A mediados de agosto, el ministro de Energía, Máximo Pacheco, anunció la firma de un acuerdo con el gobierno de Angola, que permitiría incrementar las compras de petróleo desde ese país, aprovechando la eliminación del 6% de arancel a las importaciones de crudo.
Si bien la noticia fue tomada de manera positiva por el mercado, la estrategia detrás de este anuncio del gobierno apuntaba a dar una señal a los principales proveedores de petróleo en la región y presionar para que la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) mejorara su posición negociadora, ante la opción de poder acceder a una oferta más competitiva en un nuevo mercado, todo con el objeto de mejorar los márgenes del negocio de refinación.
Fuentes de la petrolera comentan que en las últimas semanas el objetivo planteado se habría alcanzado, ya que Brasil y Colombia habrían bajado en al menos un 1% el precio del crudo que venden a la estatal.
Ambos países están entre los principales productores de petróleo de la región y representan del orden del 60% de las compras de este hidrocarburo que realiza la estatal, las cuales rondan entre 120 millones y 125 millones de barriles anuales.
“Esta es una señal política y económica, y ellos (Brasil y Colombia) bajaron sus precios, porque no quieren perder un cliente”, dicen fuentes cercanas a Enap.
Otros proveedores de importancia son Ecuador, Argentina, México y Venezuela. Chile también compra a productores del Mar del Norte, en Europa.
Si bien el porcentaje de baja podría lucir marginal, se traduciría en ahorros por unos US$ 70 millones anuales, monto que es levemente superior a la tarifa que la estatal paga al año para acceder al terminal de GNL de Quintero.
A diciembre de 2013, la estatal destinó US$ 6.910 millones a comprar crudo, según informó en su estado de resultados del ejercicio anterior.
La estrategia comercial
Aunque Enap maneja una cartera de proveedores de crudo para su mix de refinación, el contar con este acuerdo con Angola ha permitido a la firma ampliar sus opciones, dicen las fuentes, al contar con una carta de negociación adicional en la región donde compra crudos livianos -con menor porcentaje de azufre-, que usa en la elaboración de gasolinas. A ello suma variedades más pesadas, cuya refinación es más costas, para atender al segmento industrial.
Éste año, las compras al país africano alcanzarían los US$ 300 millones, mientras que en 2015 el gobierno evalúa elevarlas a unos US$ 900 millones, en caso de no conseguir mejores precios en el vecindario, ya que los proveedores de la región tienen la ventaja de tener menor costo de flete y transporte, dada la cercanía del mercado.
Lo que la estatal también busca es por esta vía mejorar los márgenes del negocio de refinación, los que hoy son acotados.
Según explican al interior de Enap, este ítem, sacando de la ecuación componentes como deuda, costo de mano de obra y carga financiera, entre otros, está entre US$ 4 y US$ 5 por barril de crudo, por lo que una mejora del 1% en el precio de la materia prima, contribuye a lograr una mayor ganancia en una línea de negocios expuesta a la variabilidad de los precios mundiales del energético.
Pero Enap también está trabajando en otros ámbitos para racionalizar el negocio, entre ellos la implementación de un plan de eficiencia energética en sus refinerías.
ALZA EN PRODUCCIÓN
Otro de los frentes en los que está trabajando la estatal Enap es en el incremento de la pro- ducción propia de crudo en Magallanes. Fuentes señalan que hoy ronda los 1.200-1.300 barriles diarios, y se espera llegar en el mediano plazo a unos 5.000 barriles diarios, lo que permitiríaseguir incrementando los márgenes. En este caso, las ganancias son mucho mayores, ya que hoy el costo de refinación de la producción propia de petróleo para la estatal va entre US$ 20 - US$ 25 por barril, mientras que el margen obtenido (a un precio en torno a los US$ 100 por barril) es de más de US$70.A principios de septiembre, el directorio de la estatal aprobó el plan estratégico de desarrollo 2014- 2018, que contempla inversiones anuales por unos US$ 800 millones al 2020, principalmente para las áreas de refinación y producción de petróleo y gas, así como la incursión en generación. La firma espera inyectar unos US$ 300 millones al año en Magallanes.