El 25 de enero de 1905, Frederick Wells, gerente de la compañía Premier Diamond Mining halló lo que, hasta el momento, es el diamante más grande y valioso del mundo: el Cullinan, también conocido como Estrella del Sur. La piedra fue nombrada en honor de sir Thomas Cullinan, el propietario de la mina, y su apodo se basó en la novela de Julio Verne “La estrella del Sur”, donde ese es el nombre del diamante de mayor quilate del mundo.
El Cullinan I en el Cetro de la Cruz y el Cullinan II,
en el centro de la Corona Imperial Británica
El diamante en bruto, que pesaba más de 3000 quilates (o 600 gramos), fue entregado al Rey Eduardo VII de Inglaterra como regalo de cumpleaños. Fue él quien ordenó tallarlo en 1906. Así fue como se obtuvieron un total 150 piedras que fueron ordenadas y bautizadas según su peso: Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III, etc.
El Cullinan I, que se encuentra engastado en el Cetro de la Cruz, fue el mayor diamante tallado del mundo hasta 1985. Por su parte, el Cullinan II es el principal atractivo de la Corona del Estado Imperial Británica, conservada en el Museo de la Torre de Londres.
Además de este famoso diamante, en la misma mina se encontró el Cullinan Heritage de 507 quilates (101,4 gr) y un diamante azul de 29,6 quilates (5,9 gr), recibido con casi la misma expectación que el Pink Star (el diamante más caro vendido en una subasta).
Como si esto fuera poco, la empresa Petra Diamonds, actual dueña del yacimiento, anunció la semana pasada el hallazgo de un diamante blanco de 232,08 quilates (46,42 gr), que según los analistas podría alcanzar un precio de entre 10 y 16 millones de dólares.
La compañía tiene cinco minas productoras de diamantes en Sudáfrica y una en Tanzania pero, sin lugar a dudas, el yacimiento Cullinan es su mina de oro (o de diamantes).
El Cullinan Heritage, hallado en 2009 (a la izquierda) y el diamante azul
encontrado en enero de 2014 (a la derecha)
Fuente: Barrick Argentina