Se logrará cuando los pozos perforados sean 1.000, según un estudio del impacto económico de la explotación de Vaca Muerta que presentó ayer el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas.
Según un estudio sobre el impacto económico de la explotación de Vaca Muerta, cuando los pozos perforados en la formación geológica sean 1.000, la provincia verá crecer su PBI entre un 75 y un 100 por ciento, se crearán entre 40 y 60 mil puestos laborales nuevos –sin contar los actuales-, cada empleo que se genere por la explotación no convencional creará otros tres en otros sectores de la economía; y la recaudación provincial crecerá entre un 55 y un 80 por ciento, entre otros efectos.
Los datos aparecen en un trabajo realizado por la comisión de Estudios Económicos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas que fue presentado ayer por el economista Jorge Peña, durante una jornada sobre recursos no convencionales que se realizó ayer en Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén. De la actividad participó la vicegobernadora Ana Pechen.
Según explicó Peña, la necesidad de realizar el análisis tomando como base la futura explotación de 1.000 pozos en Vaca Muerta obedece a la imposibilidad de cuantificar y proyectar sus impactos económicos y sociales en una escala menor. En la actualidad son 312 los pozos perforados, de los cuales 260 pertenecen a YPF. Para lograr ese nivel de perforación se necesitan 124 rigs (equipos de perforación) que equivalen a la capacidad total actual del parque de perforación argentino. El nivel de inversión necesario es de 13 mil millones de dólares.
Según Peña, una vez que Vaca Muerta cuente con esa cantidad de pozos en actividad, la provincia de Neuquén verá crecer su PBI entre un 75 y un 100 por ciento, mientras que la recaudación crecerá entre un 55 y un 80 por ciento.
El impacto económico que tendrá a nivel nacional este nivel de explotación será de entre 3 y 4 puntos del PBI argentino, mientras que los puestos de trabajo que se crearán será de entre 40 y 60 mil (En todos los casos se toman los escenarios menos y más favorables como extremos).
De todas formas, Peña señaló que sólo en el primer trimestre de 2014 se crearon 7.500 puestos de trabajo más que en el mismo período del año anterior, explicando que la incipiente explotación de Vaca Muerta ya está impactando de forma concreta sobre la economía local.
En ese sentido, explicó que el multiplicador de empleo de Vaca Muerta será de 4, es decir que por cada puesto laboral que se cree en ese sector se crearán otros tres en otros sectores económicos vinculados de manera indirecta con la explotación hidrocarburífera.
Por otra parte, anticipó que una vez que la explotación no convencional de Vaca Muerta llegue a los 1.000 pozos, ya no hará falta importar Gas Natural Licuado (GNL), generando un ahorro anual de 6.000 millones de dólares. Además, el país estaría en condiciones de abastecer a todas las refinerías, lo que terminaría redundando en un aporte a la balanza comercial de la Argentina de entre 15.000 y 19.000 millones de dólares.
La actividad que se realizó ayer por la tarde en el MNBA estuvo dirigida a docentes y alumnos universitarios. Fue organizada por la secretaría de Estado de Ambiente y Desarrollo Sostenible, patrocinada por el IAPG con el auspicio de la Universidad Nacional del Comahue.
Además de Peña expusieron el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas, Ernesto López Anadón; y Thomas Murphy, director de Marcellus Center of Outreach and Research de la universidad de Pensilvania, para referirse a la experiencia del estado de Pensilvania en materia de no convencionales.
Un informe Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) estima que cuando se alcance el desarrollo masivo de Vaca Muerta aumentará entre un 75 y un 100% el PBI de la provincia.
El estudio, que fue adelantado por el suplemento Economía y Petróleo de LM Neuquén, señala que cuando se llegue a perforar 1.000 pozos anuales (hoy recién se llevan realizados poco más de 300 en los últimos tres años), por cada empleo que se genere por la explotación no convencional se crearán otros tres en otros sectores de la economía, y la recaudación provincial crecerá entre un 55 y un 80 por ciento.
El informe fue presentado el martes por el economista Jorge Peña en el Museo de Bellas Artes, quien destacó que para alcanzar ese nivel de actividad se necesitan 124 equipos de perforación en Vaca Muerta, el total de la capacidad actual del país. Además se requieren unos 13 mil millones de dólares de inversión al año (cifra que variará de acuerdo con los cambios tecnológicos y el aprovechamiento de las economías de escala que pueda haber en el futuro).
Peña señaló que solo en el primer trimestre de 2014 se crearon 7.500 puestos de trabajo más que en el mismo período del año anterior, al graficar el impacto que ya tiene Vaca Muerta.
Agregó que cuando se llegue a los 1.000 pozos anuales ya no hará falta importar gas natural licuado (GNL), se sustituirá la compra de combustibles líquidos en generación eléctrica (fuel oil y diésel) y el país ahorrará 6.000 millones de dólares al año. Además, el país estaría en condiciones de abastecer a todas las refinerías y de tener saldos exportables de crudo, con lo cual los ingresos adicionales de divisas a la Argentina serían de entre 15.000 y 19.000 millones de dólares.
Si bien el informe del IAPG se basa en el impacto económico de Vaca Muerta, advierte que habrá importantes efectos sobre alquileres y servicios como salud, educación e infraestructura urbana, algunos de los grandes temas que deberá resolver el Estado.