zona industrial del centro mejicano.
Los principales aspectos de la legislación secundaria derivada de la Reforma Energética son los siguientes:
HIDROCARBUROS
* Las empresas privadas podrán participar de la exploración y extracción de hidrocarburos a través de contratos de servicios, de utilidad o producción compartida o licencias.
* Las áreas que recibirá Pemex para exploración y extracción serán bajo el esquema de asignaciones, pero podrá migrar a contratos de asociación con compañías privadas.
* Los contratos serán licitados por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), que aprobará los planes de exploración y extracción de hidrocarburos, y también autorizará la perforación de pozos exploratorios -en aguas profundas y ultraprofundas.
* La Secretaría de Energía (Sener) regulará y otorgará permisos de tratamiento y refinación del petróleo, procesamiento de gas natural y exportación e importación de hidrocarburos y petrolíferos.
* La Comisión Reguladora de Energía (CRE) supervisará y otorgará permisos de transporte, almacenamiento, distribución, compresión, licuefacción, descompresión, regasificación, comercialización y expendio de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, además de la gestión de sistemas integrados.
* El conjunto de insumos y materiales para exploración y extracción de hidrocarburos deberá ser en promedio al menos un 25% mexicano a 2015, hasta alcanzar el 35% en 2025.
* La Sener establecerá participación obligatoria de Pemex u otra empresa productiva del Estado de al menos un 20% en los contratos en las áreas donde exista la posibilidad de encontrar yacimientos transfronterizos. Cuando se confirme la existencia de hidrocarburos, se aplicarán los tratados internacionales que México haya suscrito.
* Los inversores tendrán que ceder entre un 0.5 y 2% de sus ingresos a los propietarios de los terrenos y un 0.5 a 3% de donde se pueda comercializar gas natural no asociado. En áreas naturales protegidas no se podrán otorgar asignaciones ni contratos para exploración de hidrocarburos.
* El gobierno podrá revocar contratos y asignaciones cuando la empresa emita más de una vez reportes falsos o incompletos, no cumpla con el plan de trabajo, suspenda actividades por más de 182 días sin causa justificada o en caso de accidente grave.
* La legislación establece multas por no cumplir con las condiciones de los permisos, contratos o asignaciones, por iniciar proyectos sin autorización de las autoridades o proporcionar información falsa.
* El gobierno podría asumir una parte del pasivo laboral de Pemex y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), bajo condición de que ambas modifiquen sus contratos colectivos de trabajo durante el año siguiente a la entrada en vigor del acuerdo.
FONDO MEXICANO DEL PETRÓLEO
* El Fondo Mexicano del Petróleo para la Estabilización y el Desarrollo recibirá y administrará los ingresos petroleros, con excepción de los impuestos. Deberá transferir a la Secretaría de Hacienda los recursos para que los ingresos petroleros que se destinen al presupuesto anual se mantengan en el 4.7% del PIB.
CONTRAPRESTACIONES Y RÉGIMEN FISCAL DE PEMEX
* Todos los tipos de contratos pagarán un monto mensual por km2 del área en exploración. Una vez en producción, se pagará una regalía sobre el valor bruto de los hidrocarburos.
* Los contratos de licencia pagarán un bono a la firma del contrato; una vez en producción se aplicará una tasa, a la utilidad operativa o al valor contractual de los hidrocarburos.
* En los contratos de utilidad y de producción compartida se pagará al Estado una contraprestación por la aplicación de un porcentaje a la utilidad operativa.
* Los contratistas podrán deducir parte de las inversiones realizadas para la exploración, aplicación de recuperación secundaria y mejorada, mantenimiento no capitalizable, inversiones para extracción de crudo o gas natural, así como inversiones en infraestructura de almacenamiento y transporte.
* El régimen fiscal de Pemex se modifica. De seis derechos que pagaba se reducen a tres: Derecho por la Utilidad Compartida (65% sobre valor de hidrocarburos menos las deducciones permitidas); Derecho de Extracción (tasa fija sobre los ingresos totales obtenidos de la producción, equivalente a una regalía); Derecho de Exploración (US$ 86/km2 en los primeros cinco años, y US$ 208/km2 posteriormente, cuotas ajustables por inflación).
* Pemex pagará un dividendo anual al Estado, determinado por la Secretaría de Hacienda en base a la situación financiera de la empresa, planes de inversión y financiamiento.
* El dividendo empezará a aplicarse en el ejercicio fiscal 2016 y será equivalente al 30% de los ingresos después de impuestos de Pemex en 2015. El nivel mínimo del dividendo estatal se irá reduciendo hasta alcanzar el 15% 2012 y 0% en 2027.
* Redacción de EnerNews