Las dos obras clave que debe realizar la minera en el yacimiento suman un monto de inversión de US$ 8.272 millones. Es la iniciativa de mayor tamaño que lleva adelante.Andina 244, la iniciativa de expansión de esa división, es el más grande de los siete proyectos estructurales de Codelco y el único que añade producción a la cuprera estatal, ya que el resto son solo para mantener los niveles actuales.
Según trascendió, la minera ya estaría decidida a realizarlo por etapas. Hoy la expansión de la obra está en período de factibilidad y obras tempranas, y se espera que entre en operación en 2023, aunque el proceso se podría retrasar.
El actual presidente ejecutivo de la estatal, Nelson Pizarro, convocó una auditoría técnica para analizar todas las iniciativas que la firma necesita llevar a cabo para mantener su competitividad y nivel de producción. Dio un plazo de 60 días para informar sobre las conclusiones, y ya han pasado poco más de 30, por lo que a fin de mes la administración debería tener las conclusiones. Entre ellas debería estar el futuro de Andina 244.
Thomas Keller, quien fue presidente ejecutivo entre 2012 y mediados de este año, había decidido no ejecutar la iniciativa tal como estaba planteada.
La afectación de los glaciares, los problemas de agua —por los que han entrado en conflicto con los agricultores de la zona, considerando que los últimos cinco años han sido secos— y su elevado costo son algunas de las principales críticas al proyecto. Estas trabas serían las principales razones que llevarían a la actual administración a optar por realizar el proyecto por etapas.
Algunas fuentes advierten que el directorio hace ya casi un año tiene descartado llevar a cabo esta iniciativa. Sin embargo, otras aseguran que no se puede descartar el proyecto Andina 244, ya que Codelco necesita de esa producción. “Hace tiempo se está evaluando la posibilidad de hacerlo de forma escalonada, y es lo más factible”, aseguran.
Hoy Andina produce cerca de 94 mil toneladas diarias de cobre, y con la ampliación produciría 244 mil al día, de allí su nombre. Esto se traduce en que durante los primeros 30 años de operación habría una producción adicional de 343 mil toneladas anuales de cobre fino, lo que llevaría a la división a producir 600 mil toneladas de cobre fino al año.
El yacimiento Andina opera desde 1970 y está ubicado en la Región Metropolitana y en la de Valparaíso. La materialización de la expansión entregaría al Estado más de US$ 10 mil millones adicionales durante sus primeros 15 años y extendería la vida útil del yacimiento al 2085.
Codelco aún debe conseguir los permisos ambientales para Andina 244. Con la última adenda la estatal se comprometió a reducir de seis a cinco los glaciares afectados. Pero la ley de protección de glaciares que se tramita en el Congreso pretende prohibir las actividades económicas en las cercanías de estas masas de hielo, lo que complicaría la concreción de la obra.
Los siete proyectos estructurales de Codelco son Sulfuros Radomiro Tomic Fase II, Chuquicamata Subterránea, Nuevo Nivel Mina El Teniente, Rajo Inca Salvador, Ministro Hales y los dos de Andina: Traspaso y Expansión (Andina 244).
El primero considera una inversión de US$ 975 millones en el período entre 2014 y 2018, y el segundo de US$ 777 millones en el mismo lapso. Juntos significan el 14% de los US$ 12.265 millones que la minera estatal pretende invertir en estas siete iniciativas, según información entregada por el presidente del directorio, Óscar Landerretche.
En el sitio web de Codelco se estima que la inversión total de la expansión de Andina es de US$ 6.808 millones, mientras que para el nuevo sistema de chancado primario —o traspaso de la misma división— es de US$ 1.464 millones. Ambos suman US$ 8.272 millones.
