Por Martín Bidegaray.
Mientras que YPF y la mayoría del sector energético hablan del shale y los desarrollos no convencionales, Pan American Energy (PAE) –la segunda petrolera del país– sigue apostando al petróleo convencional. La compañía, controlada por British Petroleum y la familia Bulgheroni, está cerca de volver a sus máximos de producción en Cerro Dragón, el yacimiento más grande del país, con 320 pozos y una superficie que es seis veces la de la Capital Federal.
El yacimiento, ubicado cerca de Comodoro Rivadavia (Chubut), volvió a ser un “reloj suizo”, como lo consideran puertas adentro. Hasta mayo de 2012, tenía una producción diaria de 17.800 metros cúbicos. Pero luego pasó dos conflictos sindicales: el de Los Dragones (en 2012), que destruyeron algunas instalaciones como el centro de control de todo el yacimiento; y distintas huelgas en 2013, que también afectaron su producción.
Como consecuencia de los desacuerdos sindicales, la compañía pasó a producir un 20% menos en 2013 (14.000 metros cúbicos diarios). En 2014 se recuperó un poco (15.000 m3 diarios) y espera llegar a 16.000 m3 en 2015. La mejora entre 2013 y 2015 podría representar ingresos extras por alrededor de 200 millones de dólares ($ 1.700 millones), ya que la mayor producción de petróleo tendrá un destino de exportación.
La compañía está invirtiendo US$ 1.500 millones durante este año. Entre sus incorporaciones, sumó cinco equipos de perforación (uno irá a Neuquén) de US$ 20 millones cada uno, en los que un operador entrenado afuera mueve pesadísimos tubos de perforación con un “joystick”, cuando antes se necesitaban cuatro o cinco personas para realizar esa tarea, de alta exposición a accidentes. En esos pozos confluyen equipos de última generación, firmas de camiones, perfiladoras y cementeras, todos coordinadas por un “company man” (un coordinador) de PAE.
El objetivo es bajar los tiempos de perforación de los pozos, ya que menores plazos de trabajo suponen mayores réditos para las empresas. PAE facturó $ 12.281 millones en el primer semestre de este año, un 63% más de los $ 7.516 millones del mismo período en 2013. La ganancia operativa también subió de $ 2.277 millones en 2013 a $ 4.768 millones en 2014. Al igual que otras productoras de gas, como YPF y Total, la compañía se benefició del mayor precio que el Gobierno paga por el gas “nuevo” (US$ 7,50 por millón de BTU).
El viento sopla con violencia. A veces puede llegar a una velocidad extrema de 120 kilómetros por hora. El escenario no es precisamente el de un desierto, aunque en muchos aspectos se le parece. En los 3.480 km2 en los que se extiende Cerro Dragón, el yacimiento más importante de petróleo y de gas de la Argentina, el horizonte está apadrinado por la soledad de un paisaje inhóspito. El cuadro es imponente. Y no sólo por lo árido y desolado, sino por lo colosal de su dimensión (la superficie equivale a unas 17 veces la de la Capital Federal) donde conviven entre estepa y meseta, torres de perforación y cigüeñas -como se conoce en la jerga petrolera a los equipos de bombeo- con una fauna de lo más variada que incluye desde ovejas, guanacos y zorrinos hasta choiques (una especie de ñandú).
Cerro Dragón, pasa por las provincias de Chubut y Santa Cruz y se ubica en la Cuenca del Golfo San Jorge. Objeto de deseo de cualquier petrolera, el yacimiento está operado por Pan American Energy (PAE) desde 1997, que renovó la concesión en 2007. Es la primera vez que la empresa, cuyo capital accionario es compartido por Bridas (Grupo Bulgheroni y la china Cnooc) y la británica BP, abre las puertas del Cerro a la prensa.
Volver a empezar
En medio de una crisis energética que golpea las cuentas públicas del país (el Gobierno importa cerca de u$s 12.000 millones al año para compensar la escasez en la oferta hidrocarburífera con un déficit en la balanza que llega a los u$s 7.000 millones y que es la principal causa del cepo cambiario), la compañía intenta activar su producción de petróleo y de gas. Y es que además de las condiciones macroeconómicas que impactaron negativamente en la industria (en julio, por ejemplo, la generación total de crudo cayó cerca de 4% interanual), la producción del yacimiento (de la que depende el 90% de la producción total de petróleo de la firma) declinó de forma enérgica a partir de 2012, cuando un grupo denominado "Dragones", una facción de la Uocra, tomó las instalaciones principales del reservorio en junio de ese año. El conflicto gremial paralizó la actividad durante 179 días y ocasionó destrozos y una significativa pérdida en el proceso, que la empresa logrará revertir recién en 2016.
Rafael Villarreal, el vicepresidente de Operaciones, explicó que la petrolera ya recuperó 80% del nivel de generación que había alcanzado en mayo de 2012, cuando se producía 17.800 metros cúbicos diarios de petróleo (en la Argentina la producción total es de 85.000 m3 por día). En sólo tres meses ese pico descendió un 27% hasta los 12.800 m3. "En promedio en 2013 la generación se ubicaba en los 14.100 m3 por día; proyectamos finalizar este año en los 15.000 m3, y alcanzar los 16.000 m3 en 2015 con la perforación de 250 pozos y mantener los 8,5 millones de metros cúbicos de gas diarios actuales", indicó el ingeniero que se desempeña en la compañía desde hace más de 20 años. Villarreal destacó que la recuperación obedeció a un refuerzo en las inversiones que totalizarán en u$s 4.000 millones en 2015 desde que se generó el conflicto. Dentro de esa inversión, PAE fue desarrollando avances tecnológicos como monitoreos de pozos online, sistemas de control automáticos y equipos de última generación (este año incorporó cuatro equipos de perforación).
Cuando cae el sol en Cerro Dragón sólo se escuchan los azotes del viento que golpean estas instalaciones hiper modernas, que contrastan con lo agreste del paisaje.