El Directorio de la empresa Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) reconoció a Juan Alberto Cerisola como uno de los representantes de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) ante ese cuerpo. La decisión consta en el acta N° 554, de la sesión del miércoles 17 de septiembre, a la que tuvo acceso LA GACETA. En aquella se trató un único tema: las resoluciones 704/014 y 705/014, mediante las cuales el martes 2 del mes pasado el Consejo Superior de la UNT nombró a Alfredo Grau y a Faustino Siñeriz directores por esa casa ante YMAD. La firma minera consideró inválidos esos documentos, y ratificó la plena vigencia de la resolución 031/2014, por la cual se había designado al ex rector.
El jueves, en nombre de Cerisola, Silvia Peyracchia pidió tomar vista de las actuaciones vinculadas con aquellas designaciones, para impugnar, sobre la base de que él ocupa una de las dos direcciones que corresponden a la UNT en YMAD. El 10 de junio, Bardón lo había designado -resolución 031/2014- para que reemplace a Fernando Valdez, que había dimitido el 11 de mayo, tras asumir en la Legislatura. Esta decisión rectoral respondía a un comunicado de YMAD, que pedía que la UNT “disponga la cobertura del cargo hasta completar el mandato que (Valdez) hubiera debido cumplir”. La gestión de este finalizaba en marzo de 2016. Cerisola impugnará el nombramiento de Grau, porque Siñeriz -que también está en funciones como director por la UNT en YMAD- había sido designado el 15 de julio (resolución 237/2014), para sustituir a Florencio Aceñolaza, cuya gestión había cesado en junio.
Ayer, en una entrevista publicada por este diario, la rectora Alicia Bardón había deslegitimado la designación de Cerisola y afirmado que Grau y Siñeriz cuentan con la legitimidad de haber sido nombrados por el voto de prácticamente la totalidad el Consejo Superior. Además, había dicho que tales nombramientos responden a un cambio que su administración impulsa para la política en YMAD. “Se llegó al consenso con relación a un perfil profesional, académico y humano. Ambos responden a preocupaciones concretas, sobre la responsabilidad ambiental que le cabe a la UNT en un período en que la explotación de La Alumbrera se está terminando”, había precisado.