Amado Boudou quedó a un paso de afrontar su primer juicio oral y público como funcionario, luego de que la Cámara Federal porteña confirmara su procesamiento en la causa en la que se lo acusa de falsificar documentación en el registro de un automóvil marca Honda de su propiedad. Así lo dispuso la Sala II, que ratificó de forma unánime el fallo de primera instancia que había dictado el juez Claudio Bonadio.
La decisión se produjo el día siguiente a la visita de Boudou a los tribunales de Comodoro Py para registrar sus huellas dactilares. "Las pruebas colectadas permiten afirmar que la intervención concreta de Amado Boudou, adquirente y poseedor del rodado, estuvo dada por el aporte de los datos necesarios para la confección de la documentación estando en conocimiento de las falsedades que en ella se habría de insertar", sostuvieron los camaristas Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah. El Vicepresidente está procesado por las presuntas irregularidades en la documentación de uno de sus autos, un Honda CRX Del Sol 1992, que un año después fue entregado a una concesionaria de Mar del Plata como parte de un pago por una camioneta. Según la Cámara, se falseó información en los formularios 08, 12 y 04 y en un DNI de Boudou.
"El informe scopométrico glosado a fs. 302/303, da cuenta que no corresponden a Boudou las firmas que se estamparon en los rubros "K" comprador, "M" observaciones y "N" firma del autorizante", explicaron los camaristas en el fallo.
Por otra parte, en el duro informe de la Cámara se indicó que se falseó el número de motor del auto y al trámite de transferencia se adjuntó una fotocopia del DNI de Boudou que es falsa. Para la Cámara, Boudou "participó con conocimiento y voluntad de los hechos reprochados" y descartó la defensa que hizo en la que culpó a los gestores que hicieron los trámites: "Resulta poco creíble que tal circunstancia pasara desapercibida para el imputado", dijo.
El Vicepresidente también está procesado por negociaciones incompatibles con la función pública y cohecho en el marco de la causa Ciccone, que instruye el juez Ariel Lijo y que también está siendo revisado por la Cámara Federal. El martes, la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones hará la audiencia de apelaciones y luego resolverá si confirma o revoca el procesamiento de Boudou.
La aceleraron los tiempos de manera dramática para Amado Boudou. El vicepresidente quedó ayer a las puertas de ser sometido a un juicio oral y público, acusado de insertar adrede datos falsos en la documentación de un viejo auto convertible que compró hace 20 años para regularizar los papeles del vehículo.
Los jueces de la Sala II de la Cámara Federal, Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, confirmaron por unanimidad el procesamiento de Boudou por el delito de falsedad ideológica de un documento, que se castiga con penas de uno a seis años de prisión.
La defensa del vicepresidente, a cargo de los abogados Jacobo Grossman y Martín Magram, todavía puede ensayar recursos para evitar el juicio, pero el trámite que corresponde ahora es que el juez Claudio Bonadio le mande el caso al fiscal Guillermo Marijuan, que tiene seis días para decidir si requiere la elevación de la causa a juicio. Con este trámite cumplido, el juez se lo preguntará a la defensa y decidirá el cierre de la instrucción y la elevación del caso a juicio.
Cuando esto ocurra, se sorteará un tribunal oral que intervenga, que deberá ponerle fecha al proceso. Los tiempos se aceleraron de manera dramática porque todo puede ocurrir antes de fin de año y será una decisión política del tribunal al que le toque intervenir cuándo realizará este breve proceso.
Boudou, a su vez presidente del Senado, está protegido por fueros que le dan la inmunidad de detención. De todos modos, una eventual condena sería de ejecución condicional. Pero una sentencia así, antes de que concluya su mandato, le impediría seguir en el cargo por razones más políticas que jurídicas.
Mientras este proceso sigue adelante, la otra sala de la Cámara Federal realizará la semana próxima una audiencia sobre la causa en la que Boudou está acusado de apropiarse de la imprenta Ciccone, que imprime papel moneda. Una vez que los camaristas Farah, Eduardo Freiler y Jorge Ballesteros escuchen a las defensas, estarán condiciones de resolver si confirman o no su procesamiento. Al mismo tiempo, corren en paralelo media docena de investigaciones por otros delitos donde Boudou se encuentra imputado.
En este caso, los jueces de la Cámara Federal entendieron que Boudou "participó con conocimiento y voluntad" en la inscripción irregular de su Honda CRX, patente WYT 716, modelo 1999.
Ese convertible fue adquirido por Boudou en una agencia de autos marplatense y en 2003 inició los trámites para cambiar su radicación. Pero, según enumeró la Cámara Federal, las firmas de Boudou y de su apoderado en el certificado para transferir el auto (08) eran falsas, así como las de la escribana que intervino y la foja notarial de certificación de firmas. Además, figura en el formulario un número de motor que no es el que tenía colocado el auto, pues el anterior se había fundido. Ademas es falsa la verificación policial, el sello es apócrifo y el formulario para inscribir el auto en otra jurisdicción (04) contiene una dirección inexistente que figura en la certificación falsa de una fotocopia de su DNI.
Boudou argumentó que es ajeno a la maniobra que realizaron los gestores. Dijo que éstos perdieron el formulario 08 que les entregó y que falsificaron los documentos para completar el trámite. Pero los camaristas notaron que en uno de los registros un escribano consignó un domicilio de Boudou en San Telmo y dijo que el dato se lo había proporcionado el vicepresidente o lo habían sacado de su DNI. Se trataba de un departamento en el piso 10 de un edificio que sólo tenía nueve pisos. Por eso, los jueces no le creyeron al vicepresidente.
"Las pruebas colectadas permiten afirmar que la intervención concreta de Amado Boudou, adquirente y poseedor del rodado, estuvo dada por el aporte de los datos necesarios para la confección de la documentación estando en conocimiento de las falsedades que en ella se habrían de insertar", escribieron.
El delito de falsedad ideológica se produce cuando hay un perjuicio por los datos falsos colocados en el documento. Por eso los camaristas analizaron que con los papales falsos se perjudicó el cobro de impuestos y el trabajo del Registro de Propiedad Automotor, que nunca pudo notificar a Boudou para que regularice sus papeles. La operación afectó los derechos de la ex esposa de Boudou Daniela Andriuolo, que reclama la mitad en su divorcio porque se transfirió después de la compra, que ocurrió en el matrimonio.
LA AFIP PIDIÓ ANULAR UN REMATE
La AFIP pidió ayer a la Justicia anular el remate de la camioneta BMW X6 del financista Leonardo Fariña, preso por evasión fiscal. La presentación se realizó ante el Juzgado Federal N° 2 de La Plata, a cargo de Adolfo Ziulu. La AFIP sospecha que pudo haber una connivencia entre el comprador y Fariña, El comprador fue Carlos Antonio Linares, inscripto en la categoría D del monotributo, que establece un máximo de facturación anual de $ 96.000. La camioneta fue subastada en $ 644.000.
La AFIP dijo que Linares se retiró en una camioneta Amarok con el rematador Ricardo Fronzay, que realizó un reporte de operación sospechosa de lavado de dinero.