Un company man es, sobre todo, gente con mucha experiencia al pie del pozo. Tipos seguros, confiables, con una enorme sabiduría, adquirida con los años. Pero de todos modos no abundan y por eso PanAmerican Energy (PAE) decidió poner una escuela.
El Energy Learning Center tiene otras finalidades más ambiciosas –algunas en ciernes– pero una de las más importantes es en el área del upstream, la formación de company men y la Well Control School, según explicó Dardo Marqués, de PAE.
Podría decirse que los company men son los ojos, los oídos y la representación de la operadora en una perforación, ese territorio dominado por las empresas de servicios especiales.
PAE detectó falencias en la obtención de nuevos company men y se propuso formarlos de manera sistemática.
Es un año entero de formación, mucha de ella teórica, con conocimientos en física, química, geología, matemática, pero también trabajo de campo porque, como dijo alguna vez uno de ellos, el company man duerme en el tráiler.
De los 365 días que dura la formación, 140 transcurren en el campo, entre locaciones, donde aprenden in situ las maniobras de perforación, pulling y workover.
Los inconvenientes para encontrar ingenieros verdaderamente especializados en la industria, aun en las carreras orientadas al petróleo y los reservorios, llevaron a San Antonio Internacional –experta en perforación, workover y pulling– a crear un programa de formación que, a modo de escuela, cubra la necesidad que la empresa no encuentra naturalmente en el mercado. Gabriela Bedotti, gerenta del área de recursos humanos de la compañía en nuestro país, contó la experiencia en la mesa redonda "Problemática de la capacitación" con la que se dio cierre el jueves a las Jornadas de Perforación que se desarrollaron de manera paralela a la Oil&Gas.
Con una visión similar, PanAmerican Energy encaró un programa parecido para formar "company men" (ver aparte).
Con Marcelo Riquelme de Petrobras como moderador, la mesa redonda atrapó al público especializado que, además, tuvo a su disposición un enorme abanico de charlas técnicas en las aulas del espacio Duam, que se desarrollaron durante la mañana y la tarde del miércoles y jueves.
Bedotti contó que San Antonio detectó un serio problema de formación de ingenieros para la industria petrolera y de técnicos en la escuela media. "Además nos dimos cuenta de que todos vamos a buscar lo mismo al mismo lugar", añadió.
El programa de formación de ingenieros que encararon supone un trabajo de un año, durante los que los participantes rotan en las áreas de perforación, exploración y producción, y soporte, con aprendizaje in situ, y la asistencia y acompañamiento de tutores y mentores.
Buscaron graduados de las carreras de Ingeniería en Petróleo y en reservorios, menores a los 30 años. Este año recibieron 3.000 currículums y seleccionaron a 27 personas.
En el camino hallaron algunas dificultades, como la lógica de temor de muchos de ser desplazados por los ingresantes, además de asuntos de logística y de incumplimiento de ciertas metas, puesto que gran parte de la formación ocurre en el campo, al pie del equipo.
Para Bedotti, el plan es un éxito, al punto que ya hay desde el 2012 hasta ahora 47 ingenieros que pasaron por la formación y se integraron al plantel de ingenieros de la compañía. Creen que es el camino para lograr la necesaria renovación en un área sensible y clave del negocio.