El responsable de la estatal YPF dijo que se juntó con el empresario para “darle una mano”.
El CEO de YPF, Miguel Galuccio, durante su presentación en el plenario de comisiones del Congreso para defender el proyecto de nueva Ley nacional de Hidrocarburos, confirmó que se ha reunido “varias veces” con el titular de IMPSA, Enrique Pescarmona, para interiorizarse de la situación de la empresa y evaluar técnicamente de qué manera la compañía insignia del grupo mendocino, podría competir en el negocio petrolero.
La respuesta de Galuccio, estuvo en sintonía con las gestiones que había afirmado haber hecho el gobernador Paco Pérez para que la petrolera estatal le diera trabajo a IMPSA, en crisis desde principios de setiembre, cuando anunció que no podría hacer frente a vencimientos de obligaciones negociables, por deudas millonarias (de hasta 1.200 millones de dólares) por obras realizadas en Venezuela, en mayor medida, y en Brasil.
Justamente unos de los reclamos de la empresa de Pescarmona, es que en el país, tiene apenas algunos proyectos menores, y que la falta de trabajo en Argentina más los incumplimientos del Estado venezonado sobre todo, la habían llevado a la situación de crisis, poniendo en riesgo 1.000 puestos de trabajo directos y otros tantos de pymes metalúrgicos que dependen casi exclusivamente de lo que IMPSA requiera.
La respuesta de Galuccio fue a una pregunta que le hizo el senador nacional mendocino Adolfo Bermejo, referente del poderoso sector azul que comanda Juan Carlos Mazzón y ya lanzado como precandidato a gobernador en las elecciones del año que viene. Con mucho tacto, después de adelantar que apoyará con entusiasmo el proyecto de nueva Ley de Hidrocarburos, Bermejo quiso saber qué había de cierto en los supuestos contactos entre YPF e IMPSA. “¿Ha habido conversaciones para que Pescarmona incursione en la construcción de equipamiento para petróleo?”, inquirió el legislador mendocino.
“Sí, lamentableente no puedo dar muchos detalles, pero he estado reunido con Enrique (Pescarmona) en varias oportunidades”, comenzó Galuccio, y ratificó lo adelantado por Pérez hace dos semana cuando el CEO visitó Mendoza. “Por supuesto está en el espiritu de YPF ayudar, y valoramos mucho la mano de obra calificada que se ha desarrollado en IMPSA”, agregó.
En ese sentido, dijo que “trataremos de ayudar a buscar una salida para que entre IMPSA en el negoico petrolero, y unas de las cosas que hemos discutido está la posibilidad de que la empresa haga aparatos de bombeo mecánico, las famosas cigüeñas. Hay que ver si son económicamente viables, pero nosotros tenemos la intención de compartir nuestra capacidad técnica para ver si IMPSA podría adaptarse y poder ser un competidor en el mercado de aparatos de bombeo mecánico que es un elemento que se utiliza en toda la industria en Argentina”.
La ratificación de Galuccio de lo que había adelantado Pérez es una victoria política para el mandatario mendocino, aunque sin resultados concretos por el momento. Incluso antes de que IMPSA anunciara su crítica situación, Pérez ya había designado a cuatro ministros para que buscaran salidas para la empresa, y trajo a Carlos Tomada para analizar la situación en Mendoza.
Sin embargo, los Repro que solicitó IMPSA a la Nación aún no aparecen y la paciencia de las casi 100 pymes que dependen de la firma para subsistir ya muestran signos de agotamiento. Hay nada menos que 1.000 puestos de trabajo indicrectos, más un número similar de trabajadores de IMPSA, en su gran mayoría con alta calificación en trabajos muy específicos.