La semana pasada, los trabajadores del Sindicato nº1 de la Compañía Siderúrgica Huachipato pusieron la alerta: entre los meses de octubre y diciembre serán despedidos cerca de 600 trabajadores, lo que significa alrededor del 20% de la planta. La empresa desmintió la cifra, aún cuando reconoció el proceso de reestructuración.
Todo por el precio del hierro, que se ubica en su menor nivel desde septiembre de 2009, en medio de las persistentes preocupaciones por la escasa demanda china por este ingrediente para fabricar acero.
No obstante, desde la compañía pusieron paños fríos al asunto. “El proceso de reestructuración ha tenido etapas donde se han desvinculado trabajadores, como es de público conocimiento. Este proceso es un continuo, donde se tiene que estar buscando permanentemente el mejor desempeño de toda la organización; en la eficiencia está la estabilidad y la seguridad en el trabajo de nuestros empleados”, dijo la empresa, la que agregó que “la cifra sobre desvinculaciones que se entregó a los medios no responde a la realidad ni va a responder a la realidad de lo que pueda suceder en esta empresa a futuro”.
Actualmente, Huachipato mantiene operativo un alto horno, a un ritmo de 800 mil toneladas al año, lo que equivale, aproximadamente, a 2/3 de su capacidad.
La actividad productiva de la compañía se concentra en minería y construcción.
La empresa precisó que está explorando mercados de exportación para asegurar un nivel de operaciones eficientes. “Las principales amenazas que enfrenta el negocio vienen por el lado de la competencia desleal, la competencia distorsionada por los subsidios de los países de origen, por el dumping de algunos productos, los problemas relacionados a la caída de la actividad económica, los problemas derivados del costo de la energía, además de problemas asociados a la Reforma Tributaria”, sostuvo la compañía. Y añadió: “No se va a ir nadie más de lo que sea estrictamente necesario para poder mantener la estabilidad y la continuidad de la empresa”.
Hace casi un año, CAP anunció una reestructuración en su división aceros: pactó la salida de 43 ejecutivos, 200 trabajadores se acogieron a retiro voluntario, lo que se sumó a la desvinculación de otras 150 personas.