Por Antonio De la Jara
El Gobierno chileno enviará el martes al Congreso el proyecto de Presupuesto del 2015, que contempla el aumento en el gasto público más alto de los últimos siete años, para enfrentar la desaceleración económica y avanzar en sus reformas emblemáticas, dijeron parlamentarios.
A contrarreloj, el Gobierno afinaba el lunes los últimos detalles del proyecto, que contendría una expansión del gasto público de entre un 8 y 10 por ciento, según las estimaciones.
"El presupuesto para el próximo año es contracíclico porque contiene medidas para generar mayor dinamismo en nuestra economía", dijo el ministro portavoz del Gobierno, Alvaro Elizalde.
"La inversión pública y el cumplimiento de los compromisos programáticos son una prioridad en el proyecto", agregó.
El portavoz informó además que la presidenta socialista Michelle Bachelet convocó el miércoles a un consejo de gabinete para abordar en extenso el proyecto, en momentos que la mandataria y su Gobierno muestran una baja en su popularidad.
Aunque el Ejecutivo no ha entregado pistas de cuánto crecerá el gasto, el jefe de la comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber, dijo que el aumento va a "estar en torno al 8 por ciento".
Un estudio del grupo financiero BBVA estimó que el gasto fiscal ascendería a un 23,4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) si el Presupuesto de la Nación crece un 8 por ciento el próximo año.
El alza prevista para el gasto público sería muy superior al 3,9 por ciento que dejó el anterior Gobierno del conservador Sebastián Piñera, equivalente a unos 64.000 millones de dólares.
El diputado oficialista Pablo Lorenzini, jefe de la comisión de Hacienda, dijo que esperaba "un presupuesto expansivo, que esté alrededor de un 10 por ciento", lo que implicaría un monto de entre un total de 70.000 a 72.000 millones de dólares.
En el proyecto de presupuesto del 2008, el Gobierno estimó un alza del gasto público del 8,9 por ciento, en medio de la crisis económica global.
El esperado incremento que se espera para el próximo año ocurre en momentos en que la economía se encuentra en una profunda desaceleración, la peor desde la recesión del 2009, ante un enfriamiento de la demanda interna por factores externos y tras la reciente aprobación de una reforma tributaria.
Lagos Weber dijo que la política fiscal tendrá un rol clave a la hora de estimular al sector privado, mediante inversiones en infraestructura, obras públicas, viviendas y hospitales.
IMPULSO DE REFORMA
Parte del mayor incremento en el Presupuesto del próximo año estará dado por los recursos provenientes de la reforma tributaria, con la que el Gobierno busca financiar profundos cambios en educación y salud.
Esta semana, Bachelet promulgó el cambio impositivo, que recaudará en pleno régimen un equivalente a un 3,0 por del PIB.
El ministro de Hacienda, Alberto Arenas, anticipó que el proyecto de Presupuesto incluirá no menos de 2.300 millones de dólares de la recaudación adicional que provendrá de dicha reforma.
No obstante, algunos economistas son cautelosos con el mayor gasto público, ya que el país no enfrenta una recesión y tiene una inflación por encima del rango meta (2,0-4,0 por ciento) del Banco Central.
"La duda que yo tendría es si la situación actual amerita tanta artillería. Si bien estamos en desaceleración, de ninguna manera estamos en una situación como la del 2008-2009, donde la economía estaba en franca caída", dijo Joseph Ramos, economista de la Universidad de Chile.
En esa línea, el presidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, dijo que el ciclo de recortes de la tasa de interés clave -impulsado en el último año- está cerca de su fin, ya que se espera que la economía comience a repuntar moderadamente desde el último trimestre de este año.
El proyecto de presupuesto del 2015 debe ser aprobado antes del 30 de noviembre de este año y no debería tener mayores contratiempos en el Congreso, ya que el oficialismo cuenta con una ligera mayoría parlamentaria.
