Los funcionarios del gobierno, representantes de ONG y ejecutivos del sector energético de Perú, Chile, Argentina, Estados Unidos y Colombia se unieron al Instituto de las Américas y el Ministerio de Energía y Minas de Perú en Lima.
El programa no solo incluyó la celebración del décimo aniversario del proyecto de gas natural Camisea, sino también una evaluación franca de lo que debe hacerse para consolidar las el proyecto histórico de energía del Perú.
Los últimos diez años han sido de transformación para el sector energético de Perú. El proyecto de gas natural Camisea, inaugurado en 2004, ahora ofrece todo el gas natural que se consume en Lima y representa el 50% de la generación de energía de la nación.
En muchos sentidos, Camisea ha superado las expectativas. La producción de gas natural se ha mantenido a la par con un fuerte crecimiento económico, mientras que las mejores prácticas desarrolladas para la protección del medio ambiente y relaciones con la comunidad se han convertido en un modelo para la región. Y el impacto del proyecto sobre el desarrollo económico del Perú es innegable.
Para el gobierno de Ollanta Humala, Camisea se ha convertido en la piedra angular de los esfuerzos para garantizar acceso a la energía para todos los peruanos - la llamada "masificación" - y desempeña un papel importante en la estrategia del gobierno para lograr el crecimiento económico con inclusión social.
Pero a medida que Perú celebra el décimo aniversario de Camisea, ha quedado claro que el proyecto por sí solo no será suficiente para satisfacer las crecientes necesidades energéticas del país.
En cambio, el proyecto debe ser reconocido como un solo contribuyente al objetivo mucho más amplio para fomentar la seguridad energética en el Perú. En la práctica, esto requiere una inversión a lo largo de la cadena de valor de la energía. No es sólo un rejuvenecimiento de los esfuerzos de exploración de petróleo y gas del país, hay que incentivar la inversión en infraestructura y fomentar el papel de las energías renovables en el sector eléctrico.
La pregunta para el gobierno de Humala y los actores energéticos de Perú, es cómo mantener los beneficios económicos generados por Camisea. Más importante aún, el gobierno, la industria y la sociedad civil deben desarrollar un enfoque que incorpore las lecciones valiosas aprendidas en la última década en proyectos de energía en todo el país sin perjudicar la competitividad del sector energético de Perú.
El proyecto Camisea se inició en un momento en que el Perú estaba saliendo de un período de inestabilidad económica y política, que proporciona una muy necesaria inyección de capital extranjero y sentar las bases para la colaboración público-privada en el sector de los hidrocarburos de la nación.
La contribución tanto al sector energético nacional y la economía en general ha sido significativo. La producción de hidrocarburos en Perú creció un estimado de 260% en la última década, debido en gran parte a la exploración y producción de Camisea. Desde 2004, el proyecto ha traído en más de US$ 13 mil millones en inversión e impulsó el PIB de la nación en aproximadamente US$ 16 mil millones. Líquidos de gas natural, en particular, han hecho una importante contribución a la balanza comercial de hidrocarburos; de acuerdo con la Sociedad Peruana de Hidrocarburos, Camisea ha reducido el déficit comercial en US$ 9 mil millones.
Las oportunidades para el gas natural se extienden más allá del sector de la energía, con el potencial de transformar la industria y el transporte en el Perú. El Ministerio de Energía y Minas está explorando opciones para el gas natural para reemplazar el diesel en flotas de camiones, por ejemplo. El gobierno también aboga por un mayor uso de gas licuado de petróleo o GLP y gas natural asociado.
Perú tiene la esperanza de que la exploración en curso y la producción en los campos de Camisea conducirán a nuevos descubrimientos y el aumento de las reservas. Para el Banco Interamericano de Desarrollo, el financiero principal del proyecto Camisea, el siguiente paso es la expansión y el desarrollo de los mercados de gas natural - tanto nacionales como internacionales - con el fin de mantener el impulso y garantizar una demanda adecuada.
El gas natural también tiene el potencial para apoyar un mayor despliegue de renovables en Perú. Pese a las preocupaciones de que la competencia entre el gas natural barato y la energía hidroeléctrica en el mercado eléctrico de Perú podrían causar una disminución en la contribución de la energía hidráulica, los panelistas hicieron hincapié en la importancia de ambas fuentes de energía en una matriz energética diversificada. Con el tiempo, argumentaron, el gas natural jugará un papel de apoyo como el sector eléctrico hace que la transición a mayores fuentes renovables.
Perú está en riesgo de perder los inversores de energía debido a la recién apertura de los mercados en México, que plantea interrogantes sobre la capacidad de la nación andina para satisfacer sus necesidades en la próxima década, según un informe.
"Perú ya no puede confiar en su sistema político estable y un crecimiento económico estable para atraer inversiones en el sector energético", explica el Institute of the Americas, un think- tank con sede en La Jolla, California. La decisión de México para abrir su industria de petróleo y gas natural a los inversionistas extranjeros por primera vez en más de 75 años "podría ser la oportunidad de inversión energética de la década".
Perú planea ampliar la producción de gas de su campo Camisea y la racionalización de la normativa en su lucha por frenar una caída en la exploración y producción de petróleo. Perú tiene las terceras mayores reservas de gas natural en América Central y América del Sur, después de Venezuela y México, según la Administración de Información de Energía de Estados Unidos. La producción de crudo ha estado disminuyendo desde mediados de la década de 1990.
Hubo siete pozos exploratorios perforados en Perú el año pasado, en comparación con 115 en Colombia. "Sin un programa de exploración a gran escala Perú tendrá que luchar para mantener el crecimiento y el impulso de Camisea y satisfacer las necesidades energéticas del país, en la próxima década y más allá", concluyó el informe.