Por Ivo Ribeiro | De Sao Paulo.

El conflicto empresarial entre los dos accionistas de control de Usiminas - grupo japonés liderado por Nippon Steel y Sumitomo y el grupo ítalo-argentino Techint / Ternium - expuesta el viernes abrió una crisis sin precedentes en la historia de una de las mayores fábricas de acero en América Latina. El resultado del caso, que se agravó a principios de este año y erosiona la coexistencia de los dos socios, era detener la minería y la Justicia ha programado la fecha para terminar.

Una acción de los argentinos en la primera Corte de negocios de Belo Horizonte comienza a tomar forma hoy. Los abogados de ambas partes, capitaneados por Mattos Filho, lado Ternium, y Pinheiro Neto, parte de Nippon, hoy comienzan una carrera. El embrollo también debe todavía llegar a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), sheriff del mercado de capitales, pidiendo explicaciones de los actos de la junta directiva en una reunión celebrada el jueves.

La gestión de Usiminas, de ahora en adelante, se ha comprometido, evaluar varias personas entrevistadas por valor desde el viernes, después de derramar el jugo en cada reunión de la junta tumultuosa que duró el día en el interior. Techint / Ternium tratando de conseguir desde el viernes una orden judicial para tomar las decisiones de la junta, a su nula disgusto. A partir de hoy de nuevo a la carga.

La reunión de los consejeros - tres miembros de cada uno de los dos principales accionistas de control, dos de la Caja de Empleados y dos minorías (fondo de pensiones Previ y Future Generation) - aprobó la destitución del director general de la empresa, el argentino Julián Eguren, y dos vicepresidentes, también argentinos, en una votación que requiere el voto de calidad del presidente, antes de anotar cinco votos a favor y cinco votos en contra.

Además de Eguren, se retiraron Basseti Paolo, quien se hizo cargo de las sociedades filiales, y Marcelo Chara, responsable del área industrial. En la misma sesión, también con marcador empatado y empatar el presidente, el vicepresidente de la empresa de tecnología, Erwin Romel de Souza, fue elegido como presidente temporal del acero.

Con Nippon, votó a favor de los miembros de juicio político de la minoría y Previ Generación. Ternium acompañó a los dos representantes de la Caja de Empleados: el presidente de la Organización para la Seguridad Usiminas, Rita Rebelo, y un consejero que representa a los trabajadores en la junta directiva.

La reunión era antipática enfrentamientos acalorados de representantes de Ternium y Nippon, retrataron el estado de ánimo de beligerancia que existe entre las dos partes durante casi un año. La proporción de la disputa entre los dos grupos capturados a finales de abril, el proceso de renovación de la junta directiva, o la elección de un nuevo, durante la junta de accionistas. El consenso en las decisiones estratégicas de la empresa, según lo dispuesto en el acuerdo de accionistas, firmado por 20 años, no estuvo presente en todo momento. Uno de los elementos es la elección de presidente. En el tablero, sin embargo, el presidente Paulo Penido Marques fue nombrado de nuevo, con los votos afirmativos de dos socios principales.

En la dirección ejecutiva de principios de mayo, la compañía ahora tiene una tarjeta de búfer debido a la falta de consenso de los dos controladores. Fue aprobado por el efecto del ejercicio. Pero continuó con el respeto a la ley establecida por la Corporación, según lo explicado por un abogado.

Esto puede abrir el camino para que las acciones de los accionistas minoritarios de Usiminas, con el argumento de que han sido perjudicados por las decisiones de gobernabilidad deficientes de los accionistas mayoritarios.

El punto crucial que llevó a la junta para programar una reunión los informes de auditoría externa se presentaron al Comité de Auditoría de la compañía en septiembre. Estos informes, de acuerdo con Nippon Steel, que confirman los problemas de cumplimiento (rompiendo las reglas de conducta) de los tres ejecutivos en su gestión. Estos problemas han sido identificados desde may 2012 por la auditoría interna. Problemas, un informe de los pagos en exceso involucrados Nippon de salario y bonos ejecutivos argentinos en la empresa sin la debida autorización bordo.

Ternium y sus abogados para impugnar tanto la reunión sin acuerdo previo de las dos reuniones de socios, así como los resultados de los resultados de las dos encuestas, desempatadas por el presidente. Las afirmaciones de que hubo una violación grave del acuerdo de accionistas.

Después de analizar los informes, informó Nippon Valor, el Comité recomendó a la Junta el despido de tres ejecutivos y el reembolso compañía pagaron en exceso cantidades.

Ternium y sus abogados confirmaron la auditoría interna, que se atribuye al presidente, y dos externas, ordenó en mayo a firmas independientes Deloitte y Ernst & Young (EY). Los informes externos fueron comisionados en acuerdo de los accionistas comunes.

Sin embargo, de acuerdo con Ternium y sus abogados, estos informes externos no han demostrado irregularidades en la gestión de los tres ejecutivos, ni la existencia de la intención de la empresa o de mala fe. Señalan que gran parte es un hecho que da cuenta de su gestión de Usiminas fueron aprobados por el consejo de administración y las asambleas de accionistas a finales del mes de abril de 2013 y 2014.

También informan de que esos valores, indicados por Nippon y el presidente de la junta, en referencia a las bonificaciones y remuneraciones dentro de una "política de los expatriados" - el argentino que llegó a trabajar en la empresa. Como información de Usiminas, más allá de los ejecutivos mencionados están más cerca de 30 funcionarios de nivel medio.

La pareja italo-argentino, además, que tales bonificaciones y salarios fueron pagados por el departamento de recursos humanos, de forma irregular, mientras se discute la aplicación de esta política en Usiminas. Pero que todos los pagos se volvió e interrogado por los oficiales después de la política de expatriados se aprobó en noviembre de 2012.

Nippon dice retribuciones indebidas fueron parcialmente devueltos y los pagos adicionales a los ejecutivos continuaron irregularmente para el buen tiempo.

Y contesta el Ternium y sus abogados que había un incumplimiento del acuerdo de accionistas con la celebración de la reunión y elección sin consenso en las reuniones anteriores de los dos controladores. Sostiene que el acuerdo de accionistas está sujeta a las leyes del país y que el propósito de la reunión era "mantener y garantizar la buena gobernanza de la empresa", basado en la recomendación del Comité de Auditoría. Sin embargo, había habido una falta de consenso también en la decisión del comité.

Las acusaciones de ambas partes son numerosos y muchos hechos aún tienen a surgir en los próximos días y semanas. Todo esto va a ser el blanco de Justicia en la sentencia del proceso de conflicto.

Para el socio argentino y sus abogados, el despido de tres ejecutivos refleja "una polémica que surgió en el bloque de control de Usiminas en relación con las reglas que rigen el nombramiento de los altos directivos." Y que los votos de los accionistas japoneses se "calculan en violación de los accionistas que regula los derechos de los miembros del acuerdo de control" de la compañía.

Un intento de esta manera se habría producido hace casi un año por un representante de la Sumitomo originario, que se fusionó con Nippon en 2012, proponer la renovación del mandato de la junta, con Eguren a cargo, ya que en 2016 era..

Los japoneses refutan esta teoría que la razón por la lucha se debe a la exigencia de la alternancia de gestión, lo que puede indicar un nombre, cada dos años, para el cargo de presidente ejecutivo. Lo que refuerza que el despido se debió a problemas de cumplimiento identificados en la empresa y verificado por auditorías independientes.

Según pudo saber Valor Económico, hubo una propuesta japonesa para nombrar Eguren, a pesar de los informes de cumplimiento en contra de él, ya que en dos años el presidente es un ejecutivo de su confianza. Los argentinos dijeron que quieren seguir ese acuerdo de accionistas, que se prolongaría hasta 2032.

Por Silvia Naishtat.

Aunque nunca fue un lecho de rosas, desde 2012 y de común acuerdo con sus socios japoneses, Techint dirigió Usiminas, la mayor productora de aceros planos de América latina con su cuartel general en Belo Horizonte, Brasil. Tener las riendas de una compañía de esa magnitud, no sólo afirmaba al principal grupo económico argentino en el firmamento global. También, representaba la contracara de lo que sucedió en el país de las últimas dos décadas con el avance de firmas brasileñas en sectores clave.

Pero la semana pasada y en lo que fue un golpe de timón por parte de su socio japonés, Nippon Steel, Julián Eguren, un ejecutivo de larga y celebrada trayectoria en Techint, fue desplazado de la conducción. Techint anunció ayer que recurrirá a la justicia en los tribunales de Belo Horizonte.

Se abre así una pelea entre dos socios estratégicos, ya que los japoneses comparten con Techint negocios en México. Nippon abarca a Nippon Steel, Mitsubishi y Metal One.

En cuanto a Usiminas, a la que Techint destinó US$ 2.660 millones, Eguren nunca la tuvo fácil. En medio de varios tipos de resistencias tuvo que identificar rápidamente los problemas en un conglomerado integrado verticalmente, con pérdidas multimillonarias y un plantel de 46.000 empleados.

Eguren puso manos a la obra, exhibió mejores ingresos y logró bajar la deuda. En el primer semestre de este año Usiminas obtuvo una ganancia neta de 350 millones de reales, que se comparan con la pérdida de 145 millones de reales en el mismo período de 2013.

Y, sin embargo, el socio japonés comenzó a distanciarse de su gestión y a votar distinto en el grupo de control, pese a los acuerdos previos, según deslizaron cerca de Techint.

Clarín intentó ayer comunicarse con Nippon y no obtuvo ninguna respuesta.

Lo cierto que la desconfianza creció a tal punto que ambos contrataron a dos consultoras para evaluar distintos gastos en varios niveles de Usiminas.

Y en eso están Ernest & Young y Deloitte.

El último viernes y en la que fue una votación empatada de cinco directores enfrentados a otros cinco, el presidente del directorio, designado por los japoneses, Paulo Penido, desempató y decidió la destitución de Eguren.

El grupo japonés posee en Usiminas un 28% de las acciones, mientras que Ternium (controlada de Techint en aceros planos) tiene 27% y los empleados, 10%. Un dato: el viernes votaron junto a Techint los trabajadores de Usiminas.

Eguren fue reemplazado por Romel Erwin de Souza, hasta ese momento vice presidente de tecnología de la siderúrgica. Con Eguren también se fueron de la conducción el director de subsidiairas, Paolo Bassteti y el director industrial, Marcelo Chara.

Techint señaló ayer que “la destitución es el resultado de una quiebra unilateral del Acuerdo de Accionistas del grupo de control por parte de Nippon Steel & Sumitomo Metal Corporation. Presente en Brasil desde 1945, Techint se ha destacado siempre por su ética, por el respeto a sus funcionarios y por el riguroso cumplimiento de los contratos”, indicó.

Los mercados tomaron nota de esta movida. Desde que se conoció la noticia el último viernes las acciones de Usiminas acumulan una caída de 7,2%.