Aguada del Chañar podría generar fabulosos ingresos para la provincia.
Situado en la tan mentada formación Vaca Muerta, el yacimiento es la gran apuesta de la estatal Gas y Petróleo.
La lluvia extranjera de las últimas semanas le ha dado un inesperado brillo a este campo que guarda uno de los objetivos preciados del gobierno neuquino. Hay verdes que llaman la atención en medio de un movimiento incesante de camiones y equipos que rondan la zona víctima de la fiebre del shale, un petróleo casi refinado que se ha cocinado aquí abajo, en la tan mentada formación Vaca Muerta. Y sobre esa formación cuya fama se expande, la provincia es dueña absoluta y exclusiva de 168 kilómetros cuadrados que, de salir todo tal como está previsto, valdrá acaso tanto como una mina de oro. Es así nomás, Neuquén a través de su empresa Gas y Petróleo tiene en Aguada del Chañar, a 115 kilómetros de la capital, su proyecto insignia si se piensa en la generación de recursos desde la explotación hidrocarburífera.
"Es nuestra bala de plata, lo hemos estudiado muy bien, y hemos definido un piloto para desarrollar este yacimiento", afirma el director de G&P Gustavo Nagel, quien recibió a "Río Negro".
Nagel, quien además es el representante de Neuquén en el directorio de YPF, es optimista y en el negocio petrolero obligatorio serlo, pero además de los fundamentos geológicos y técnicos advierte que en estos 168 kilómetros cuadrados resuenan todavía los gritos de festejo de los vecinos. YPF, Total Austral y Petrobras han tenido buenos resultados aquí. Sí, sí, la vaca es generosa por estos campos. Y ha sido G&P la que consiguió gas y petróleo cuando en asociación con Enarsa hizo centro con dos perforaciones que ya están en producción a unos pocos kilómetros de este lugar, y a la que seguirán otros ocho pozos con la estatal nacional.
Con todo, desde el martes G&P es la primera empresa provincial en búsqueda de los tan mentados objetivos no convencionales. Y apenas termine, hará una nueva perforación, también a Vaca Muerta e incluso más abajo, a Lotena, para ver qué hay por ahí.
Nagel usa la metáfora de la bala de plata no porque piense en matar a algún vampiro sino por el hecho de que sienten que no pueden fallar. Por eso, desde la nave madre, que está en el edificio de la calle Carlos H. Rodríguez definieron un plan que analizó cuidadosamente todo lo que dijeron las coronas (muestras) que han sido estudiadas en laboratorios especializados. Y las coronas de cada pozo, más los estudios que hicieron los vecinos, servirán para definir la estrategia que permita poner en explotación el yacimiento. Pueden ser 500 y hasta mil pozos.
"Si uno sabe cómo se comporta la formación allá, sabe qué pasó más acá, y puede deducir qué resultado tendrá en este punto", agrega y marca en un papel Nagel, sentado en el sillón del trailer en el que vive, 15 días por mes, Antonio Cardozo, company man de DLS, la firma encargada de la perforación. Antonio, con más de 40 años en la industria, es el mandamás del yacimiento, y un anfitrión de lujo. Cuenta Nagel que el equipo de Cardozo es de primera y enumera éxitos cercanos del company man.
Para esta primera perforación no convencional se contrató a Weatherford que trajo hasta aquí un verdadero chiche que agiliza el trabajo y limita los riesgos: una bandeja hidráulica de última generación que mueve toneladas de caños como si fueran escarbadientes. La bandeja hidráulica, nos enteramos aquí, es de fabricación nacional y es ensamblada y automatizada en Neuquén, desde donde se exporta a México, Colombia, Bolivia, Perú y Chile. Se maneja fácil. Con un joystick no más grande que el de la PlayStation.
"El objetivo es delimitar lo que tenés abajo para desarrollar el piloto que nos permitirá poner en producción el yacimiento", explica Nagel. Sólo cuando conozcan bien el "comportamiento" de la roca con la punción vertical avanzarán con la horizontal. Y partir de allí buscarán o definirán con un socio el desarrollo comercial. "No podemos errar el bochazo, se han cuidado mucho los recursos. Es la bala de plata", cerró.
Fuente: Río Negro - Por Rodolfo Chávez