Las pequeñas y medianas empresas sanjuaninas contarán con una ayuda económica extra del Gobierno provincial, que les permitirá bajar costos, con la condición de que generen fuentes laborales e incorporen y registren nuevos trabajadores, que se extenderá además a quienes blanqueen a los que ya venían cumpliendo tareas. El gobernador José Luis Gioja anunció ayer que su gestión aportará fondos, que se complementarán con los descuentos que hará la Nación, para que los empresarios no tengan que hacerle frente a las contribuciones patronales por 2 años. Según los cálculos, la medida apunta a beneficiar a un rango de entre 3.000 y 3.500 empleados. La iniciativa quedará plasmada en un proyecto de ley, el cual será girado a la Cámara de Diputados en un mes, destacó Gioja, quien estimó que el plan estará en marcha en noviembre.
El Gobernador hizo el anuncio frente a un invitado especial, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, quien llegó ayer con todo su gabinete para la inauguración de la nueva sede de la delegación regional de la repartición nacional y para la apertura de una nueva reunión del Consejo Federal de Trabajo (ver foto). La medida tiene como objetivo que las Pymes desarrollen nuevos puestos frente a un alicaído escenario laboral. Y en ese contexto, que tomen personal y lo registren para que quede en libros. La provincia tomó como base la ley 26.940, de Promoción del Trabajo Registrado.
De acuerdo a esa norma, las Pymes que incorporen hasta 15 empleados, tendrán una reducción del 100% de las contribuciones patronales (el porcentaje que le corresponde por jubilación y el Fondo Nacional de Empleo) por cada trabajador contratado en el primer año, y del 75% en el segundo año. En los casos en los que los pequeños y medianos emprendimientos sumen entre 16 y 80 personas, la Nación deduce el 50% de las contribuciones patronales en los 2 primeros años. Lo que hará el Gobierno provincial es reforzar y complementar esa medida, destinando el porcentaje faltante para que se complete en todos los casos el 100% de la contribución patronal durante los dos años previstos. O sea, para el primer grupo aportara el 25% faltante, y en el segundo, el 50% restante, explicó la secretaria de Industria, Sandra Barceló. “Esto se hace para promover el empleo en blanco. Es para que aquel que tenga trabajadores en negro, los blanquee. Y para aquel que necesite personal y esté dudando, lo tome”, resaltó Gioja.
Barceló destacó que el concepto de Pymes abarca a aquellas cuya facturación anual tope es de 88 millones de pesos y no pertenecen a un grupo económico, es decir, no son una filial de una gran empresa. Destacó que en la futura ley estarán comprendidos todos los emprendimientos, incluidos los que prestan servicios a la minería y el comercio. Una vez que esté en marcha la medida, las Pymes podrán acceder al beneficio tan sólo con la declaración de incorporación de personal ante la AFIP y la comunicación a la Secretaría de Industria. Esta última repartición hará el control de la documentación para girar los fondos locales.
Por estos días, las principales vendedoras de cemento Loma Negra en San Juan han notado importantes mermas en el producto, lo que las obligó a buscar otros proveedores o vender menos. La empresa no respondió sobre las razones pero en las ferreterías y centros de venta dicen que es porque se habría roto un molino en la cementera que opera en Rivadavia, en la planta ubicada cerca del Jardín de los Poetas. Así, en la tierra del cemento escasea el cemento.
Desde Ruiz Olalde informaron que "hay disponibilidad pero está escaseando en toda la provincia. Ya paso el año pasado cuando se rompió un horno y se fue reduciendo porque la producción es menor. Hace más de una semana que no conseguimos la cantidad de siempre”. Este negocio vende solamente la marca Loma Negra y aseguraron que pese a la merma, respetan el precio de 69,95 pesos la bolsa.
En Franrojo dijeron que "estamos con turnos que nos dan en Loma Negra porque creo que hay rotura de un molino, hará una o dos semanas que está el problema. El Plasticor, que es cemento de albañilería y que es el más demandado, es el que más falta”. También aseguraron que sostienen el precio pese a la escasez y que los valores vienen trepando pero no sólo en el caso del cemento, sino de todos los materiales de la construcción.
Desde Hormiserv, Ariel Illanes dijo que "hay una merma porque ellos han tenido una rotura de una maquinaria en la planta y, sumado a eso, porque tienen mucha demanda de cemento y la fábrica no da abasto, por eso se ha retaceado”. El encargado de ventas dijo que ellos compran a granel y que calcula una baja del 20% en la llegada de material desde Loma Negra, que necesitan 3 viajes de camiones por día y ahora disminuyó a 2. Para que la merma de Loma Negra, que registran hace alrededor de un mes, no afecte al cliente, en Hormiserv están trayendo cemento desde San Luis para cubrir el faltante, lo que por los costos del flete les disminuye las ganancias, apuntó Illanes. Aseguró que "no repercute en el precio porque estamos suplantando con la marca de San Luis”.
Por su parte, desde la empresa Loma Negra, el líder de Recursos Humanos Sebastián Rossi dijo que no está autorizado a hablar sobre qué pasa con la disponibilidad del cemento que producen y que la inquietud sería transmitida a Buenos Aires, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta. La cementera Loma Negra opera en San Juan desde los años ’60.
De Amalita a los cariocas
La historia de Loma Negra nace con la familia Fortabat. En 1926 el negocio se originó cuando Don Alfredo, su fundador, descubrió junto a las sierras de la estancia San Jacinto, en Olavarría, provincia de Buenos Aires, la existencia de piedra caliza. Esta piedra, materia prima fundamental para la producción de cemento, sirvió de lanzamiento para que en 1928 Alfredo Fortabat pusiera en marcha la primera fábrica en ese distrito bonaerense, ubicada en la localidad de Loma Negra, lo que le da nombre al negocio. Amalita Lacroze se casó con Alfredo en 1955 y ambos consolidaron el negocio. Durante la década del sesenta Loma Negra continuó con su expansión, sumando a su producción primero la fábrica de San Juan y en los ‘70 la de Zapala, en la provincia de Neuquén.
Esto le permitió a Loma Negra llegar a nuevos mercados, en el oeste y sudoeste del país, incorporando a su vez nuevos hornos en sus fábricas, que resultarían modelos de tecnología de avanzada, gracias a la inclusión de los primeros equipos computarizados del mundo para el control de los procesos industriales. En la década del 80, Loma Negra inauguró una planta en El Alto, Catamarca, que se considera modelo para la Argentina y el mundo. En julio de 2005 la compañía pasó a manos de nuevos accionistas: el grupo Camargo Correa, uno de los mayores grupos empresariales del Brasil desde 1939, que actúa en las áreas de ingeniería y construcción, cemento, calzados, siderurgia, gestión ambiental y textil. Las empresas que forman el grupo son Loma Negra CIASA, La Preferida de Olavarría SA, Hormigones Lomax, Recycomb SA y Ferrosur Roca.
