Los trabajadores de la División Chuquicamata advierten que sus proyectos están atrasados y que de no avanzar el yacimiento podría quedar sin producción hasta unos 8 años, por eso la urgencia de explotar las fases 51 y 52 del rajo, mientras se espera la mina subterránea.
El presidente del Sindicato Número 3, Hernán Guerrero, aseguró que “las decisiones se deben tomar luego, porque de lo contrario pasarán siete u ocho años en los que la División quedará sin producción”.
Si bien presenció la firma del proyecto de ley de capitalización de Codelco, realizado hace dos semanas en la Casa Matriz de la estatal, Guerrero no tuvo mayor contacto con Nelson Pizarro y por eso mismo es que pide su visita para que entregue una pronta definición sobre la materialización de las fases 51 y 52. “Al menos en dos meses”, indicó.
Otra de las inquietudes de los trabajadores, agrupados en cinco sindicatos, es el proyecto Quetena, también denominada fase 10 de la Extensión Norte Minera Sur (ENMS). “Se necesita explotar estas fases, porque le dan viabilidad a Chuquicamata durante su transición a subterránea”, sentenció Guerrero.