La ministra de Industria, Débora Giorgi, reafirmó que el gobierno está "evaluando las distintas propuestas" para ayudar a "preservar los puestos de trabajo" en la empresa de energía IMPSA ante la delicada situación financiera que atraviesa la compañía del grupo Pescarmona.
"Estamos trabajando con el ministro (de Economía, Axel) Kicillof, y con otras áreas de gobierno. El objetivo es preservar los puestos de trabajo, los 1700 empleos, vamos a ayudar como lo hemos hecho con todas las empresas, pero siempre cuidando los intereses del Estado" señaló Giorgi.
En una entrevista concedida al diaro Tiempo Argentino, al ser consultada sobre un salvataje del gobierno a IMPSA, la funcionaria sostuvo que "estamos evaluando las distintas propuestas que se nos han hecho y las nuestras también".
Giorgi aseguró que "la vocación es que la planta siga funcionando pero preservando los intereses del Estado".
La semana pasada Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA)informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que se veía en "la necesidad de posponer el pago de intereses" correspondientes al vencimiento de sus Obligaciones Negociables Clase X y XI, así como también el pago de las cuotas de capital e intereses de todas sus Obligaciones Negociables en circulación y de sus restantes obligaciones con acreedores financieros".
La empresa atribuyó la decisión a su "situación financiera, como consecuencia de los atrasos sufridos en las cobranzas a algunos clientes en contratos significativos".
El principal deudor de IMPSA es el gobierno de Venezuela, quien le estaría debiendo 1.200 millones de dólares.
El Cronista
La ministra de Industria, Débora Giorgi, reafirmó que el Gobierno está evaluando las distintas propuestas para ayudar a preservar los puestos de trabajo en la empresa de energía Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) ante la delicada situación financiera que atraviesa la compañía que pertenece al grupo Pescarmona.
Estamos trabajando con el ministro (de Economía, Axel) Kicillof, y con otras áreas de gobierno. El objetivo es preservar los puestos de trabajo, los 1700 empleos, vamos a ayudar como lo hemos hecho con todas las empresas, pero siempre cuidando los intereses del Estado aseguró Giorgi. En una entrevista concedida al diario Tiempo Argentino, al ser consultada sobre un salvataje del Gobierno a Impsa, la funcionaria sostuvo que estamos evaluando las distintas propuestas que se nos han hecho y las nuestras también. La ministra sostuvo que la vocación es que la planta siga funcionando pero preservando los intereses del Estado.
La semana pasada Impsa informó a la Comisión Nacional de Valores (CNV) que se veía en la necesidad de posponer el pago de intereses correspondientes al vencimiento de sus Obligaciones Negociables Clase X y XI, así como también el pago de las cuotas de capital e intereses de todas sus Obligaciones Negociables en circulación y de sus restantes obligaciones con acreedores financieros. La empresa atribuyó la decisión a su situación financiera, como consecuencia de los atrasos sufridos en las cobranzas a algunos clientes en contratos significativos. El principal deudor de la compañía es el gobierno de Venezuela, quien le estaría debiendo u$s 1.200 millones.
A pesar de la delicada situación, Enrique Pescarmona está decidido a sacrificar algunos negocios con tal de mantener la empresa. Así se pudo leer en una comunicación interna que fue enviada por Luis, el hijo del empresario y CEO de la empresa, el día viernes a más de 4000 empleados, con el objetivo de tranquilizarlos. Entre ellos, la firma tiene en venta algunos de sus negocios en Uruguay y en Brasil. En cuanto a versiones que han circulado, les puedo asegurar que en ningún momento hemos contemplado la venta de la empresa. Sí estamos, como parte de nuestro negocio y desde siempre, en proceso de venta de los parques eólicos de Uruguay y de Brasil, que nos aportarán recursos financieros para potenciar la actividad de nuestras fábricas, sostuvo la comunicación.
Luego de que el gobierno de Cristina Kirchner comenzara su tarea para que Venezuela y Brasil paguen a la empresa Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA) el dinero que le deben y que la obligó a entrar en default por no poder pagar dos bonos, la empresa, además se achicará para poder sobrevivir.
Es que Enrique Pescarmona, CEO de la ancestral empresa, está decidido a sacrificar algunos negocios con tal de mantener viva a la empresa.
Así se desprende de la comunicación interna que el viernes mandó su hijo Luis a los más de 4.000 empleados directos, con el objetivo de tranquilizarlos. Diario La Nación publicó el texto en su edición dominical.
Este aporta varias definiciones con respecto al futuro de la empresa, como la venta de algunos de sus negocios en Uruguay y en Brasil y "bajas necesarias", para recuperar la sustentabilidad de la compañía en el largo plazo.
"En cuanto a versiones que han circulado, les puedo asegurar que en ningún momento hemos contemplado la venta de la empresa. Sí estamos, como parte de nuestro negocio y desde siempre, en proceso de venta de los parques eólicos de Uruguay y de Brasil, que nos aportarán recursos financieros para potenciar la actividad de nuestras fábricas", sostuvo Luis Pescarmona en la nota.
"Como ustedes saben, hemos sufrido atrasos significativos en los pagos de la mayoría de nuestros principales clientes en Brasil, en la Argentina y en Venezuela", lamentó Pescarmona hijo. "Estos atrasos, sumados a las cargas financieras, nos han ocasionado una situación de falta de liquidez afectando todas las áreas de Impsa", completó.
"Contamos con el apoyo de la sociedad, de nuestros clientes, proveedores, el Estado argentino y Brasileño y de entes financieros. Todos han mostrado un gran compromiso con nuestra empresa", confió Pescarmona. Y anticipó que la empresa avanza en "estructurar un paquete de medidas que nos permitan volver a transitar el camino de la normalidad. Esperamos poder comentarles estas medidas durante los próximos 90 días", finaliza el texto.
Vale recordar que Impsa comenzó a tener problemas financieros hace varios meses debido a atrasos en los pagos de algunos de sus principales clientes, entre ellos Eletrobras, una compañía del Estado brasileño, y el gobierno de Hugo Chávez, por la construcción de una central hidroeléctrica. Su sucesor en la presidencia venezolana, Nicolás Maduro, tampoco canceló la deuda.
Según declaró Pescarmona al principio del texto, destinado a sus "colaboradores", su objetivo es tenerlos al tanto de las acciones que está tomando la conducción de la empresa para "mantener el trabajo, la estabilidad y la sustentabilidad en el largo plazo de nuestra querida Impsa".
Ayer, el empresariado mendocino pidió "apoyar a una empresa mendocina como IMPSA", para "mantener una matriz productiva eficiente" en la provincia.
Ayer, un total de 11 entidades, entre las que aparecen el Consejo Empresario Mendocino, la Federación Económica y la UCIM entre otras, enviaron un comunicado que busca resaltar la importancia de evitar que IMPSA quiebre, ya que la consideran un ejemplo de "excelencia y trabajo argentino", una empresa que impulsa "el trabajo, el desarrollo tecnológico y la expansión de la industria nacional hacia los mercados del mundo".
"Nunca hemos contemplado la venta de la empresa"
El Sol Online.
Impsa, la empresa del Grupo Pescarmona, anunció a sus empleados que venderá activos en Brasil y Uruguay. Así lo señaló Luis Pescarmona, CEO de la compañía, en una comunicación interna a los trabajadores.
"En cuanto a versiones que han circulado, les puedo asegurar que en ningún momento hemos contemplado la venta de la empresa. Sí estamos, como parte de nuestro negocio y desde siempre, en proceso de venta de los parques eólicos de Uruguay y de Brasil, que nos aportarán recursos financieros para potenciar la actividad de nuestras fábricas", sostuvo uno de los hijos de Enrique Pescarmona en ese documento.
"Como ustedes saben, hemos sufrido atrasos significativos en los pagos de la mayoría de nuestros principales clientes en Brasil, en la Argentina y en Venezuela", señaló Pescarmona hijo. Y agregó: "Estos atrasos, sumados a las cargas financieras, nos han ocasionado una situación de falta de liquidez afectando todas las áreas de Impsa".
Según publica el diario La Nación, que tuvo acceso a la nota, los problemas financieros de Impsa comenzaron hace varios meses debido a atrasos en los pagos de algunos de sus principales clientes, entre ellos Eletrobras, una compañía del Estado brasileño, y el gobierno de Hugo Chávez, por la construcción de una central hidroeléctrica. Su sucesor en la presidencia venezolana, Nicolás Maduro, tampoco canceló la deuda.
Según declaró Pescarmona al principio del texto, destinado a sus "colaboradores", su objetivo es tenerlos al tanto de las acciones que está tomando la conducción de la empresa para "mantener el trabajo, la estabilidad y la sustentabilidad en el largo plazo de nuestra querida Impsa".
Por Federico Brusotti.
Ante la grave crisis IMPSA, la empresa del grupo Pescarmona, la llegada a Mendoza del ministro de Trabajo Carlos Tomada había generado expectativas en el gobierno provincial, la propia empresa y los trabajadores. Y si bien el funcionario kirchnerista no aportó demasiadas precisiones sobre cómo la Casa Rosada podría ayudar a la compañía, trascendieron gestiones de la presidenta Cristina Kirchner con su par Nicolás Maduro, ya que Venezuela mantiene una deuda cercana a los US$ 1.200 millones con la empresa mendocina.
“La Presidente ha hablado también con (Nicolás) Maduro, está gestionando un pago de 150 millones de dólares ”, comentó el gobernador Francisco Pérez.
El mandatario cuyano y Tomada encabezaron ayer un encuentro con directivos de la firma (estuvo Sofía, una de las hijas de Enrique Pescarmona) y sindicalistas. Tras la reunión, Pérez precisó que “el tema de IMPSA tiene varias aristas: económica, financieras, de vencimientos, de deudas o acreencias que tienen con los gobiernos de Venezuela y de Brasil y en eso hay distintos actores trabajando”.
El gobernador intentó mostrarse activo en la búsqueda de una salida para la empresa más grande de su provincia. Por eso también adelantó reuniones entre representantes de IMPSA y Miguel Galuccio, el CEO de YPF, para la posible ubicación futura de trabajadores.
Tomada fue más cauto. Solo explicó que “la postura del Gobierno Nacional fue escuchar los planteos de la empresa. Tenemos una visión más completa de la situación, donde la cuestión laboral es central ”. En este sentido, comentó que una de las alternativas que evalúa la Nación es acceder al pedido de 1.000 Repro que realizó la empresa. Se trata de un plan de ayuda que consiste en un subsidio de $ 2.000 por trabajador para evitar despidos. “Son una respuesta a este tipo de inconvenientes”, enfatizó.
Sin embargo, tras las reuniones en Mendoza nada quedó claro sobre el plan de capitalización que surgió como la primera alternativa de salvataje del Gobierno, porque Pescarmona no acepta perder el control de su empresa. En cambio desde IMPSA pretenden apoyo para cobrar las deudas en Venezuela y Brasil, aportes para sueldos y volver a ser considerada en la obra pública nacional. “IMPSA está atravesando por una situación financiera complicada, entre otros factores, como consecuencia del no cobro de obras en Venezuela y en Brasil, y por otra parte, en los últimos 12 años, pese a ser una compañía argentina que tiene alta tecnología, no tiene obras en el país”, se quejó un directivo del grupo.
Por Gastón Bustelo.
Tarde comenzaron los funcionarios a buscar soluciones concretas para la empresa Impsa. Desde hace más de un año, la mala situación por la que atraviesa la empresa es de dominio público, hasta referentes del sector aseguraban -antes de que se produjera la cesación de pagos en la que entró el Grupo- que la firma se iba de Mendoza. Extraño resulta que los problemas no hayan llegado entonces a oídos de ningún funcionario.
Impsa comenzó a tener problemas serios con el Gobierno nacional en el 2010 cuando denunció que se había preadjudicado la central hidroeléctrica Chiuido I de Neuquén a las firmas que habían presentado el mayor costo de construcción, la tarifa más cara y un financiamiento que no respondía a lo solicitado en el pliego. ¿A qué empresas se les preadjudicó la obra? Obviamente a las de empresarios kirchneristas: Electroingeniería, de Gerardo Ferreyra, y CPC, de Cristóbal López, por 1.560 millones de dólares.
Las denuncias de Pescarmona aparecieron en distintos diarios. ¿Qué pasó entonces? Con el paso del tiempo los funcionarios nacionales dejaron de hacer gestiones ante los gobiernos de Venezuela y Brasil para que Impsa cobrara las obras realizadas en esos países. También le frenaron pagos a la empresa, recién ayer acordaron pagarle $ 42 millones que le deben desde el 2010 -año de las denuncias- por obras realizadas en el dique Embalse Río Tercero. Eso terminó en que la empresa arrastrara 3 años con problemas de cobro en Brasil y 2 en Venezuela.
El resultado es el que está a la vista en los últimos meses. Primero se anunció que la firma tenía problemas para el pago de obligaciones negociables. Después, en agosto, la justicia brasileña le decretó la quiebra a la empresa Wind Power Energy de Impsa por no haberle pagado U$S 4,7 millones a las firmas Libra Terminal Valongo y Libra Terminais, luego Impsa acordó un plan de pagos con las empresas y se levantó la quiebra. Pero, el atraso en los cobros de Impsa se mantenía, así fue que anunció la imposibilidad de poder pagar $ 9,5 millones de Obligaciones Negociables que vencieron el jueves pasado.
Ya con la sangre llegando al río, los funcionarios nacionales en las últimas semanas comenzaron a recibir en sus despachos al titular del grupo, Enrique Pescarmona, a quien venían ninguneando desde hacía bastante tiempo. Ayer el Gobierno nacional, a través del ministro de Trabajo, Jorge Tomada, comenzó a dar señales claras de querer asistir a la empresa mendocina al comprometerse a realizar gestiones para que la firma pueda cobrar algo de los U$S 1.000 de deuda que acumula entre las obras realizadas en Brasil y Venezuela. El gobierno nacional también tendrá en cuenta a Impsa para realizar trabajos en Yacyretá y probablemente en YPF.
Sabemos que en Mendoza hay 1.000 puestos de trabajo en juego, más una cantidad de pymes industriales que dependen de Pescarmona debido a que la empresa las capacitó y profesionalizó sus actividades lo que también generó que se ataran a la suerte de Impsa. Así las cosas, si la empresa no tiene trabajo o no cobra, también sufren las firmas chicas que dependen de la Impsa.
Además, están en problemas los 2.000 proveedores locales que tiene la empresa en la provincia con los cuales también viene acumulando deuda. Sin dudas, un espantoso momento deben estar pasando los trabajadores de Impsa, así como los que trabajan en las pymes y empresas que le proveen materiales y le prestan servicios.
La administración Pérez ya vivió lo que significa la partida de una empresa importante de la provincia cuando la minera brasileña Vale decidió paralizar su proyecto Potasio Río Colorado a principios del 2013. El mandatario no logró ni impedir la ida ni reactivar el proyecto. El caso Vale no es un buen recuerdo ni para el gobierno local y, ahora, tampoco lo es para los trabajadores de Impsa.
El clima de negocios en la provincia no es el mejor. Distintas cámaras, entidades empresariales y gremiales, desde Aderpe y Asinmet, pasando por la Cámara de la Construcción, la CGT, el CEM, la UCIM, la FEM y hasta Valos, emitieron un comunicado en conjunto en el que señalan, entre otras cosas, que “resulta indispensable la defensa y el esfuerzo destinado a apoyar a una empresa mendocina como Impsa, contribuyendo con ello a mantener una matriz productiva mendocina diversificada, una fuente de generación de productos exportables con alto valor agregado y la conservación de gran cantidad de puestos de trabajo altamente calificados”.
Si bien las negociaciones para que Impsa reciba pagos atrasados de Brasil y Venezuela las llevará adelante el Gobierno nacional, la administración local deberá estar muy atenta a su evolución. A la gestión Pérez no le queda margen para equivocarse. Si cae Impsa o se despide mucho personal, el golpe también arrastrará a los funcionarios mendocinos y, simbólicamente, el impacto en el imaginario colectivo será similar al de la caída del Banco Mendoza a fines de los '90, hecho que también tuvo a Pescarmona entre sus protagonistas.
El Consejo Empresario Mendocino emitió un comunicado en el que respalda a Impsa por la crisis financiera; participaron distintas cámaras y entidades.
Los empresarios locales señalan que: “Se trata de una empresa argentina que exporta tecnología y trabajo, compitiendo con mucho esfuerzo con los líderes tecnológicos del mundo. Con más de 100 años de historia, IMPSA es líder latinoamericana en tecnología hidroeléctrica, eólica y nuclear, desarrollando en su cadena de valor una red de más de 600 Pymes y 4.500 proveedores en el país. Ha sido nominada por el Financial Times como una de las ocho empresas con mayor responsabilidad social y ambiental”.
También rescatan que IMPSA es una gran generadora de puestos de trabajo. "IMPSA es una fuerte importante de generación de empleo en la Provincia con 2.000 puestos de trabajos y es el empleador de ingenieros para investigación y desarrollo más grande la Argentina, logrando diseñar el primer aerogenerador del mundo sin eje”, afirman las entidades provinciales", destacan en el texto.
Adhieren al comunicado: Aderpe, Amena, Asinmet, Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria de San Rafael, Cámara de la Construcción Delegación Mendoza, CEM, CGT, Colegio Farmacéutico de Mendoza, FEM, UCIM y Valos.