Conocido como el hombre que quebró al Banco de Inglaterra, George Soros es uno de los inversores más importantes de nuestro tiempo. Luego de lanzar Soros Fund Management en 1970, el operador de origen húngaro logró promediar tras cuatro décadas un retorno anualizado del 20%. El sitio iBillionaire, que rastrea las carteras de los pesos pesado de Wall Street, elaboró un perfil inversor de uno de sus colosos.
Unos de los primeros conceptos elaborados por Soros fue el de la reflexividad, donde los prejuicios y parcialidades de las personas son factores en las transacciones del mercado y alteran los fundamentos de la economía. El multimillonario percibe el comportamiento del mercado como algo caótico e ilógico. Este entendimiento de cómo las personas afectan a los precios de las acciones es la base de su estrategia de inversión.
Soros ha dicho varias veces que sus ganancias están ligadas a su teoría de la reflexividad. Si, por ejemplo, los mercados se encuentran en momentos muy bajistas o alcistas, entonces tienden al desequilibrio. Por ende, las teorías convencionales ya no se aplican. En la práctica, Soros tiende a agarrarse de movimientos económicos grandes y hacer apuestas fuertes en contra de ellos. La especulación es una pieza clave de esta estrategia, y también el concepto de caos en los mercados.
En cuanto a la especulación monetaria, uno de los casos más conocidos de Soros es el de la libra esterlina de Gran Bretaña. Soros ganó u$s 1.000 millones con la venta corta de u$s 10.000 millones en libras el 16 de septiembre del año 1992 -conocido como el miércoles negro. El Gobierno de Gran Bretaña se vio obligado a retirar la libra esterlina del Mecanismo Europeo de Cambio y devaluar la moneda. Soros usó tácticas parecidas en la crisis financiera de Asia en 1997, lo cual afectó a países como Malasia, Tailandia y Hong Kong. Hizo fuertes inversiones en sectores como bienes raíces, vendiendo sus tenencias justo antes de que las monedas se devaluaran.
En el segundo trimestre del año, Soros reveló una posición "put" en el S&P 500 de más de u$s 2.000 millones. Es decir, hizo una fuerte apuesta que el mercado va a bajar. La posición, que compone el 16% de su portafolio, es el "put" más grande que ha tenido Soros desde 2008.
Otra decisión para destacar fue el aumento de su participación en YPF. Soros ahora tiene 13,8 millones de acciones de la petrolera estatal, una posición que hoy vale alrededor de u$s 500 millones. Dan Loeb también tiene YPF a la vista. Inició una posición en la empresa en el primer trimestre del año, y en el segundo trimestre, la aumentó a 6,25 millones de acciones. Loeb y Soros tienen varias otras posiciones en común, incluyendo Dow Chemical, Ally Financial, Actavis y AIG.
Algunas de las inversiones de Soros han rendido notablemente en 2014, entre ellas Amicus Therapeutics, Vipshop y RF Micro Devices. De hecho, 16 de las acciones de Soros están entre las 50 acciones que mejor están rindiendo en 2014, según el ranking de iBillionaire.