Recientemente la empresa YCRT festejó con pompas, actos y la presencia del gobernador Peralta, la llegada de una “nueva máquina” ferroviarias (de 12 compradas), equipos considerado “esencial” para el transporte de carbón, piedra caliza y cenizas, entre la Termo Usina de Río Turbio y Punta Loyola. Sin embargo, a pesar de este relato dispuesto por el Interventor Atanasio Pérez Ozuna, la situación es completamente distinta y existe la sospecha de estar ante un uso político de los anuncio y de un gran negocio que se llevará adelante, para proveer de insumos a la planta generadora de energía.
Hace un mes atrás, con la presencia del gobernador Peralta, el Interventor de YCRT Atanasio Pérez Ozuna y funcionarios del área de energía, se presentó en el puerto de Punta Loyola (a 25 kms de Río Gallegos) una locomotora, de 12 compradas, adecuadas para la trocha minera, en el trayecto ferroviario entre Punta Loyola-Río Turbio ( 290 kms), reparadas por la firma búlgara Ferrit SRL, representada en el país por la firma Altea Consultores SA.
Las máquina de 54 tonelaje (Nº 402, rodado de la foto estando en Bulgaria/ Revista Rieles) fue catalogada por el Interventor Pérez Ozuna, como “material esencial para renovar el equipamiento ferroviario” y allí quedó hecha la presentación, tras la promesa que personal búlgaro arribará próximamente a Río Turbio para capacitar al personal, en el manejo de las máquinas.
(NdR: en nota posterior, hablaremos concretamente de las verdades y mentiras sobre estos equipos, lo que se pagó, la antigüedad y la utilidad que prestarán)
Discurso y realidad
Mientras todo esto ocurría en el Puerto de Punta Loyola, por una realidad absolutamente distinta, transitaba el mismo Interventor que prometió poner en marcha el complejo ferroportuario, usando como argumento, para sostener la necesidad de la compra de 12 locomotoras, el acarreo de piedra caliza y evacuación de cenizas a la nueva usina de Río Turbio, próxima a entrar en servicio, al decir, públicamente, que la piedra caliza necesaria para la usina (otro tema que OPI abordará puntualmente en otra nota), será acarreada hasta Río Turbio en camiones.
El 5 de septiembre de 2014, el Interventor Atanasio Pérez Ozuna, sin filtro y como desentendiéndose de las promesas ferroportuarias que hizo al pueblo de Turbio y a los empleados de la empresa YCRT, dijo en Patagonia Nexo, un medio de la cuenca, que la piedra caliza será transportada desde una cantera ubicada a 120 kms de Comodoro Rivadavia (Chubut), en camiones.
Aquí radica el primer contrasentido entre todo lo que se dice y lo que se practica. La piedra caliza será traída desde 1.200 kms de distancia, con lo cual, teniendo en cuenta la demanda que tendrá el complejo, se estima que unos 30 camiones diarios (900 al mes) deberán hacer el trayecto con un costo aproximado de unos 30 mil pesos por camión, solo en flete, es decir, aproximadamente unos 900 mil pesos diarios de gasto de acarreo de caliza.
Debido a que la Central Termoeléctrica de Río Turbio, tendrá un consumo diario de 360 toneladas de caliza por día, lo cual equivale a unas 10.800 toneladas mensuales de esta piedra, el costo mensual de mantenimiento para al provisión de caliza (y solo por este concepto) ascendería a los 27 millones de pesos.
Esta situación, que se encargó de poner en la opinión pública el mismo interventor deja claramente establecida dos lecturas posibles: O la puesta en servicio de las máquinas ferroportuarias es una falacia y solo se realiza la publicidad del caso para dejar tranquila a la población de la cuenca carbonífera, que está pendiente de la reactivación del sistema minero/ferroportuario, a partir de la Termo Usina, o hay un gran negocio ya establecido, pactado y acordado con algún empresario /empresarios que aportarán su flota de camiones para hacer un millonario negocio mediante el acarreo incesante de este material indispensable para el funcionamiento del complejo energético de Río Turbio.
Un dato accesorio, pero no menos importante para quienes vivimos en la región, es el daño (no calculado) que le producirá a la ruta nacional Nº 3, la cual hoy, sin ese aumento del tráfico pesado, se encuentra en regulares/malas condiciones. El aumento intensivo de la circulación de camiones cargados, impactará aún más sobre su mal estado actual, lo que además, generará un flujo permanente de tránsito pesado que dificultará notablemente el desplazamiento de autos particulares y medios de transporte. Hasta ahora ni Vialidad provincial ni Nacional, se han expresado al respecto. Provincia y nación, ni siquiera lo mencionaron.
Acción y reacción
Esta situación planteada por el propio Ozuna en sus declaraciones, generó la reacción del gremio La Fraternidad que en una nota del día 11 de septiembre de 2014, le cuestionó al Interventor esta suerte de “sinceramiento”, al dejar en claro que toda la movilidad de insumos y materiales se hará por vía terrestre y por lo tanto los ferroviarios se preguntan con toda legitimidad ¿Qué inversiones van a realizar en el sistema ferroportuario si ya tienen calculado al detalle, cuánto y cómo y de dónde van a traer la piedra caliza, que inicialmente iba a ser transportada en ternes desde Puta Loyola?.
En una nota del 21 de mayo de este año, el sindicato de conductores de trenes le había observado al Interventor la falta de gestión y también le reprocharon su “silencio” sobre la verdadera inversión que se esperaba para el ferrocarril de YCRT. En la última nota del día 11 le dicen “Su sinceramiento es una respuesta a nuestra nota anterior, en consecuencia, no debemos esperar inversiones para el ferrocarril y el puerto, dado que transportará todo en 900 camiones mensuales, incorporando a gente de su comunidad”.
Pero el Secretario General de la Fraternidad, Alejandro Tajes, fue más allá y remarcó “En realidad esta cuestión no es extraña, ya que hace años que por el ferrocarril no se transporta nada y todos estos grandes componentes e insumos llegan hasta el puerto de Punta Quilla (Puerto Santa Cruz) y de allí es traído en camiones a través de 700 kms, hasta Río Turbio”.
¿Cuándo mintió el Interventor?
Teniendo en cuenta lo que Atanasio Pérez Ozuna dijo, recientemente, que acarrearán la piedra caliza en camiones y contraponiéndolo con lo que dijo en una nota periodística del jueves 3 de enero de 2013 en Tiempo Sur, cuando se alistó una comisión de YCRT constituida por el Gerente del Explotación Lisse y los agentes Cristian Santana y Fabián Vidal, para la inspección de dos nuevas locomotoras, según se expresó entonces en medio de “un programa de Modernización Integral del Yacimiento Carbonífero”, cabe preguntarse en cuál de las dos oportunidades el Interventor no dijo la verdad.
“Una vez arribado el material rodante a Río Turbio – indicaba el diario ese día- presumiblemente a fines de febrero de 2013, tras 55 días de viaje por mar, se le efectuarán (a las locomotoras) las pruebas con carga completa y con 150 horas de funcionamiento a fines de febrero, contando con la presencia de técnicos del país europeo.
Si la misma pasa bien dichas pruebas en Rio Turbio en el mes de febrero, será ese el momento para aceptar la recepción definitiva y comenzar a brindar servicios para el transporte de carbón al puerto de Punta Loyola y traer caliza desde puerto Loyola para la usina de 240 Mw”
Habría que preguntarse, entonces, qué surgió entre aquella decisión de comprar 12 máquinas checas y el anuncio (un año y medio después) de que el acarreo de piedra caliza se hará en camiones?.
De las 12 locomotoras, recientemente solo llegó una a Punta Loyola porque estuvo demorada un año y medio en la Aduana Argentina. Esa máquina aún no arribó a Río Turbio, porque no puede transitar por el deficiente tendido ferroviario ni tiene quien la conduzca, a la espera del personal búlgaro. Habría que preguntarse si es sustentable económicamente esta compra, dado que, de acuerdo a los cálculos, solo de flete y traslado, se maneja una cifra superior al valor de cada máquina, teniendo en cuenta que el rodado data de los años 60 o antes.
Respuestas que debería darlas el Interventor, pero obviamente, no creemos suceda; razón por lo cual seguiremos informando a la opinión pública, de los pormenores de estas compras y negocios que hace YCRT y los cuales, no siempre están bien informado, poco comunicados y por supuesto, jamás ventilados en sus verdaderos términos.