La industria de la construcción ha sido uno de los rubros más dinámicos de la economía nacional durante la última década, con indicadores de crecimiento exponenciales que contribuyeron tanto a la generación de empleo como al dinamismo de toda la cadena de insumos relacionados.
Sin embargo, y como pasa en otras ramas de actividad, este año el fuerte alza de costos ( 28 por ciento hasta septiembre) y la incidencia de algunas variables más relacionadas con las expectativas de los actores económicos ralentizó el ritmo y obligó a los empresarios a rediseñar estrategias para no perder porciones de mercado.
En tiempos de ladrillos no tan gordos, desde la cúpula del sector consideraron que es hora de afinar desarrollos y ofrecerle a la demanda productos mejor terminados, con mayor valor agregado y muy segmentados.
"Hoy el pequeño inversor se especializó y hay que ofrecerle variedad y calidad, el chacarero que compra departamentos es un modelo que se agota porque ahora empieza a construir en su localidad, es la oferta la que tiene que salir a buscar alternativas", graficó durante la charla Javier Grandinetti, presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir).
Grandinetti participó del panel "Economía, política y real state, perspectivas del sector constructivo" junto a Marcelo Passardi (presidente de la Asociación de Empresarios de la Vivienda de Santa Fe); Ricardo Griot (presidente de la delegación Rosario de la Cámara Argentina de la Construcción); Angel Seggiaro (socio de Fundar); y Miguel Camps (presidente de la AEV).
La charla sirvió como inauguración de Mundo Vivienda, la feria de la construcción más grande del interior del país que tuvo lugar en la ciudad hace una semana, y que congregó durante tres días expositores de arquitectura, ingeniería, decoración y los principales insumos y servicios.
Ajustar las tuercas. La caída de la actividad en la construcción viene resistiendo bastante bien el enfriamiento de la economía argentina, ya que la pérdida de empleos es hasta ahora de un 3 por ciento, muy lejos de lo que ocurre con otros sectores emblemáticos como el automotriz.
Sin embargo, uno de los mayores problemas que esa industria enfrenta es el alza de los costos, que en lo que va del año ya subieron un 28 por ciento con cuatro meses por delante todavía.
En ese punto coincidieron todos los integrantes del panel. "La última década se caracterizó por la inversión de los ahorristas como resguardo de capital, al principio existía una gran brecha entre los costos y los precios, pero esa brecha hoy se acható", señaló Camps, quien agregó que la demanda para vivienda nueva se ralentizó y llegó la hora de "nuevas propuestas".
"Hoy se generalizó el fideicomiso al costo que responde más a las necesidades de ahorro, digamos que la foto del sector no es muy alentadora", resumió.
Ricardo Griot, en cambio, consideró que el sector "no está en su peor momento" ya que existen una decisión política de utilizar la obra pública como política anticíclica, a lo cual se suma el impacto del Procrear. De todas formas, coincidió con Camps al señalar que la inflación "complejiza mucho todo", y enfatizó que a nivel de infraestructura "el país está muy atrasado" ya que no se logra generar lo necesario por causa de "un vacío estructural en inversión vial".
"No comprendemos cómo no aprovechamos estos años para desarrollar una política continua, pero para eso necesitamos créditos internacionales ya que el financiamiento para infraestructura es algo complejo", según Griot.
"Si se reformaran algunas leyes podrían llegar muchas inversiones en turismo y energía, yo estoy convencido de que volveremos a crecer", sintetizó el titular de la CAC a nivel local. En opinión de Grandinetti, la demanda de la inversión inmobiliaria sigue en la misma escala y los mayores problemas están hoy en la oferta. Por ejemplo, para unidades usadas se ven "problemas de precios y de comercialización".
"Entre 2009 y este año se incrementó la segmentación del mercado, hoy hay que conocer mucho e identificar bien el mercado, la inversión está, capital hay, pero no el consumidor final".
Por eso llamó a profesionalizar cada vez más la devolución ya que "se terminó lo genérico y el mercado está mas selectivo". "Si tenemos un mal diagnóstico resolvemos mal, hubo problemas de precios los últimos dos o tres años y necesitamos una dirección más clara, con una política de vivienda a largo plazo".
Precios y acceso. Según Camps, en líneas generales a la vivienda nueva la adquiere el inversor, ya que la brecha cambiaria resintió el valor de las unidades en dolares y la ecuación final está "muy complicada".
"Desde la AEV nacional trabajamos para el acceso de la vivienda a la clase media, creemos que es la base para una macroeconomía sana", afirmó el dirigente.
Grandinetti, por su parte, explicó que históricamente en el país los inmuebles son considerados resguardo de valor: "Cuando hay devaluación y descalce y somos baratos en dólares es tentador incorporarse al ladrillo y consolidar los excedentes ahí, hoy el inversor está esperando".
En ese punto pidió "reglas claras", al asegurar que desde el empresariado ya demostraron adaptabilidad a las circunstancias cambiantes, y demandó resolver la financiación para que el consumidor o el inquilino pueda convertirse en dueño. "Hoy al mercado de la vivienda lo resuelve el inquilino", resumió.
Para Seggiaro, los inmuebles como bienes con contracíclicos, y opinó que en la zona de Rosario gracias al standar de cosecha que hay se convierte en un negocio "casi imbatible" que goza de cierto nivel de estabilidad respecto a otros emprendimientos.
También puntualizó que la ecuación inversor/usuario para la ciudad, que era hasta hace algunos años de 80/20, se achicó para ubicarse en parámetros de 60/40.
Esto significa que hay un movimiento generacional que trae cambios en la visión sobre lo es el ahorro: "Los que tienen entre 30 y 40 años tienen otra visión y otras exigencias, y las empresas deben ver eso".
Por eso estimó como fundamental mantener la producción sobre los segmentos compradores bien identificados, con productos con ventajas comparativas.
Respecto a cuáles son los desarrollos mas eficientes en la actual coyuntura, Camps consideró que existen algunas pautas generales que ayudan a que los números cierren mejor: construcciones grandes en ciudades son más amortizables, ya que están rodeadas de infraestructura y genera menos desgaste ecológico.
Expectativas. Como toda la clase empresarial, los referentes del sector de la vivienda lanzaron señales respecto a lo que esperan de las elecciones presidenciales del año que viene: "Para 2015 buscamos el compromiso de los candidatos para que se consulte a las cámaras para saber cuáles son las necesidades del inversor", dijo Camps.
El presidente de la AEV informó que los desarrolladores tienen que ver que habrá un repunte de valores a mediano plazo, ya que consideró que Argentina en general y Buenos Aires en particular "siguen siendo muy baratos comparado con otros países de la región". "Por eso no cae la actividad", dijo.