En la decisión de los inversionistas canadienses también pesarían los problemas ambientales que enfrenta el yacimiento, tema que ha sido motivo de conflicto con la localidad de Tierra Amarilla.En julio, la venta de Candelaria estaba a pasos de concretarse, pero actualmente eso parece cada vez más difícil.
Según comentan fuentes cercanas, la compra por parte de la firma canadiense Lundin Mining a Freeport-McMoRan de la mina de cobre a cielo abierto ubicada en la Región de Atacama, estaría detenida por la incertidumbre que estaría generando la estructura tributaria en los inversionistas extranjeros. “Ni los compradores ni los vendedores saben a ciencia cierta cuántos impuestos tienen que pagar y eso ahora significa un problema”, dicen actores del sector, y agregan que aun así el tema tributario va más allá de la reforma propiamente tal.
En la industria señalan que si bien no sería el motivo principal que explica la decisión de los canadienses, los problemas ambientales que han enfrentado los controladores, principalmente con la localidad de Tierra Amarilla, también habrían influido en la caída de la compra. Consultada Freeport-McMoRan y Lundin Mining por las razones, prefirieron no referirse al tema.
Candelaria es considerada entre las mineras en Chile como la más grande de las medianas por su nivel de producción de 168 mil toneladas anuales, la mitad del volumen de Chuquicamata (339 mil toneladas), según datos de Cochilco. Freeport-McMoRan posee un 80% de la propiedad, mientras el porcentaje restante corresponde a Sumitomo Corporation. La mina fue descubierta en 1987 y comenzó a operar en 1993.
Tierra Amarilla es un pueblo de cerca de 12 mil habitantes ubicado en la provincia de Copiapó. La Municipalidad, liderada por Osvaldo Delgado, denunció a la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) las irregularidades que, según dice, ha cometido la minera y que ha afectado profundamente a las personas que viven en el lugar.
El alcalde pretende corregir esto justo cuando la minera se alista a iniciar una nueva etapa de explotación hacia 2030.
Autoridades señalan, eso sí, que los problemas se vienen arrastrando hace tiempo y que Freeport-McMoRan ha sido presionada constantemente por grupos de esta localidad, y sobre todo por el alcalde, quien —aseguran— estaría más que nada buscando recursos.
Pero en Tierra Amarilla los habitantes advierten cuatro problemas que afectan principalmente a la localidad que está rodeada por cuatro mineras.
Las personas han denunciado constantes temblores provocados por las tronaduras, socavones en el suelo, falta de agua y un inmenso cerro creado a partir de desechos minerales. Esto último, acusan, sería responsabilidad exclusivamente de Candelaria, que comprende en su instalación una planta de trituración, un concentrador que trabaja alrededor de 75 mil toneladas métricas al día, y seis molinos. Este yacimiento fue el primero en el mundo en conseguir la certificación ISO 4.001 por su gestión ambiental.