Por Miguel Ángel Flores.
Aún no hay definiciones concretas en torno a los subsidios del Repro (Programa de Recuperación Productiva) para que Impsa pueda sostener su planta de personal sin despidos al menos hasta 2015.
Pero sí la señal que dejó un pedido de prórroga firmado en conjunto entre la compañía y la UOM en las negociaciones ante la Subsecretaría de Trabajo hasta el 30 de setiembre: Impsa aguarda que antes de esa fecha llegue la asistencia financiera de la Nación, con lo cual los Repro se limitarán a sólo 60% de sus empleados, particularmente los sindicalizados.
Todo viene dado desde que la ministra de Industria, Débora Giorgi, prometió la intermediación del Estado argentino con Venezuela para cobrar al menos U$S 100 millones de los 250 millones que el gobierno de Maduro debe al grupo Pescarmona por la represa de Tocoma.
De ahí que la audiencia conciliatoria en Mendoza del lunes 22 pasó a cuarto intermedio hasta ayer pero las partes convinieron en postergar el encuentro, ante la expectativa del financiamiento.
“Se acordó a la espera de respuestas de la Nación. Una posibilidad es que la ayuda para los trabajadores alcance sólo a los convencionados, además de otras alternativas de asistencia”, resumió el subsecretario de Trabajo, Rubén Boris.
Cabe recordar que Impsa había hecho una presentación para lograr subsidios-paraguas para el total de su plantel en Mendoza que, entre operarios, administrativos y personal jerárquico llega a 1.076 trabajadores.
Así, de confirmarse una versión más acotada, los Repro llegarán para sostener salarios de poco más de 600 empleados.
Avances
En cifras, la decisión implicaría una reducción de los $ 2 millones proyectados inicialmente a $ 1,2 millón en fondos del Programa. Esto, a cambio del cobro a cuenta de la deuda venezolana con la firma por la ejecución del último gran proyecto energético en ese país, el de Tocoma.
Para el responsable de Relaciones Institucionales de Industrias Metalúrgicas Pescarmona, Ismael Jadur, “sin dudas para la cuestión de la estabilidad laboral los Repro son una ayuda, pero de corto plazo.
En el largo, además de más acceso al crédito y, por supuesto, trabajo, necesitamos cobrar lo que nos deben. Creo que, en tal sentido, con las gestiones del Gobierno nacional estamos avanzando bien”.
La expectativa ya ni siquiera se proyecta de una semana a la otra sino que está en el día a día. Por lo pronto, la firma mendocina espera que el Ministerio de Industria libere de un momento a otro un bono por $ 42 millones pendiente por la ejecución de trabajos de Embalse, el último contrato adjudicado a Impsa en Argentina, en 2010.
Entre tanto, puertas adentro y ante la merma de actividad en la planta de Impsa en el corazón de la zona industrial, ya se decidió recortar los habituales tres turnos diarios de trabajo a sólo dos.
De acuerdo con el director de Relaciones Laborales de la Subsecretaría de Trabajo, Osvaldo Marín, “por ahora hay acuerdo en el cumplimiento de horarios.
Si con la llegada de la ayuda desde Nación se confirman los Repro para el 60 por ciento del personal, igualmente habrá una compensación al extenderse por cuatro meses, prorrogables a otro período similar”.
“La situación de la firma ya es una cuestión de Estado”
La frase retumbó en el salón de los Espejos del hotel Hyatt, por la ocasión y concurrencia. Allí se realizó ayer la presentación de la propuesta del Foro de Integración Industrial de Mendoza, por parte de Asinmet (Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza), como parte de la celebración del 70° aniversario de la Cámara, que un día antes había inaugurado nueva sede en Guaymallén.
“La situación de Impsa ya es una cuestión de Estado en Mendoza. Sería catastrófico para la provincia que una compañía de su envergadura desapareciera”, remarcó Julio Totero, presidente de Asinmet.
La entidad organizó un Foro para presentar un plan de acción de una actividad, ante la presencia de dirigentes vitivinícolas, gráficos, petroleros, tecnológicos y mineros, además de territoriales de San Martín, Parque industrial Palmira y Zona Industrial y del ministro de Agroindustria, Marcelo Costa.
Según Asinmet, “un grupo de cámaras empresarias, representativas de un amplio arco industrial de Mendoza, vienen trabajando en la definición de una serie de ejes estratégicos para el desarrollo económico y manufacturero de la Provincia, que permita consensuar acciones sinérgicas y una fluida articulación público-privada, para llevar adelante acciones que posibiliten el desarrollo equitativo y sustentable de la industria mendocina, así como su participación competitiva en mercados nacionales e internacionales”.
Representantes de IMPSA se reunieron esta semana con los principales acreedores nacionales e internacionales en Buenos Aires, para analizar la delicada situación de la empresa, el incumplimiento reciente de sus compromisos financieros externos y próximos vencimientos de obligaciones. Todo mientras se negocia con el Gobierno nacional un eventual salvataje a la empresa. Entre esas opciones surgió la posibilidad de que YPF recurra a la metalúrgica Pescarmona para la construcción de un parque eólico en Chubut para proveer de energía eléctrica a los pozos ubicados en el golfo San Jorge.
De acuerdo con información del servicio de noticias financieras REDD Latin America, el encuentro con acreedores incluyó a los asesores financieros de Quantum Finanzas, liderados por el exsecretario de Finanzas, Daniel Marx. También participaron del encuentro tenedores de bonos internacionales con vencimiento en 2020. IMPSA en su comunicado a la CNV en el que reconoció que no podría hacer frente a un pago de intereses por u$s 42 millones y u$s 23 millones vencidos el 18 pasado, no indicó si pagará, el próximo 30, la cantidad de u$s 20 millones correspondientes al cupón de su ON internacional, según misma fuente. La empresa -informó REDD- contrató los servicios legales de Cleary Gottlieb en Estados Unidos de cara una eventual reestructuración de sus pasivos, que se elevan a u$s 1.200 millones. Se trata del mismo estudio jurídico que asesora al Gobierno argentino en la causa con fondos buitre.
Por Jimena Catalá.
Crisis, riesgo, recesión, incertidumbre, escasez de insumos básicos, perjuicio a la competitividad, capacidad productiva en disminución, peligro de suspensiones y despidos, tipo de cambio contraproducente, costos en alza y, por último, la "amenaza" IMPSA.
Esta fue la lista de preocupaciones que dejaron entrever algunos empresarios mendocinos y de otros puntos del país en la Segunda Ronda de Negocios que organizó el Instituto de Desarrollo Comercial (IDC), dependiente del ministerio de Agroindustria, en el Park Hyatt Mendoza.
Si IMPSA cae, se viene la "catástrofe"
Julio Totero, presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet) y uno de los que encabezó la apertura del encuentro, puntualizó en diálogo con MDZ que, aparte de la amenaza de 200 despidos en Pescarmona, "hay cerca de 20 Pymes, que son proveedores de IMPSA, con 400 puestos de trabajo en riesgo".
Explicó que estas pequeñas empresas, al depender de Pescarmona, sufren un "efecto derrame o dominó" por la "falta de trabajo y la dificultad de cobrar acreencias en el exterior, fundamentalmente en Venezuela" que tiene la firma posicionada en más de 30 países.
Totero calificó el caso IMPSA como "una cuestión de Estado" y adelantó que "de no resolverse el problema, sería una catástrofe para el sector".
Al preguntarle sobre los condiciones macroeconómicos que afectan al sector, el titular de Asinmet apuntó: "Venimos discutiendo desde hace muchos años el precio del acero que es el insumo básico de este sector y que en Argentina vale un 50 por ciento más caro que en el resto del mundo".
De acuerdo con lo que explicó, esos altos costos, "generan una distorsión de algunos precios en la Argentina y creo que se debería resolver. Para nosotros el precio del acero es fundamental para mejorar el nivel de competitividad".
Insumos y "racionalidad" en falta
Darío Armiento, referente de la firma Sur Técnica S.A. (Guaymallén), dedicada a la fabricación de equipamientos para los rubros minero, alimenticio y transporte, reconoció la crisis del sector y reclamó a los gobiernos nacional y provincial: "Hay que ser más racional".
Explicó que, en su empresa, el factor de riesgo que más les preocupa tiene que ver con "la disponibilidad de insumos de carácter internacional".
Y amplió: "Normalmente estamos necesitando, por dar un ejemplo, grupos reductores de velocidad y son equipamientos que vienen de afuera por su tamaño y, lo cierto es que, el ingreso al país se pone complicado por las diferentes mecánicas que hay para poder incorporar equipos", haciendo referencia a las restricciones, los controles, las condiciones comerciales y, según detalló, "la discrepancia que hay entre nuestro proveedor extranjero y nuestras posibilidades internas de pago".
Asimismo, sostuvo que la escalada del dólar blue (se ubica cerca de los 16 pesos) también les impacta negativamente. "Sucede que, cuando pretendemos vender equipamientos al extranjero, empezamos a quedar un poco fuera de precio, empezamos a tener costos internos que nos hace que seamos más caros que en el extranjero", fundamentó previo a indicar que si el sector de la Agricultura es uno de los más afectados, el rubro de la Metalmecánica continúa en segundo lugar en la escala.
"La verdad es que el nivel de preocupación es alto porque, más allá de cuándo puede llegar a terminar este ciclo complicado, va a llevar un tiempo recomponernos", evaluó el empresario local en conversación con MDZ.
No se descartan despidos
Matías Vargas de Control Point de Mendoza, firma dedicada a la automatización de servicios desde hace más de 25 años, añadió que las excesivas trabas de importación -específicamente, los trámites para la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI)- y el tipo de cambio perjudican de modo significativo a su empresa.
"Lo que más nos perjudica es la provisión de equipos ya que la nuestra es una empresa muy tecnológica y la demora en la provisión de los equipos hace que nos atrasemos en todo lo que son plazos de obras y no tenemos respuestas de los proveedores nuestros directos porque se ve todo trabado en la Aduana", analizó Vargas en conversación con este medio.
Coincidió con los otros empresarios en que "se ve una recesión importante" y disparó que, aunque no han tenido que echar a ningún empleado, "lamentablemente, no podemos descartar suspensiones o despidos".
El empresario consultado fue, incluso, más allá en sus observaciones y evaluó que "la verdad se vive algo muy parecido a las crisis que 2001 o 2008-2009, donde si no tenías stocks de materiales no podías hacer nada".
Al preguntarle sobre cómo impacta Pescarmona en el sector, consideró: "Existen riesgos importantes" y evaluó: "Es una amenaza".
Río Negro, también en crisis
Desde Río Negro, Norberto Cecive, representante de la empresa Jugos S.A., admitió una importante crisis en el sector y comentó: "Obviamente que nos afecta sobre todo en lo que es producción primaria".
En consonancia con las fuentes anteriores, precisó que "la situación con el tipo de cambio y la falta de competitividad que tenemos para las exportaciones han complicado y están siendo épocas difíciles para la producción primaria dentro del Valle".
Al preguntarle sobre datos que grafiquen la situación en su provincia, ajustó: "Para tener una idea, la superficie productiva está decayendo entre un 15 a un 20 por ciento, en lo que es pera y manzana, hay que decir que son frutales que se erradican o fincas que se utilizan pero no para lo que tradicionalmente se aprovechaban".
Otros más mesurados
Por su parte, Gabriel Milone, referente de Imesa de Mendoza -firma dedicada a construcciones metalmecánicas de todo tipo- y ex empleado de Pescarmona, evaluó: "Por supuesto que la situación de una empresa de este tamaño es preocupante pero no nos toca directamente" y, si bien se mostró más moderado en sus críticas, opinó: "Sí es cierto que existe una recesión".
Alejandro Morcos, gerente general de IDC por el Ministerio de Agroindustria, reconoció: "Indudablemente hay una situación, que es de público conocimiento y que se vincula con la necesidad de sostener el empleo", por ello enfatizó: "Estamos trabajando en la búsqueda de este tipo de acciones (por la ronda de negocios) que nos permitan sostener el empleo y mantener el nivel de productividad".
Al preguntarle por los números de desempleo del sector, dijo: "No los tengo"; pero, remarcó: "Sí podemos hablar que la capacidad operativa ha disminuido en algunos puntos indudablemente por esta especie de recesión que se vive en el sector".
Sobre el nivel de alerta de los empresarios, el funcionario deslizó: "Notamos, sobre todo por la participación en este tipo de encuentros, que la gente está 'atenta'".
Pedidos bidireccionales: para Pérez y CFK
Los empresarios se animaron a plantear algunos reclamos para los gobiernos provincial y nacional en este marco de crisis micro y macro económica.
Totero, representante de los industriales metalúrgicos de Mendoza, consideró que el Gobierno provincial tiene "cosas en trámite que podrían haberse resuelto más rápidamente".
Detalló que tienen que ver "con el desarrollo logístico, la provincia como centro logístico del Mercosur; poner un énfasis mucho mayor para desarrollar el ferrocarril, para generar una salida al Pacífico, creo que acá hay mucho trabajo por hacer".
Además, dijo que debería reactivarse "el diálogo por la actividad minera, hay que profundizar y reunir a todos los sectores de la actividad económica".
Armiento, uno de los empresarios mendocinos consultados, le pidió concretamente a Pérez: "Tiene que tratar de terminar este ciclo de Gobierno con políticas que permitan, a quien le toque la gestión futura, darle continuidad. Tenemos que lograr ciclos continuos y no volver a empezar con cada Gobierno".
Vargas, de Control Point, reclamó: "Desde mi humilde visión es importante revisar las políticas de importación, es muy importante tener algo claro y bien planificado como para que la industria no se pare", porque, según explicó, "si un repuesto hay que traerlo de afuera estás más de 60 o 90 días esperando".
El rionegrino Cecive, por su parte, reclamó medidas de fondo y largo plazo. "El tipo de cambio no va a solucionar el problema".
Continuó: Tenemos que hablar de un tema de competitividad, de desarrollo de mercados. Hacen falta medidas de fondo tales como tratados bilaterales para llegar con menos dutys a determinados países", y siguió: "Se necesitan políticas de financiamiento a largo plazo para inversión en tecnología sobre todo en producción primaria y créditos para reconversión de variedades".