Ante la reacción de algunos sectores políticos que criticaron la construcción de una estación espacial china en la provincia, ayer el gobernador Jorge Sapag dijo que estas observaciones nacen “de la ignorancia y el desconocimiento”.
Los cuestionamientos al proyecto que está en marcha en Bajada del Agrio surgieron en los últimos días de parte de referentes de la oposición a nivel nacional, por el supuesto “uso militar” que podrían tener las instalaciones.
El mandatario neuquino precisó que se trata de una inversión de 400 millones de pesos en una antena de comunicaciones y que no entendía cómo esto puede “servir para lanzar o dirigir misiles”.
Aclaró que para desarrollar este tipo de actividades harían falta miles de millones de dólares y que de lo que se trata en este caso es de “una humilde antena que va a al espacio remoto, que puede comunicarse con la Luna y con Marte. No hay que hacer especulaciones de tipo militar cuando no se conoce el lugar”.
Fines pacíficos
Sapag aseguró que “aquellos que hablaron no vieron las obras civiles y las bases de una antena de comunicaciones, simplemente es esto: fines científicos, pacíficos, de exploración del espacio ultraremoto”.
Indicó que este proyecto podría haberse desarrollado en Mendoza, Río Negro, La Pampa o Chile. “Se eligió Neuquén porque estamos en las antípodas de China y porque se sintieron cómodos para hacer esta inversión”, sostuvo el gobernador y aclaró que en el lugar “están trabajando 200 albañiles y después quedarán 10 científicos en la estación”.
Explicó que las tierras fueron cedidas en comodato, recordó que hay una antena igual que ya funciona en Malargüe y resaltó: “Esto es de uso pacífico, lo van a poder visitar las escuelas, las universidades y también va a haber turismo para aquellos que tengan interés en el espacio ultraremoto”.
El Senado de la Nación trataría hoy en sesión el proyecto de ley para aprobar el acuerdo de cooperación entre el gobierno nacional y China por la instalación de la estación espacial.