Andrés Tagle fue director de Codelco desde mayo de 2010 hasta mayo de 2014.
Un duro diagnóstico de lo que está pasando en Codelco tiene su ex director Andrés Tagle. Respecto de los dichos de la actual directora y ex ministra Laura Albornoz, señala que su error fue entregar una información que era falsa.
Sobre la evaluación del ex presidente ejecutivo Thomas Keller, agrega que siete de los nueve directores tenían una buena mirada de lo que estaba haciendo. Las únicas opiniones críticas eran de los representantes de los sindicatos. Por eso, dice que le llamó la atención que los nuevos directores “a la primera o segunda sesión, hicieran el cambio (de presidente ejecutivo) sin siquiera darle una oportunidad de ver cómo actuaba o funcionaba Keller”.
“Cuando asumimos los primeros tres directores nombrados por Sebastián Piñera, no se nos pasó por la cabeza cuestionar las designaciones que había hecho el directorio anterior, nombrado por la presidenta Michelle Bachelet y que incluía un nuevo cargo ejecutivo. Hubo una actitud distinta”, dice.
Según su mirada, con esto se “generó una debilidad: el cambio de gobierno era un cambio ejecutivo en Codelco. Por lo tanto está mandando el gobierno y no los directores”.
Tagle insiste en que esto se motivó para tratar de dar en el gusto a los sindicatos. “Lo malo del cambio, es que se impuso el criterio de los dirigentes sindicales. Su presencia en el directorio representa un conflicto de interés. Ellos claramente están ahí, primero, para defender el interés de su sindicato y no por el interés de la empresa, ni del Estado ni el de todos los chilenos”, enfatiza.
Explica que era difícil que los nuevos directores tuvieran una opinión propia de la administración, porque prácticamente no habían trabajado con ella. “Obviamente primó ahí el criterio de los dirigentes sindicales”, dice.
Además, Tagle señala que es un error volver a abrir el debate sobre si se desarrollan otros proyectos distintos a Chuquicamata Subterránea, como Quetena y la Fase 51 y 52.
“Está claro que Quetena no es rentable, eso ya fue evaluado y no sé qué están revisando ahora. Si no era rentable antes, por qué lo va a ser hoy. Se está tratando de dar en el gusto a los dirigentes sindicales para que tengan continuidad laboral, con los sobre beneficios que hoy reciben”, dice.
Agrega que lo mismo pasa con las Fases 51 y 52. “Hacer estos proyectos sólo obedecería a una captura desde los trabajadores a que la empresa trabaje para ellos y no para el país”, critica.