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DEBATE
Daniel Jerez: los efectos de los tributos provinciales en Proyectos Mineros

Cómo impacta la variada tributación argentina en los proyectos y operaciones mineras. La comentada y esclarecedora exposición del geólogo y economista cordobés en la reciente Argentina Mining 2014.

01/10/2014

Efectos De Los Tributos Provinciales En Proyectos Mineros

Mining Press / Argentina Mining

(Por Daniel Jerez*) El Valor Presente Neto es la herramienta que más se utiliza para medir y yo lo uso para mostrar el impacto que pueden tener los Impuestos en los Proyectos y, además, para desmitificar el tema del saqueo minero y que no se pagan tributos, y para demostrar cómo se beneficia el Estado a partir del desarrollo de un proyecto.

Parto con lo que era un proyecto minero factibilizado en el año 2012, en una buena etapa del ciclo de precios, y muestro cómo estaba cuando se factibilizó y cómo fue cambiando en función de los tributos y sensibilidad a las variables. La principal variable que se analiza puede ser el precio y ahora la realidad nos pegó y los precios bajaron, por lo cual es más fácil trabajar mostrando el impacto real. Por entonces, los precios eran de US$ 1650 para el oro y US$ 32,50 para la plata. En ese esquema, en la evaluación económica nos daba que el Margen Operativo era del 50,1%, eso sería el Flujo de Fondos que generaría este proyecto. En cuanto a la baja de precios, yo tomé el oro a US$ 1350 y la plata a US$ 24. De todos modos, se ve el impacto aún con esa baja de precios, que es menor a la que tenemos en este momento.

El modelo en el que trabajé es un epitermal de oro y plata con 3 millones de ton de reservas de mena, por explotación subterránea, con una ley media de 7 gr de oro y 480 gr de plata. Produce un 50% de doré y un 50% de concentrado. La inversión inicial es de US$ 295 millones y a lo largo del proyecto de vida corta unos US$ 106 millones de reinversiones en desarrollo para seguir explotando todo el recurso que estaba medido al iniciar la teórica explotación de este yacimiento. Dos años de construcción y dos años de producción. Sobre ese esquema, los tributos y regalías que apliqué son 2,55% para el concentrado, Regalías para el doré 1,85%, Derecho de Exportación para el concentrado del 10% y 5% para el doré, Impuesto a los Débitos Bancarios del 0,6%, Impuesto a las Ganancias el 35% (eso era para el año 2012) y la Tasa de Descuento que usé para calcular el Valor Actual Neto (VAN) del 10%. Se invirtió algo en el primer año y en el segundo año de construcción se hace la inversión fuerte. Y a partir de ahí, la mina empieza a producir teniendo algún pico en el tercer año, después vuelve a tener otro pico porque hay una reinversión para el desarrollo de nuevos sectores de la mina y finalmente hasta el cierre, el octavo año de producción.

En principio, si nosotros tomamos los estados resultados, del promedio de todos los estados de pérdidas y ganancias que tendría este proyecto si lo promediamos -porque hay años donde habrá más ganancia, otros menos-, daría que durante la vida de este proyecto el 50% de lo que vendemos va a parar a los terceros, a proveedores fundamentalmente y a pagar salarios. Los primeros dos sujetos son la empresa que desarrolla el proyecto y el Estado que es un actor que participa de los beneficios. Ese 50% que toman los terceros deja que el Margen Operativo sea del 50%, que es lo que finalmente se reparte entre el Estado en sus distintos estamentos y la empresa.

No es lo mismo el valor que pueden tener hoy esos US$ 20 millones que al octavo año. Entonces, lo que se hace es aplicar una tasa como si fuera la de interés al revés, la Tasa de Descuento, y se saca el valor actual para poder comparar valores al momento de la decisión. Para analizar la evolución de los flujos de fondos del proyecto, acumulando todo eso que teníamos año a año, previamente habiéndolos descontado, lo que vamos a tener es que el Estado participa desde el comienzo del proyecto y empieza a cobrar impuestos antes de que la mina empiece a producir o aunque no lo haga, como ha pasado con PRC y Pascua Lama. El Estado todo el tiempo tiene flujo acumulado positivo y la empresa acumula a valores descontados. Por ejemplo, US$ 300 millones el segundo año tiene sumergidos en el proyecto y a partir de la producción empieza a recuperar y como en 5° año recién tiene el primer flujo de fondos positivo. Eso es importante analizar porque la actividad minera es distinta que otras actividades.

Es importante que sepamos que nuestra actividad se diferencia porque, en general, cuando el proyecto termina, no tenemos ningún valor residual al final. Es decir, todo lo que hagamos tiene que cerrar hasta el final. Uno invierte en algo que al irse no habrá nada y encima tiene que pagar el costo de remediación. Hay un flujo de fondo negativo al final.

Este proyecto tendría para la empresa un VAN de US$ 252 millones, habiendo invertido casi US$ 300 millones y para el Estado tendría un valor cerca de US$ 300 millones, habiendo invertido cero. Cuando los valores no están descontados, esto significa que de ese pedacito de la torta la empresa se queda con el 53% y el Estado con el 47%, pero eso es a Valores No Descontados. Cuando tomamos lo que es realmente a Valores Descontados para poder comparar, el Estado capta una mayor parte de la renta. En este esquema, con un margen operativo del 50% y con los precios del 2012 y la estructura impositiva que se aplicaba en ese momento, el Estado se quedaba con el 54% del VAN. Es bueno tener una referencia internacional, comparemos entonces con Chile y Perú. Ese mismo proyecto, con las mismas características y condiciones, con la excepción de la estructura tributaria, nos daría que en Perú tendría un VAN para la empresa de US$ 285 millones y en Chile de US$ 328 millones. O sea que, desde ese punto de vista, ya tenemos un problema de competitividad si analizamos solamente cómo la estructura impositiva afecta a la posibilidad de lograr una inversión en un proyecto en la Argentina y uno en otro lado.

El problema es que en 2013 se cayeron los precios y considerando una baja para el oro del 18,2% y para la plata del 26,15%, el Margen Operativo baja al 36,2%. Los costos son mucho más resistentes a la baja que los precios. Los precios pueden bajar de un día para el otro o en un par de meses de una forma importante y los costos quedan ahí. Puede ser que si la baja de precios se mantiene, los costos empiecen a bajar porque bajan las expectativas. Pero, en principio, los costos no bajan nada. Es más, puede seguir con la carrera ascendente en el momento que los precios están bajando.

El 64% de esa torta, el VAN se reduce a US$ 78 millones sin haber cambiado la estructura impositiva. A todos los países nos afecta la baja de precios, nos afectaría por igual si no tuviéramos este cambio en esta variable que es la estructura impositiva. El VAN baja para los 3 países. La situación se complica pero, por ejemplo, en la Argentina, en el 2012, el VAN era del 77% y bajo el esquema de precios del 2013 el VAN sería el 57% con respecto al del Chile, o sea que la baja es más que proporcional la que pasaría en nuestro país, a la que tendría el VAN del proyecto.

Tenemos una variable más. Lamentablemente, a fines del 2013, apareció el nuevo impuesto del 10% sobre la Distribución de los Dividendos que eso significaría que la tasa del Impuesto a las Ganancias, en lugar de ser el 35% fuera del 41,5% y el impacto es que en la Argentina -Perú y Chile no han cambiado sus estructuras- tendríamos una situación un poco menos positiva que la que tienen los proyectos en otros países.

 

LAS PROVINCIAS

El Impuesto Inmobiliario a la actividad minera en Santa Cruz es uno de los impuestos más desquiciados que se puede encontrar desde el punto de vista de la atracción para la inversión. Porque ese impuesto grava con una alícuota del 1% a las reservas mineras de la factibilidad. O sea, que no importa si el proyecto minero está produciendo o no. Una vez que la factibilidad está aprobada, empiezan a cobrar el impuesto sobre el total de las reservas, o sea, que la carga impositiva más fuerte está en el peor momento para conseguir las inversiones, que es cuando empiezan a trabajar el proyecto. Pero lo corrigieron un poquito, permitieron una deducción del 45% con lo que finalmente la tasa es del 0,55%. Cobran una enorme porción y obligan a que la inversión sea mayor en el momento que es más difícil conseguir dinero, en los primeros años, y a medida que las reservas se van agotando, eso disminuye. Eso afecta muy fuerte al VAN del proyecto, porque los primeros años son los que se actualizan con una menor tasa y son los que tienen el mayor peso en el VAN y ahí lo suben. Entonces, el golpe que sufre es que quedan US$ 194 millones de VAN para ese proyecto en el año 2012, pero si le sumamos la baja de precio al Impuesto Inmobiliario Minero eso hace que este proyecto en Santa Cruz, que antes tenía US$ 252 millones de VAN, pase a tener US$ 32 millones y se empieza a complicar para explicarle a alguien que quiera invertir en ese proyecto. Si le aplicamos el Impuesto sobre la Distribución de los Dividendos, llegamos a que el VAN es de US$ 20 millones. Entonces, en un comparativo, tendríamos que de los US$ 250 millones por separado, el impuesto lo baja a US$ 194 millones, la baja de precio a US$ 78 millones, combinado lo llevan a US$ 32 millones y si le sumamos el de los dividendos llegamos a US$ 20 millones.

San Juan establece Regalías del 3% del Valor Bruto sobre las exportaciones, en lugar del Boca Mina y los Fideicomisos por el 1,5% del Valor Bruto de Ventas. Esto sube la carga impositiva, pero de algún modo es más benévolo porque esos fideicomisos van a la creación de la infraestructura y directamente a los departamentos productivos de la provincia y eso es bueno. Esto bajaría el VAN como a US$ 230 millones y con la baja de los precios estaríamos como en US$ 58 millones, sumados los dos efectos, y tendríamos que finalmente, con los impuestos y todos los problemas de baja de precio, llegaría a US$ 45 millones.

El esquema de Chubut, un proyecto proponía calcular un total de alícuotas con distintos nombres que llegaba al 12% sobre las ventas brutas. Eso tiene encima el 5% o 10% de Retenciones a las Exportaciones y, además de eso, sobre la utilidad operativa aplicaban un 7% que iba a parar a la empresa estatal Petrominera. Pasaba el 8% de recaudación directa a la provincia, sobre todo lo que paga el proyecto. Si analizan eso viendo solo una parte, la provincia iba a recaudar ahora el 45% de los impuestos que pagaba el proyecto y en las condiciones del 2012 el VAN bajaba a US$ 147 millones, era difícil de explicar a los accionistas o a quien venderle el proyecto. Después se complicó un poco más, viene la baja de precio. Con la baja de precio y la suma de estos impuestos chubutenses, el VAN del proyecto era de US$ 3 millones y si le aplicamos los dividendos pasa a ser negativo. Un proyecto que era viable y que con modificaciones combinadas de los cambios de los precios –los precios son la variable más sensible para los proyectos-terminaba siendo un proyecto con VAN negativo.

En Jujuy se crea el JEMSE que es una empresa estatal minera y la empresa minera le ofrece el 8,5% de las acciones con un préstamo para que le compre ese 8,5% de las acciones, por lo cual el JEMSE se queda con ese porcentaje de capital sin poner para la construcción ningún dinero, que lo devuelve con las utilidades que vaya percibiendo de ese 8,5%. A partir de ahí, empieza a cobrar los dividendos netos. Eso da que de los US$ 252 millones, para la empresa bajaba a US$ 222 millones, cuando bajó el precio bajan las ganancias tanto de los beneficios que podía recibir el Estado  por impuesto, como a la empresa. A través de los dividendos, baja a US$ 77 millones y después con el 10% de los dividendos, y el efecto final es de US$ 57 millones para la empresa.

Salta es una de las provincias con  más posibilidades de desarrollar proyectos mineros de envergadura, distintas de las que mencioné hasta ahora, no ha puesto ningún impuesto especial sobre la actividad minera y mantiene la estructura impositiva de la Ley 24196, independientemente de los cambios que hubo a nivel nacional. En el año 2012, sin bajar los precios, sería más competitiva que las otras provincias porque mantendría los US$ 252 millones. San Juan estaría en US$ 228 millones, Jujuy en US$ 221 millones, Santa Cruz en US$ 194 millones y Chubut quedaría en US$ 147 millones. En  San Juan, el aumento en la alícuota es relativamente chico -del 3% al 4,5%-, pero el hecho de cambiar del Valor Boca Mina a las ventas brutas hace que ahora la incidencia de un impuesto crezca proporcionalmente. El esquema de Jujuy es más benigno que el de San Juan, porque toma parte de los dividendos que  finalmente se aplican sobre el margen operativo, sobre las ventas brutas.

El supermodelo Santa Cruz, que es una cosa terrible, lo deja casi en un tercio y con el modelo de Chubut ni siquiera puede concretarse la inversión. No hay que olvidarse del tema externo, pero si comparamos con el exterior no somos los dueños de todos los yacimientos del mundo, hay opciones parecidas en muchísimos países. No tienen por qué venir si no ofrecemos ninguna condición que, por lo menos, estemos más o menos parejos con el promedio internacional. Ese mismo proyecto, con todos los cambios que hubo en el 2014 podría tener, sin cambiar ninguna otra variable que el precio, un VAN de US$ 138 millones y US$ 117 millones en los dos países vecinos. Mientras que en la Argentina, en el mejor de los casos, tendría US$ 62 millones.

CONCLUSIONES

La estructura impositiva es una herramienta de política económica, no es una herramienta para juntar fondos para el Estado. Es algo que íncide sobre toda la actividad económica, no solo sobre recaudación de impuestos porque incide, fundamentalmente, en la inversión. Hay que tener claro ese concepto, de que no es una herramienta recaudadora, sino de política económica. No es conveniente tomar decisiones sobre escenarios de corto plazo. Está bien captar la renta, pero hay que hacerlo con herramientas que sean automáticas.  Cuando la renta del proyecto sea mayor, la tasa impositiva será mayor y cuando la renta baje la tasa será menor porque con eso estamos disminuyendo el riesgo. Un concepto que es importante, estamos metiendo más reservas dentro del área económica explotable del yacimiento. Porque, sino, se sube la Ley de Corte y lo que estamos haciendo es desperdiciar reservas.

Una política que hiciera que, cuando tenemos períodos de baja de precio o de suba de costo, o hay un proyecto que tiene los costos más elevados que el promedio, pague menos impuesto porque, de esa forma, puede seguir trabajando. Además, estamos incorporando mayor cantidad de recursos dentro del circuito económico a partir de las reservas que no estamos dejando de lado por esto.

Se debe analizar y distinguir la alícuota de base imponible porque la alícuota es una cosa y la base imponible otra. Si uno aplica sobre una base imponible como es el valor de las reservas y sobre todo al principio del proyecto, aunque la alícuota sea baja, el impacto es enorme. La base imponible debe ser la utilidad operativa, de otro modo la estructura es regresiva. Eso quiere decir que se le cobra más al que menos gana. Esto sería que en un proyecto minero que tiene costos muy altos, se le cobra más impuestos proporcionalmente a un proyecto minero que tuviera costos bajísimos y una ley altísima.

Potencia el riesgo, porque en vez de amortiguar el riesgo en la estructura impositiva, es decir, que se cobren menos impuestos cuando bajan los precios, lo que hace es aumentar la carga impositiva cuando el beneficio es menor.

Aleja la inversión, deja afuera a los proyectos de menor rentabilidad, potencia la suba de la Ley de Corte y desperdicia recursos y empleos, y posibilidad de desarrollo para las personas. No solo hay que analizar la alícuota y base imponible, sino también cómo estamos con los competidores.

*Geólogo economista

Daniel Jerez: la comentada presentación en Argentina Mining 2014

 


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