Por José Hidalgo Pallares.
Lejos de intentar poner orden en unas cuentas públicas que ya presentan un déficit abultado, el Gobierno sigue pisando a fondo el pedal del gasto. Los analistas, que proyectan que este año el rojo fiscal -excluyendo las ayudas extraordinarias del Banco Central y la Anses al Tesoro- rozará los 4 puntos del PBI, advierten que la política fiscal es "insostenible" y que el financiamiento del déficit a través de emisión monetaria da impulso a la inflación y a las expectativas de devaluación.
En julio, según la información publicada ayer por el Ministerio de Economía, el gasto primario del sector público (es decir, el gasto total excluyendo el pago de intereses de la deuda) sumó $ 93.500 millones, 41% más que en el mismo mes del año pasado. Entre los componentes del gasto, se destacó el crecimiento de 177% en el déficit operativo de las empresas públicas, que rozó los $ 3900 millones.
Si bien el crecimiento del gasto total fue apenas superior al 40% registrado por los ingresos corrientes, estuvo muy por encima del aumento de 32% de los ingresos cuando se les restan las "rentas de la propiedad", es decir, las transferencias extraordinarias del Banco Central (BCRA) y de la Anses al Tesoro. Los economistas excluyen de sus análisis esas transferencias, ya que consideran que no se trata de ingresos "genuinos" del Tesoro.
En julio de este año las rentas de la propiedad sumaron $ 9226 millones, es decir, 217% más que en igual mes de 2013. Su peso dentro de los ingresos corrientes totales pasó de 4% en julio del año pasado a 10% en el mismo mes de este año, lo que muestra la creciente dependencia del Gobierno de esos recursos para poder presentar resultados fiscales positivos.
"En el mes de julio de 2014, el sector público nacional ha obtenido un superávit fiscal primario que, medido en base caja, alcanzó la suma de $ 767,9 millones", dice el informe del Ministerio de Economía, que añade: "En el acumulado de los primeros siete meses del año, el superávit primario ha alcanzado la suma de $ 2970,1 millones. Por su parte, en julio el resultado financiero fue de -1176,9 millones de pesos, reduciéndose con relación al mismo período del año anterior".
Al excluir del análisis las rentas de la propiedad, los resultados son muy diferentes. Según Nicolás Bridger, economista de Prefinex, si no se toman en cuenta esas transferencias, en julio el sector público registró un déficit primario (antes del pago de intereses) de más de $ 8400 millones, cuatro veces mayor que un año atrás. El déficit financiero (luego del pago de intereses), en tanto, sumó $ 10.400 millones.
En el acumulado de los primeros siete meses del año el déficit primario alcanzó, según Bridger, los $ 58.000 millones, siempre excluyendo las rentas de la propiedad. El deterioro es notorio: entre enero y julio de 2013 el rojo primario había sido de $ 16.000 millones.
Esta tendencia lleva a Maximiliano Castillo, director de la consultora ACM, a opinar que la Argentina enfrenta "dificultades fiscales crecientes". En opinión del analista, la actual política fiscal es "insostenible, porque no se puede vivir con déficit fiscal indefinidamente". Castillo resaltó, además, que en la Argentina el déficit lo financia básicamente el Banco Central, a través de transferencia de reservas y, sobre todo, de emisión monetaria. En este sentido, señaló que "la inflación es la consecuencia en el día a día del déficit fiscal" y advirtió que la financiación del rojo por medio de emisión monetaria "genera incertidumbre y expectativas de devaluación".
Bridger hizo un análisis similar: "En la Argentina el déficit se financia en gran medida vía emisión, lo que acelera la inflación". El analista cree que la política fiscal continuará con la dinámica actual y, por lo tanto, "es difícil esperar que baje la inflación". Ese análisis contrasta con lo estipulado en el proyecto de presupuesto para 2015, que prevé un crecimiento moderado del gasto público, un superávit fiscal y una inflación de 15,6 por ciento.
Más allá de las dudas que generan las proyecciones oficiales para 2015, las previsiones de los analistas para este año ya son alarmantes. Bridger cree que al finalizar 2014 el sector público registrará un déficit primario (excluyendo las rentas de la propiedad) de $ 160.000 millones. Castillo, en tanto, cree que el rojo llegará a $ 148.000 millones. En ambos casos, el déficit rozaría los 4 puntos del PBI..
Una vez más, el Gobierno practicó en el presupuesto 2015 una fuerte subestimación de sus gastos, según un informe difundido ayer por la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP).
"Por primera vez en los últimos años, se prevé un resultado financiero deficitario, que ascendería a $ 49.624 millones, equivalentes a un 1% del PBI. Cabe destacar que para el corriente ejercicio, el Gobierno había estimado un superávit fiscal de $ 830 millones, y por sucesivas modificaciones el mismo se transformó en un déficit superior a los $ 166.000 millones (4% del PBI), tomando en consideración el cálculo de ingresos y de gastos presentado por el Poder Ejecutivo en el mensaje del proyecto", sostuvo ASAP.
Está previsto una expansión del 13,2% en los gastos, menos de la mitad del incremento estimado para los recursos, que llegarían al 28%, por lo que el resultado previsto, que implicaría una reducción del déficit del 70,2% de un año a otro, será muy difícil de alcanzar. Por eso, lo más probable es que el Ejecutivo mantenga la política de subestimar algunos gastos para luego sincerar la situación a través de modificaciones presupuestarias a lo largo del año, como hizo en los últimos ejercicios.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
"La diferencia que se aprecia entre lo que ocurrió entre 2003 y 2010 y lo que ha pasado en los últimos años es que en esa primera etapa se subestimaban tanto ingresos como gastos, para luego ampliar estos últimos a partir de la mayor recaudación. Desde 2011 en adelante, los recursos se presentan bastante ajustados a la realidad, mientras que los gastos son la variable de ajuste en la presentación del presupuesto, para luego financiarse con un aumento del endeudamiento o mediante una disminución de las aplicaciones financieras, incrementando así el déficit fiscal", explicó la entidad.
Por otra parte, se estima que este año la economía crecerá un 0,5% por una expansión moderada de las exportaciones en el segundo semestre, que se extendería el año siguiente. Para 2016, estima que el crecimiento alcanzaría el 2,9 por ciento.
El sector público nacional obtuvo en julio un superávit fiscal primario de $ 767,9 millones, en tanto el superávit acumulado de los primeros siete meses del año fue de $ 2.970,1 millones, informó ayer el Ministerio de Economía. Por su parte, en julio el resultado financiero arrojó un déficit de $ 1.176,9 millones, reduciéndose en relación con el mismo período del año anterior, que fue de $ 2.725,1 millones.
Según los datos de la Secretaría de Hacienda, en julio los ingresos totales se elevaron un 40,4%, particularmente por los mayores ingresos tributarios, entre los cuales se destacan las mejoras en Ganancias (40,1% anual), IVA (29,9% anual) y derechos de exportación (65,5% anual), en tanto los aportes y contribuciones a la seguridad social se incrementaron un 24,8%. Mientras por el lado del gasto corriente se registró un incremento interanual del 41%, ascendiendo a $ 93.522 millones.
"La evolución del gasto primario siguió dejando en claro las prioridades en materia de inversión social y en infraestructura por parte del Gobierno nacional", señala la Secretaría. "De hecho, el 60% del aumento interanual del gasto primario se sustenta en los siguientes conceptos: prestaciones de la seguridad social (35,6% anual), gastos de capital (mayor inversión real del sector público nacional y transferencias a otros niveles de Gobierno), inversión financiera (programa de viviendas familiares Pro.Cre.Ar.) y transferencias corrientes al sector privado (mayores recursos con destino a empresas y unidades familiares), donde se destacan los subsidios aplicados en los programas asociados al sostenimiento de las tarifas eléctricas y del transporte automotor, a las distintas coberturas asistenciales administradas por el INSSJyP (ex PAMI), a las asignaciones familiares (incluyendo la Asignación Universal por Hijo) y a la ejecución del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina - Progresar. Por último, se destaca en el mes el crecimiento de las remuneraciones (+43,7% anual), cuya variación resulta explicada por los incrementos interanuales observados en todo el ámbito del sector público nacional", agrega el comunicado oficial.
Cabe destacar que sin la asistencia del Banco Central, la ANSES y el PAMI -cuyo patrimonio se sigue deteriorando a costa del Tesoro- el desequilibrio habría sido mayor.