En los últimos días, se retomó el diálogo entre la Unvenu y Ancap en la búsqueda de desarticular el paro previsto para ayer a nivel nacional en el suministro de combustibles.

Allí hubo un documento donde entre otras aspectos se mencionaba la demanda judicial. El domingo, directivos de Unvenu plantearon a jerarcas del gobierno volver a negociar sobre la base de ese documento y entregarle al departamento jurídico de Ancap los detalles de la demanda judicial. Y si se retomaban las conversaciones, la gremial suspendía el paro de actividades.

Ayer, el presidente de Ancap, José Coya señaló que este aspecto es fundamental para reencauzar el diálogo.

"Eso influye en la negociación. El juicio está planteado desde hace más de un año. La Justicia no nos ha notificado sobre la demanda. Es difícil avanzar en cualquier negociación sobre los costos, porque están vinculados a la paramétrica", dijo el jerarca ayer a Subrayado.

Sobre el cambio de postura de la Unvenu, Coya señaló que seguramente el paro fue levantado porque la gremial "visualizó el fracaso de la medida". Ya el viernes, cuando fracasó la primera tanda de negociación, Coya puso en duda el nivel de acatamiento que tendría el paro en las estaciones de servicio. El jerarca estimó que se adherirían entre el 25% y 30% de los comercios.

El domingo, se estableció la firma de un memorándum de entendimiento para comenzar a discutir costos no incluidos dentro de la paramétrica -salariales, vinculados a la seguridad y al uso de las tarjetas de crédito y débito por parte de quienes compran combustibles- que reclaman la gremial de propietarios. Pero Coya dejó claro ayer que cualquier conversación entre las partes llegará luego que Ancap conozca los detalles de la demanda judicial efectuada por Unvenu a la empresa pública.

La semana pasada el cruce de declaraciones entre la empresa pública y la gremial de propietarios también incluyó diferencias sobre la rentabilidad en las estaciones de servicio. El gobierno habló de US$ 9.000 de ganancia mensual, pero eso fue relativizado por la Unvenu.

La Unión de Vendedores de Nafta (UNVENU) tenía previsto realizar un paro este lunes 29 y martes 30, pero a última hora del domingo decidió suspenderlo.

El secretario general de UNVENU, Jorge Bonino, dijo el domingo que la decisión de suspender el paro se tomó luego de lograrse un “acuerdo” con las autoridades para retomar el diálogo y encontrar una salida a la situación que generó el conflicto.

“Se decidió formar una comisión bipartita que se reunirá este lunes o el martes para analizar la situación”, dijo Bonino.

Fracaso

Sin embargo, este lunes el presidente de ANCAP, José Coya, aseguró que “lo más importante es que la medida se dejó de lado, pero el paro fue levantado por la Unión Nacional de Vendedores de Nafta porque visualizaron el fracaso de la medida”.

Coya aseguró a Subrayado que “nadie” habló con él y que fueron los “propios comerciantes quienes determinaron levantar la medida y volver al documento original de ANCAP”, referido a crear una comisión bipartita que se expida en diciembre.

Dijo que ANCAP pretende “conocer cuáles son los alcances de la demanda que los empresarios plantearon ante la Justicia”.

“La demanda influye en la negociación. El juicio está planteado desde hace más de un año, y la demanda apareció el 8 de setiembre. La justicia no nos ha notificado, por tanto, no la conocemos y es difícil avanzar en cualquier tipo de negociación”, enfatizó Coya.

El conflicto entre los propietarios de estaciones de servicio y ANCAP surgió a raíz del “cambio en la paramétrica” que el Ente Autónomo aplica a los combustibles, lo que “redujo” el margen de ganancia de los empresarios.

Los vendedores expresan que el aumento de las ventas generó la necesidad de contratar más mano de obra, también se incrementó la venta con tarjeta de crédito, lo que “redujo aún más el margen de ganancia de las estaciones”.

Asimismo, reclaman mayor seguridad, ya que las estaciones que trabajan en horario nocturno deben contratar guardia especial.