Por Jaime Bergé - Presidente de la Cámara Minera de San Juan

El Día de la Minería encuentra al sector de la Argentina y de San Juan en franco crecimiento, desde el punto de vista económico, de las comunicaciones, de la aceptación social y de la presencia en el país. La minería ha mejorado frente a la acción de las organizaciones sociales que salieron agresivamente, a través del generoso espacio que les daban los medios opositores al gobierno, cometiendo errores tan gruesos que hicieron que buena parte del público percibiera sus denuncias desde otro ángulo. Dándose cuenta de que, por ejemplo, Alumbrera no usa cianuro mientras se le endilgaba un consumo de 700 ton/mes. En aras de desprestigiar a la actividad se ha recurrido a cualquier ardid que permita generar polémica y esto hoy ha quedado bastante en evidencia.

En cuanto al prestigio social, la minería está hoy un poco mejor que el año pasado, pero muy lejos de lo que puede pretender. Ya lo sabíamos, cuando empezó San Juan con la minería metalífera y dijimos que este era un programa a 10 o 15 años. Es muy difícil cambiar la opinión de los distintos públicos en poco tiempo, pero en la medida que se vayan desarrollando los proyectos, que la gente consiga trabajo, note que la minería no contamina y que es la actividad económica que la va a favorecer, todo esto terminará traduciéndose en aceptación en el seno de la sociedad. Los políticos venden aceptaciones sociales que duran en el mandato y cuando se termina cae el sostenimiento.

Por otra parte, el compre local ha evolucionado bastante bien, aunque se van a escuchar críticas de que no se compra en San Juan y otras provincias mineras. Es muy difícil, en un mundo globalizado, pretender que te compren todo en un mercado local limitado en muchos aspectos. Pero en el ámbito de los servicios y la provisión de insumos, se ha insertado fuertemente alrededor de 1.000 pymes, muchas de ellas traccionadas por jóvenes emprendedores.

En el saldo negativo del último año merecen destacarse los inconvenientes con las importaciones que están afectando bastante la actividad de la minería. Es un problema preocupante, porque se pueden llegar a limitar insumos como el nitrato de amonio que limitaría la capacidad de excavaciones. Hay cosas solucionables en el corto plazo, a largo plazo terminará siendo un problema grave si faltan insumos como el combustible, cianuro y repuestos de difícil reemplazo o reparación por la industria nacional. El gobierno está equivocado en ciertos aspectos porque en la minería, gran parte del equipamiento es importado, debería haber alguna ventana que permita actuar más rápido para no afectar una curva de crecimiento de exportaciones que está creciendo un 50% por año.

Para el 2012, los principales objetivos de la minería argentina son que se sigan poniendo en marcha proyectos importantes. La minería, una vez lanzada y puesta en los hechos, va a ser difícil no aceptarla porque va a terminar cumpliendo con los objetivos básicos. Serán buenas señales que se pongan en marcha Lindero en Salta, El Pachón en San Juan, Agua Rica en Catamarca, porque son de impacto social importante y van a producir transformaciones a largo plazo en sus respectivas regiones.

En lo ambiental, hay poca credibilidad en los controles, pese a que se hacen las cosas bien. Pero no hay difusión. En San Juan deberían editarse cada seis meses los resultados de los controles en las minas. Informar cómo se está controlando y los resultados, transparentarlo a través de laboratorios y profesionales prestigiosos. El gobierno debe transparentar y llevar una fuerte tranquilidad a la población.

Por último, los proveedores mineros están mucho mejor, va creciendo año a año porque van tomando conciencia de cómo debe manejarse en el negocio. Al principio, muchos empresarios no se animaban a invertir para abastecer a la actividad minera y hoy están viendo que el negocio está en proveer a la minería. El mejor ejemplo de eso está en San Juan.

Fuente: Revista Mining Press