Por Martín Bidegaray.
Son las 7 de la mañana y casi 4.500 vehículos recorren la ruta 26 une los 60 kilómetros entre Comodoro Rivadavia y el yacimiento Cerro Dragón, el más rico de la Argentina. Si se suman empleados y contratistas, más de 10.000 trabajadores se dirigen a los 3.581 pozos productores que posee Pan American Energy (PAE), desperdigados en 3.480 kilómetros cuadrados, la mayoría en Chubut y una parte muy pequeña en Santa Cruz. En PAE (60% de British Petroleum y 40% de la familia Bulgheroni y la china CNOOC), a Cerro Dragón lo llaman “un reloj suizo”. Consideran que, superados los conflictos sindicales de 2012 y 2013, es un modelo de producción conalta tecnología y extrema eficiencia.
Mientras Vaca Muerta es el futuro del petróleo y el gas en el país, el mayor aporte actual proviene de Cerro Dragón. La concesión arrancó en 1958 y aporta 18% del petróleo y 16% del gas que se extrae en el país. La extensión de esta concesión (de 2007 hasta 2027) provocó revuelo político y denuncias por presunta corrupción a funcionarios,aunque no hay sentencias.
Cerro Dragón, en el golfo San Jorge, produce 94.000 barriles de petróleo diarios. A US$ 80 el precio del barril del crudo que allí se obtiene (llamado Escalante), genera US$ 7,5 millones (casi $ 64 millones) diarios. Si PAE recibiera el precio completo del barril, cada año se alzaría con US$ 2.700 millones (casi $ 23.000 millones). Es una cifra cercana al presupuesto del ministerio de Salud para 2015 ($ 24.000 millones). Pero eso no pasa. Por cada barril exportado, la empresa factura US$ 70, pero paga US$ 15 de retenciones. Y por cada barril en el mercado interno, le llegan US$ 55 (el precio interno del barril es US$ 66, pero también paga 15% de retenciones).
Bridas, de los Bulgheroni, estuvo a punto de quedarse con el 100% de PAE. Fue cuando British Petroleum ocasionó un derrame en EE.UU, cuyo costo la obligaría a vender activos en países emergentes. Pero British retrocedió y empezaron las demandas cruzadas con los Bulgheroni. Hubo acusaciones, pero la composición accionaria no se modificó.
El desacuerdo entre ingleses y argentinos no afectó el día a día como los conflictos sindicales. En mayo de 2012, el sindicato de “Los Dragones”destruyó parte de las instalaciones, incluido un modernísimo centro de control desde el que se puede ver cómo funciona cada pozo. La empresa llevó a 170 trabajadores a la justici a por esos hechos de vandalismo. En 2013 también hubo protestas y paros. “Cuando los docentes tenían un problema la represalia era hacerle un paro a PAE”, dijeron.
Este 2014 es el primero, desde 2011, de cierta “paz social”. A fines de 2011, la compañía despachaba más de 111.000 barriles diarios. Ahora, 94.000. “Cuando la actividad se detiene tanto, es complicado volver a los niveles máximos. Se trabaja mucho en la recuperación secundaria”, detalla Gerardo Doria, gerente del Golfo de San Jorge, nacido y criado en Comodoro Rivadavia, que dejó de trabajar en YPF para incorporarse a PAE.
Cerro Dragón también es rico en gas. Y su orgullo reciente es laincorporación de 4 equipos que valen US$ 20 millones cada uno. Permiten excavar hasta 3.100 metros por debajo de la superficie y el contacto humano con la maquinaria es mínimo. Sólo hay un operador que maneja con computadoras y un “joystick”. Para esta tecnología se requiere un entrenamiento de 30 días en EE.UU. Y lo que antes era tarea manual, de alto riesgo por la carga de tubos pesadísimos realizada bajo presión y el inclemente frío patagónico, ahora es desarrollada por un especialista desde una cabina presurizada.