Anunció la emisión de $ 1.250 M a diez años que suscribirán las compañías de seguros, y de otros $ 750 M a cinco años. El Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (Oetec) destacó el fuerte incremento en la actividad exploratoria de hidrocarburos por parte de la estatal.
Por: Ignacio Olivera Doll
Con el crédito local limitado, y el impedimento de salir a tomar deuda en el exterior por el default, la petrolera estatal YPF saldrá a financiarse la próxima semana con hasta $ 1.250 millones de las aseguradoras y otros $ 750 millones en el resto del mercado. La compañía anunció ayer a la Bolsa de Comercio que, tal como anticipó este diario, emitirá bonos a diez años de plazo que podrán suscribir el sector asegurador para computar dentro del "inciso K" de su reglamento general, que les exige destinar una parte de la cartera a instrumentos vinculados a proyectos de inversión. Para el resto del mercado, la emisión será a 5 años.
El sector asegurador debe cumplir antes del 30 de septiembre próximo con el conocido "inciso K", que obliga a las compañías de seguros generales a destinar un 18% de su cartera en instrumentos que financien proyectos productivos o de infraestructura; a las de retiro, con un 14%; y a las de riesgo de trabajo (ART), con un 8%. Los desembolsos de todo el rubro por este concepto ya llegan a los $ 11.000 millones, según las últimas cifras de sus estados contables. Y en el mercado estimaban hasta hace pocos días que necesitarían ampliarlos en unos $ 2.000 millones para que todas sus empresas terminen por cumplir a fin de mes con los requisitos de la normativa.
El default marcó una seria restricción para los planes de expansión de Miguel Galuccio, que quedó sin un mercado de capitales profundo y atractivo en el que hoy pueda penetrar. Ahora, aprovechará el faltante en el "inciso K" para hacerse de caja a un costo que, si bien será variable, se ubicará muy por debajo del de mercado: pagará una tasa de interés que ajustará con la Badlar privada (la que mide el Central, que hasta ayer rozaba el 20% anual) más un spread que, según se presume, podría ser "0" para las aseguradoras, a pesar de que en este contexto debería tender a los 6 puntos porcentuales (600 puntos básicos).
YPF dejó de colocar deuda en dólares desde que, en marzo pasado hizo su emisión de u$s 1.000 millones a 10 años y a una tasa del 8,75% anual. Su último intento para salir al exterior fue en abril, cuando su asamblea de accionistas aprobó la colocación de u$s 500 millones. Pero la operación fue abortada a mitad de junio cuando la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos resolvió no tomar el caso argentino y el país se encaminó a partir de entonces decididamente al default.
El propósito de YPF, de pagar una tasa de interés que sea exactamente igual a la Badlar, suena poco razonable y atractivo para la rentabilidad de las compañías, en un contexto en el que la inflación supera ya el 40% anual y las expectativas de devaluación rozan el 50% anual (según los contratos a futuro de Nueva York, que no están intervenidos por el BCRA). Los directivos de las principales aseguradoras ya reclamaron en varias oportunidades al Gobierno la escasez de alternativas que hoy tienen en el mercado local para cumplir con el inciso K de la normativa.
De acuerdo con las condiciones de emisión, el bono será amortizado en seis cuotas iguales, que empezarán a ser pagadas a partir de los 5 años. Los agentes colocadores serán el Banco Macro, el BST y Nación bursátil, que se llevarán un 0,2% del monto efectivamente colocado; es decir, $ 4 millones en total en el caso de que se suscriban los $ 2.000 millones de las dos emisiones.
El estudio resalta al respecto “la eficiencia de la gestión pública de la petrolera recuperada y su compromiso con el modelo de desarrollo implementado desde 2003".
Según el análisis, la cantidad de pozos terminados por YPF aumentó 35,5% (un total de 534 contra 394) en enero-julio de este año, frente al mismo período de 2013.
Como el aumento en esa materia había sido de 43,3% en el primer semestre del año pasado, frente a igual lapso de 2012, el acumulado en el bienio es de 94,2%, puntualiza el Oetec.
El informe evalúa que esa evolución refleja "las compulsivas inversiones destinadas al área de negocios upstream, que la nueva gestión pública de YPF encara desde abril de 2012”.
Considera luego que “lo más interesante de todo es que esta tendencia positiva se mantendrá durante 2014", debido a "las recientes contrataciones de equipos perforadores que estarán ingresando al país durante el año".
"Este hecho le permitirá a la compañía incrementar las cantidades de pozos perforados por ende se incrementarán relativamente las cantidades de pozos terminados", explica el Observatorio.
En cuanto a los pozos perforados por YPF, el aumento interanual en enero-julio es de 15,8%, que se suma al 89,6% de incremento en la comparación de los siete primeros meses del año pasado con los de 2012, lo cual totaliza una suba en el bienio de 119,6%.
El estudio precisa que las inversiones de la petrolera nacional aumentaron 88,4% durante el primer semestre de 2014 respecto a igual período de 2013; y 321% respecto a igual período de 2012.
Para el Observatorio, la "excelente gestión pública de YPF convirtió a esta empresa en el principal y casi único agente económico que explica el freno a las tendencias declinantes en producción hidrocarburífera de años anteriores".
George Soros, el magnate millonario dueño del fondo Quantum y uno de los hombres más ricos de todo el mundo, duplicó su participación en YPF, en una apuesta clara a su negocio en la Argentina y sumó 8,47 millones de acciones, por un valor cercano a u$s 450 millones de dólares.
Así lo informó su empresa Soros Fund Management a las autoridades regulatorias del mercado en los Estados Unidos. El magnate, que se reunirá con la presidenta Cristina Kirchner el próximo 22 de septiembre, es dueño del 3,5% de los ADR (American depositary receipts) de la compañía que comanda Miguel Galuccio.
Soros se convierte así en el cuarto mayor accionista, detrás del Gobierno, que posee el 51% de las acciones de la petrolera. El primer puesto, en tanto, lo lidera el Grupo Inbursa (5,7%) que pertenece a otro magnate: el millonario Carlos Slim. Detrás se encuentran Lazard y luego Masos Capital.
El multimillonario, que ocupa el puesto 23 en el ranking de multimillonarios, tiene negocios conjuntos con IRSA, una de las corporaciones inmobiliarias más grandes del país que tiene muy buena relación con el gobierno nacional y de la ciudad de Buenos Aires.
En el plano internacional actualmente Soros Fund Management lleva el control de seis fondos de cobertura con un promedio de inversiones de más de u$s70 mil millones.
En las últimas semanas el nombre del empresario cobró peso ya que fue quien demandó al Bank of New York por haber retenido el dinero que Argentina había depositado en junio pasado, en el marco del litigio que la Argentina enfrenta con los fondos buitre.
El vínculo del magnate con el kirchnerismo no es algo nuevo. Sus negocios con la Argentina lo convirtieron en uno de los primeros empresarios en reunirse con el fallecido ex presidente Néstor Kirchner allá en 2003, cuando recién aterrizaba en el poder.
La última reunión que tuvo con Cristina Kirchner fue en 2012, al encontrarse al igual que en esta oportunidad previo a la asistencia de la jefa de Estado a la 67 Asamblea de la ONU.