La caída continuada de los precios del oro, la mayor en términos mensuales desde 2010, no tiene visos de parar hasta traspasar la barrera psicológica de los 1.200 dólares por onza. Los inversores institucionales retiran su confianza en el oro conforme ven el crecimiento de la economía norteamericana y la caída generalizada de las expectativas de inflación tanto en América como en Europa.
El último informe COT elaborado por el regulador de los mercados de futuros de Chicago muestra la caída de compras de oro por parte de los denominados “Money managers” o inversores institucionales como fondos de inversión o hedge funds. En este sentido, en la última semana, la caída de las posiciones largas se profundiza hasta un 15%, dejando estas en 119.005 contratos. Por el contrario, las posiciones cortas se incrementan un 4,5% hasta 81.262 contratos, máximo histórico.
Esta posición bajista tan fuerte dobla la que existía ya a finales de agosto. En este sentido, la composición de las carteras de los fondos de inversión cuenta cada vez con menos oro y, en cambio, apuestan por otros activos como la vivienda, el transporte o la distribución. Los “cortos” en el precio del oro suelen estar acompañados de largos en Bolsa y en el dólar americano, el cual continúa apreciándose frente al euro o la libra esterlina.
La directriz bajista en el precio del oro puede contrastarse en la negociación de derivados como las opciones sobre oro que vencen en diciembre. Este tipo de contratos en el COMEX de Nueva York se está haciendo con un precio pactado de 1.100 dólares por onza. A su vez, los inventarios de este mercado se han reducido un 72% en mes y medio, mientras que los inventarios de los ETFs han reducido su valor en más de 4.000 millones de dólares.
Cuadro: Resumen de posiciones largas y cortas en el COMEX a 30 de septiembre
Quizá uno de los efectos positivos de la caída de precios sea el posible aumento de la demanda física tanto de monedas como de joyería. Esto fue uno de los principales catalizadores de la demanda asiática en 2013 y podría volver a convertirse en pieza clave en la recta final de este 2014. Los últimos datos de demanda física los hemos conocido de la mano de la Fábrica de Moneda de Estados Unidos (US Mint), la cual ha incrementado sus ventas de American Gold Eagle hasta 58.000 unidades, máximo desde enero pasado y el incremento en un 89% de las ventas de monedas de oro de la Fábrica de Moneda de Australia (Perth Mint)