El geólogo sostiene que el potencial minero argentino es grande y que "sólo hace falta que los geólogos, los políticos, los inversores y las empresas mineras hagan los deberes como corresponden".
Por Guillermo Re Kühl - Geólogo, Presidente de Alto Americas
Algunas asignaturas pendientes de la minería argentina llevan más de 15 años y otras, entre 200 y 300 años. Cinco siglos después del descubrimiento de América después nos preguntamos: ¿qué hacemos? Nos paramos muchas veces delante de los proyectos y así como los economistas se plantean cómo reunir dinero, los geólogos decimos: ¿dónde está el mineral?
Argentina es un país donde la minería hacia principios de los 90 no representaba más del 0,05% del PIB, ahora hay proyectos a lo largo y ancho del territorio. Si hacemos un promedio de los 25 que se pueden considerar proyectos, hay un cabeza a cabeza entre Santa Cruz y San Juan, que acaparan el 25%. Salta creció muchísimo y marcha tercera cómoda y subiendo en las posiciones. Las demás forman un segundo lote, con territorios como Catamarca, por Alumbrera y Agua Rica, está en un lugar destacado.
En cuanto a los países inversores, Canadá sigue representando el 50% y ha crecido Australia. Quizás por las limitaciones de envío de fondos al exterior el dinero está aquí y que muchos fondos de inversión y empresas decidan ponerlo en minería, algo muy curioso unos años atrás.
Seguimos buscando oro y esto no ha cambiado mucho. El 41% de los proyectos están orientados al metal dorado y curiosamente el cobre, que había decaído, volvió a un lugar destacado. El litio apenas llega al 7%, inclusive superado por las inversiones en uranio. Algo curioso es el hierro, que no existía desde la época de Fabricaciones Militares (FM) pero está ocupando un lugar predominante por la falta del commodity en el mundo.
En 2009, había 100 o 150 proyectos dando vueltas, unos 25 en exploración avanzada y unos 10 en explotación. Ahora estamos en el mismo orden de magnitud, continúa la curva y seguimos teniendo 100 o 150, pero con menos dinero de lo que teníamos antes.
POTENCIALIDAD
Considerando las zonas prospectivas, todavía hay quizás un 50% de cosas que no hemos visto y podríamos explorar. Por ejemplo, ¿qué pasa con el indio que se descubrió hace tiempo? ¿Se restringe al Macizo del Deseado? ¿Hay alguno otro? Se han explorado en Patagonia y nunca se estudió si tenían indio en sus testigos.
En el caso de Cerro Negro, si hablábamos hace seis años, decíamos que en ese sector de macizos no había nada. Pero Cerro Negro nos está dando una lección de lo que pasa cerca del sector Noroeste. Hay proyectos con idénticas características y ni siquiera están estudiados.
En el Golfo de San Jorge vamos a tener uranio y la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) aún está tratando de ver si Cerro Solo es todo lo grande que puede llegar a ser. Hay empresas con proyectos alrededor que están encontrando valores similares o mayores a los que tiene la CNEA en has que algún día explotarán.
Dentro de la Cuenca del Golfo de San Jorge teníamos uranio calcreto, sin importancia hace cuatro años, pero hoy hay una empresa que en Laguna Salada tiene un estudio de pre factibilidad y posiblemente sea la nave insignia de buscar uranio en el sur de Chubut.
En Santa Cruz, Fomicruz y empresas privadas han encontrado valores altísimos también, a 30 o 60 cm. Siempre fueron citados y nadie los buscó.
En potasio sabemos muy bien cómo le va a Vale, al menos geológicamente, y en principio lo que podemos encontrar en toda esa Cuenca Neuquina. ¿Tenemos otros al norte de allí?
Los Andes
En la parte central de los Andes, hay quienes sostienen que los yacimientos y los pórfidos de cobre se terminan a los 33°, a la altura de El Teniente (Chile), pero no se entiende por qué a los 36° y los 38° seguimos encontrando pórfidos, ni sabemos cuál es su valor real porque Mendoza todavía pone trabas para estudiarlos.
En los Andes Centrales, la faja miocénica ya estaba estudiada y hace 10 años se decía que no había más yacimientos de oro. Pero apareció Troy Resources y empezó a producir oro en Casposo. El Valle del Cura (San Juan) todavía puede dar sorpresas.
La precordillera de San Juan tiene, al sur de Veladero, muchos yacimientos vetiformes sin estudiar, pero sabemos de uno que dio 0,8g/oro en superficie, en una veta de alta ley de la que se desconoce su extensión y profundidad.
En las Sierras pampeanas, por la columnita y la tantalita se han interesado clientes y se reflotaron viejos proyectos. Hay varios proyectos y personas buscando tierras raras en Argentina, al menos en cuatro lugares. Los precios de las tierras raras subieron 5.000% en los últimos dos años y ello amerita que le dediquemos más tiempo.
El proyecto Cerro Atajo, entre Bajo Alumbrera y Agua Rica, es una de las asignaturas pendientes de Catamarca.
NOA
En el NOA también hay hierro y aunque sea de baja ley son yacimientos muy buenos porque están muy cerca de Salta (40 km) y el costo operativo es bajo. A la faja ferrífera de Mendoza la habían ignorado, pero hoy se encuentran 5, 10 o 15 millones de ton arriba de 68% o 70% de hierro, la mayoría en vetas. Con ese hierro, hay tierras raras y oro.
En el NOA siempre se ha hablado de los yacimientos de sedex. Los yacimientos de Bélgica y Pumahuasi los perforó Aguilar, para llevarse las escombreras, unas 50.000 ton.
El oro aluvial fue ignorado desde la época colonial, pero la cantidad de talleres de oro en esta región indica que hay mucho para hacer. Hay dos o tres proyectos de unas 300.000 ton con oro en 0,8 g/m3 a disposición.
Todo lo descripto es sólo un sucinto muestrario de lo mucho que tiene la geología argentina para ofrecer. Sólo hace falta que los geólogos, los políticos, los inversores y las empresas mineras hagan los deberes como corresponden.
Fuente: Revista Mining Press