"Argentina importa todo el uranio que consume", dice el Presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Uranio (CADEU), que trazó un panorama del sector uranífero en el país y en el mundo.
Por Carlos Saravia Frias - Presidente de la Cámara Argentina de Empresas de Uranio (CADEU).
En marzo de 2011, un sismo de 9º en la escala de Richter provocó un tsunami de 13 a 15 metros sobre las costas de Japón, lo cual dañó la central nuclear de Fukushima Daiichi. Algunos países decidieron detener reactores o planes para su construcción, como Alemania, Italia, Suiza y el propio Japón. Otros, en cambio, confirmaron planes de construcción de nuevas centrales nucleares, optaron por aumentar la capacidad de generación de reactores en operación o decidieron avanzar con la extensión de sus vidas útiles, como Argentina con Embalse (Córdoba). También se implementaron "stress-tests", para comprobar la seguridad de plantas en operación.
Según el World Energy Council (WEC), por el impacto de Fukushima 13 reactores salieron de servicio, aunque otros ocho se pusieron en funcionamiento; se completaron 5 reactores y otros 3 siguen en construcción; se eliminaron 4, pero se agregaron otros 6. Así, el panorama en agosto de 2012 era de 433 centrales en operaciones en todo el mundo, otras 65 en construcción, 158 reactores planificados y 329 propuestos.
En cuanto a la demanda global, la producción primaria (54.670 ton) cubrió el 85% de demanda mundial (63.875 ton) en 2010 según el Libro Rojo de la AIEA 2011. El restante 15% provino de fuentes secundarias (exceso de inventario; reprocesamiento de combustible usado; "downblending" de uranio enriquecido bajo el acuerdo "HEU"; etcétera). Para 2013 está prevista la terminación del acuerdo con Rusia sobre Uranio Altamente Enriquecido (HEU) por 12.000 -20.000 ton, y para 2035 se proyecta una demanda global que aumente de 97.645 ton a 136.385 ton para 2035.
Mercado y precios
Los recursos mundiales de uranio están estimados en 5.327.000 ton (a menos de US$130/kg/U, según el Libro Rojo 2011). Son sólo 13 países los que concentran el 96% de los recursos identificados y el 4% restante está distribuido en otras 20 naciones Esta es la lista según Recursos Razonablemente Asegurados (RAR) e inferidos:
Australia 1.661.600 ton; Kazakhstan 629.100 ton; Rusia 487.200 ton; Canadá 468.700 ton; Níger 421.000 ton; Sudáfrica 279.100 ton;Brasil 276.700 ton; Namibia 261.000 ton; Estados Unidos 207.400 ton; China 166.100 ton; Ucrania 119.600 ton; Uzbekistán 96.200 ton; Mongolia 55.700 ton.
Desde 1988, el precio del uranio (cotización UX U308) ha permanecido casi plano, por debajo de los US$ 20/ton, pero en 2007 experimentó una espectacular escalada hasta rozar los US$ 140/ton, aunque ese mismo año cayó a US$ 70/ton, repuntó a US$ 90/ton en 2008 y después fue bajando hasta encontrar un nuevo piso de US$ 40/ton en 2010 y, tras un último repunte más moderado cotizar en aproximadamente US$ 50/ton en 2012.
Los niveles de consumo de 2010, los recursos identificados de uranio son suficientes para abastecer consumo de más de 100 años de los centrales nucleares actuales. Sin embargo, se requiere importantes inversiones y know how para convertir estos recursos en producto y para identificar recursos adicionales, por lo que serán necesarios precios de uranio suficientemente altos para financiar ese desarrollo, particularmente con las alzas en costos de producción.
En la inversión, la evolución desde 1998 muestra una línea estable en torno de los US$ 200 millones/año a nivel doméstico (casi nula a nivel no doméstico) que en 2004 se dispara por sobre los US$1.500 millones/año y trepa por sobre los US$ 2.000 millones/año en 2010, con una leve caída en 2011 (la no doméstica acompaña esa curva sin superar nunca los US$ 500 millones /año).
En Argentina
La energía nuclear puede aportar a la diversificación de la matriz energética de nuestro país, al desarrollo de energía limpia de escala industrial conbajo costo y sin emisión de gases contaminantes ala atmósfera, con importancia tanto desde el punto de vista estratégico como económico.
Argentina expresa su liderazgo nuclear a través de acuerdos bilaterales e internacionales firmados, con transferencia y exportación de tecnología; centrales nucleoeléctricas en marcha y en construcción; una industria local de insumos para centrales; el desarrollo de medicina nuclear e irradiación de alimentos; el desarrollo de reactores de investigación y potencia (Carem); la producción de agua pesada y el enriquecimiento de uranio.
Sin embargo, al país le falta la producción de la materia prima: el uranio. Argentina no produce actualmente nada de uranio e importa todo el consumo actual, unas 120 ton/año, con un "stock" de 52 ton. Cuando entre en funcionamiento Atucha II, esa central demandará unas 265 ton/año.
Y ello, pese a que Argentina tiene Recursos y Reservas por 18.500 ton (CNEA, Libro Rojo 2011), con un fuerte potencial geológico y un territorio subexplorado. Las reservas nacionales de uranio podrían aumentar con inversiones y con exploración. Según la CNEA y la WNAA, con los datos disponibles en 2012, el país tiene un potencial de 55.000 ton.
El país ya dispone de un Marco Regulatorio para el desarrollo del uranio que permitiría asegurar el abastecimiento, con normas que: fomentan el desarrollo del sector tanto público como privado (Ley 24.804); garantizan al Estado el acceso a minerales nucleares para el abastecimiento nacional, con primera opción para adquirir los minerales nucleares; permiten exportar con autorización del Estado, previa coberturade la demanda local; y asegura un estricto control ambiental (Código de Minería y normas ARN).
Nuestros desafíos post Fukushima necesitan considerar que sólo el 85% de demanda se cubre con producción de uranio, lo que hace necesario cubrir la brecha entre producción y fuentes secundarias, que el crecimiento de la población mundial demanda más energía, barata, limpia y de escala industrial, y que ya se conocen importantes avances en la generación alternativa de uranio (Carem, desalinización, transporte, etcétera).
Argentina tiene buen potencial geológico de uranio que requiere inversiones en exploración paraconocer y definir sus recursos. Su autoabastecimiento es posible con un marco regulatorio propicio para el desarrollo (público y privado) de los minerales nucleares. Pero es preciso también asegurar estabilidad jurídica a nivel nacional y provincial para atraer y mantener inversiones en exploración en minerales nucleares para que se conviertan en proyectos productivos.
Fuente: Revista Mining Press