Por Silvi Pisani.
Después de esquivarla durante sus casi seis años de gestión, la guerra -aun cuando él evite la palabra por todos los medios- terminó por alcanzarlo.
El presidente norteamericano, Barack Obama, anunció anoche una campaña militar "firme y sin descanso" contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que busca crear un califato regido por la sharia en Medio Oriente, con ataques aéreos contra sus integrantes, "dondequiera que estén", fuera en Irak o Siria. Lo hizo en un discurso de 16 minutos, desde la Casa Blanca.
Al dar este giro en su forma de responder al desafío islamista, el presidente se esforzó por dejar en claro que esta ofensiva se abordará con una "estrategia diferente a la que tuvieron las guerras de Irak y de Afganistán".
Un matiz que justificó por la certeza de que "no habrá desplazamiento de tropas de tierra" en suelo extranjero y de que, en rigor, lo que hará Estados Unidos será "liderar" una "amplia coalición internacional" para atacar ese extremismo.
El cambio de fondo en el abordaje de la crisis deja abierta la posibilidad de ataques aéreos en Siria, algo a lo que el presidente se resistía. Precisamente el año pasado, presionado por el Congreso y por la opinión pública internacional, Obama desistió de atacar las bases militares del régimen de Bashar al-Assad, sospechado de usar armas químicas contra la población civil.
El anuncio, que pone a Obama en la línea de los presidentes que llevaron al país a abordar conflictos internacionales por medio de la guerra, llegó con una opinión pública mucho más abierta a aceptar esa posibilidad. Los videos en los que se mostró la decapitación a sangre fría de dos periodistas norteamericanos a manos de integrantes de EI fueron cruciales en ese cambio se sensibilidad. "Hay un cambio de ánimo, con un clamor mucho más fuerte para que se reaccione ante tanta crueldad", trascendió anoche de fuentes oficiales, poco antes de que Obama anunciara la decisión.
Obama intentó acotar los alcances de la decisión en un objetivo preciso, pero, aun así, no queda muy claro cuándo podría alcanzarse. "Hoy, con un nuevo gobierno en Irak, Estados Unidos liderará una amplia coalición internacional" para ejercer una campaña "firme y sin descanso" contra los miembros del grupo terrorista Estado Islámico", dijo el presidente al comenzar el discurso.
Unos 40 países aceptaron sumarse a la ofensiva contra el grupo que tiene en vilo a Irak y Siria.
Ese "esfuerzo" -Obama elude la palabra guerra- incluirá "ataques aéreos, allí donde quiera que estén" los integrantes del grupo, pero no el desplazamiento de tropas de tierra.
"Quiero que los norteamericanos entiendan que este esfuerzo será diferente de las guerras de Irak y de Afganistán. No incluirá la presencia de tropas norteamericanas de tierra en suelo extranjero", aclaró, en uno de los párrafos a los que la Casa Blanca dio especial atención.
Sí desplegará, en cambio, 475 soldados que entrenarán y apoyarán al ejército iraquí; su gobierno, además, equipará a los rebeldes sirios.
"Esta campaña se llevará a cabo mediante un esfuerzo firme y sin descanso por alcanzar a los miembros del grupo allí donde estén, usando para ello nuestro poder de ataque aéreo y nuestro apoyo a aliados con tropas en tierra", siguió.
Pese a que el objetivo no queda necesariamente claro, Obama afirmó que se trata de una estrategia que "ya dio resultados positivos" en Somalia y Yemen, donde drones de Estados Unidos vienen realizando ataques sorpresivos contra supuestos blancos terroristas.
Las palabras de Obama fueron el corolario de un a tarde atípica, en la que se filtró información cada vez más intimidante sobre las actividades y el poderío militar supuestamente en manos del grupo que se hizo fuerte en parte del territorio de Irak y de Siria. El listado incluyó la supuesta tendencia de armas químicas y supuestos planes para usarlas de modo focal en zonas de Estados Unidos, de acuerdo con un informe que difundió la cadena CNN.
"Se detectó información según la cual EI viene desarrollando planes para producir esas armas químicas en pequeñas granadas que podrían usarse en medios cerrados, como, por ejemplo, una estación de subterráneo", dijo el informe.
Pero, en rigor, lo que sí tuvo impacto en el ánimo de la población fue la información que trascendió no tanto por televisión, sino por las redes sociales. Entre otros, los videos completos de la decapitación de los periodistas Jim Foley y Steven Sotloff. "Esto es para vos, Obama", decía el verdugo, antes de proceder al sangriento ritual con un cuchillo.
Antes de su intervención, Obama hizo saber a los legisladores que tenía poder para decidir los ataques. Pero que, de todos modos, pedía colaboración, sobre todo, para lograr la aprobación de una partida de más de 500 millones de dólares para entrenar y equipar a rebeldes sirios "moderados".
En igual dirección, el secretario de Estado, John Kerry, de visita sorpresiva en Bagdad, anunció un plan para reorganizar el ejército iraquí, cuyos efectivos sí tendrán responsabilidad en el frente de tierra..
El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció esta noche que su Gobierno ampliará la campaña que mantiene desde hace poco más de un mes contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Iraq y Siria con más ataques aéreos, y el envío de 475 militares más para entrenar, asesorar y equipar a las fuerzas iraquíes y kurdas.
En un discurso a la nación desde la Casa Blanca, Obama subrayó que en ningún caso esta operación requerirá tropas de combate en suelo iraquí: "No nos dejaremos arrastrar a otra guerra terrestre en Iraq, pero nuestros militares son necesarios para apoyar a las fuerzas iraquíes y kurdas", dijo.
Estados Unidos extenderá su campaña, hasta ahora concentrada en el norte de Iraq, hacia cualquier posición yihadista que requiera ser derribado. De esta forma, se busca que las fuerzas iraquíes y kurdas puedan recuperar territorio frente al avance del EI.
"Conduciremos una campaña de ataques sistemáticos contra estos terroristas. Trabajando con el Gobierno de Iraq, ampliaremos nuestros esfuerzos más allá de proteger a nuestro personal allí y de las misiones humanitarias, de manera que atacaremos a los objetivos de EI al tiempo que las fuerzas iraquíes lanzan sus ofensivas", explicó Obama en un discurso de apenas 15 minutos.
En el marco de estos esfuerzos, Obama ha delegado en su secretario de Estado, John Kerry, la autoridad para hacer uso de una dotación de 25 millones de dólares en artículos y servicios de defensa para ayudar de manera inmediata al Gobierno de Iraq y a las fuerzas kurdas frente al avance del EI, informó poco antes del discurso el Departamento de Estado.
Estados Unidos ha esperado para ampliar su campaña en Iraq a la formación del nuevo gobierno, liderado por el primer ministro Haider Al Abadi.
Obama ha querido subrayar hoy en su esperado discurso a la nación que estas campañas contra los yihadistas no embarcarán a las tropas estadounidenses en otra nueva guerra en Medio Oriente. "Quiero que el pueblo estadounidense entienda que este esfuerzo será diferente de las guerras en Iraq y Afganistán. No desplegaré tropas estadounidenses en suelo extranjero", dijo.
Estados Unidos ha efectuado desde el comienzo de su campaña en el norte de Iraq, el 8 de agosto, 154 ataques aéreos con bombarderos, cazas y aviones no tripulados con el objetivo de facilitar el avance de tropas del Ejército iraquí, de los 'peshmerga' kurdos y milicias tribales frente al EI.
"Esos ataques han protegido al personal estadounidense y sus instalaciones, han acabado con combatientes del EI, destruido armas, y dado espacio a las fuerzas iraquíes y kurdas para recuperar territorio clave. Estos ataques han ayudado a salvar la vida de miles de hombres, mujeres y niños inocentes", destacó Obama en su alocución.
Las Fuerzas Armadas estadounidense han destruido en poco más de un mes 212 objetivos, entre ellos un puesto de mando y 88 vehículos armados de los yihadistas; su dominio aéreo ha permitido que los cazas estadounidenses hayan efectuado sus ataques y lanzado más de 300 toneladas de ayuda sin sufrir bajas o accidentes.
Apoyo a la oposición Siria
Obama también pidió al Congreso que le conceda "autorización y recursos adicionales para entrenar y equipar" a la oposición siria, alegando que ellos eran el "mejor contrapeso" a los combatientes del EI que ya controlan enormes territorios en Iraq y Siria.
"En la lucha contra el EI, no podemos confiar en el régimen de (Bashar al) Asad, que aterroriza a su propia población, un régimen que nunca recuperará la legitimidad" que perdió, dijo Obama.
Según el presidente, la nueva estrategia será más parecida a la utilizada por Estados Unidos en Yemen y en Somalia, apoyada en ataques aéreos puntuales y el uso generalizado de aviones no tripulados (drones).
Funcionarios estadounidenses rehusaron estimar cuando comenzarían los ataques en Siria o cuáles serían los objetivos prioritarios de la estrategia anunciada esta noche.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció que su Gobierno emprenderá ataques selectivos contra posiciones del Estado Islámico (EI) dentro de Siria, convencido de que es necesario atacar al grupo yihadista "dondequiera que estén".
En un discurso desde la Casa Blanca, Obama anunció que ampliará a territorio sirio la campaña de bombardeos que inició hace un mes contra posiciones de la milicia yihadista en Irak, un paso que desde hace semanas reclamaba gran parte del Congreso y la comunidad de inteligencia estadounidense.
"Perseguiremos a los terroristas que amenazan a nuestro país dondequiera que estén. Eso significa que no dudaré en tomar acción contra el EI en Siria, así como en Irak", señaló Obama.
"Este es un principio fundamental de mi presidencia: si amenazas a Estados Unidos, no encontrarás un refugio", agregó.
Poco antes del discurso de Obama, un alto funcionario estadounidense describió a los periodistas el plan para atacar al EI en Siria y subrayó que aún no hay una fecha decidida para el inicio de los bombardeos en ese país.
"Vamos a hacer ataques aéreos en Siria en el momento y lugar que consideremos apropiado", aseguró el funcionario, que pidió el anonimato.
La Casa Blanca está "trabajando con el Departamento de Defensa para desarrollar opciones" sobre cómo atacar al EI en Siria, un proceso que llevará "tiempo" pero que no debe "hacer dudar" de la determinación de Obama para atacar al EI "en ambos lados de la frontera", señaló la fuente.
Otra alta funcionaria añadió que, hasta ahora, el EI "se ha estado moviendo con impunidad a través de la frontera" entre Irak y Siria, y "una pieza esencial" de la nueva estrategia de Obama es "limitar esa libertad de movimiento".
Aunque EE.UU. ha evitado hasta ahora intervenir en Siria por temor a que sus esfuerzos beneficien al régimen de Bachar Al Asad en el conflicto que vive el país, la Casa Blanca cree que sus ataques en ese territorio "no proporcionarán ventaja" al líder sirio, que también combate por su cuenta al EI, indicaron las fuentes.
Las fuentes precisaron que no esperarán a que el Congreso apruebe la solicitud de Obama para que le autoricen a entrenar y equipar a la oposición siria para emprender los ataques selectivos.
"No vemos la autorización para entrenar y equipar como un requisito previo para los ataques", señaló la citada funcionaria.
Explicaron, además, que esperan que otros países se unan a la ofensiva mediante el despliegue de sus propios ataques selectivos en Irak y Siria o el entrenamiento a rebeldes sirios.
De eso tratarán parte de las conversaciones que mantendrá este jueves el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, cuando se reúna en Yeda (Arabia Saudí) con representantes saudíes y de Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin, Omán, Catar, Jordania, Egipto y Turquía, según indicaron.