Por Marcela Pagano.
Tras el dictamen que logró ayer, el kirchnerismo se apresta a aprobar hoy en Diputados el proyecto oficial de canje de deuda. La iniciativa modificará el cambio de domicilio y el agente de pago. Así el Gobierno busca eludir el fallo del juez Thomas Griesa en el vencimiento de intereses del bono Par, que implican el desembolso de US$ 200 millones del 30 de septiembre. Fuentes oficiales revelaron a Clarín que el Gobierno se apresta a depositar ese monto en una cuenta del Banco Nación. “Una vez que se vote la ley se abre la cuenta y se deposita”. Nación Fideicomisos será el agente de pago que reemplazará al Bank of New York y los tenedores de bonos deberán presentarse en dicha entidad.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, entró ayer al anexo C de la Cámara de Diputados para participar del plenario de las comisiones de Presupuesto, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento, acompañado por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Con mejor humor que el que exhibió hace pocos días cuando defendió el proyecto de ley en el Senado, el ministro sorprendió a propios y ajenos con un cálido saludo, besos y abrazos para cada diputado que se encontraba en el recinto, incluidos los de la oposición.
Según confirmaron fuentes oficiales a Clarín, una vez que se sancione la ley, el Gobierno se apurará a depositar el monto correspondiente a los intereses de los títulos Par nominados en moneda extranjera y en jurisdicción extranjera en una cuenta que abrirá especialmente a tal fin en Nación Fideicomisos. La idea del Gobierno es exhibir voluntad de pago y evitar acusaciones legales de “default”. Así, cada bonista que llegue a reclamar el pago de sus intereses y que exhiba los comprobantes que demuestren que posee dichas tenencias, podrá cobrar el dinero a través del Banco Nación canjeando sus bonos por otros de jurisdicción nacional.
Pero tras la extensa exposición de los funcionarios en el Congreso, algunos aspectos quedaron inconclusos. Fue el caso de la consulta del representante de UNEN, Martín Lousteau (a quien cuando comenzó a hablar le lanzaron desde el escritorio de Héctor Recalde un “anda a votar la 125 vos”), que preguntó qué sucedería con los bonistas que no aceptaran canjear sus bonos Par nominados bajo ley extranjera por otros emitidos bajo ley local. “Corremos el riesgo de entrar en default y por decisión nuestra, ya que a los bonistas que no cambien jurisdicción, Nación Fideicomisos no les puede pagar”, dijo el ex ministro de Economía.
Zannini tomó el micrófono. “Esta ley tiene el objetivo de permitir que Argentina pueda cumplir más allá de la actitud de este juez (Griesa) y los buitres. Esto no es default, es un intento de pagar”.
Otro de las inquietudes que no fueron respondidas fue que actitud tomará Argentina si ante esta medida de cambio de domicilio de pago los tenedores de deuda activan la aceleración de pagos. Esa fue la pregunta del diputado del PRO, Federico Sturzenegger. Kicillof evitó dar una respuesta. Pero en el mercado financiero advierten que cobra fuerza el rumor de que sería inminente que aquellos tenedores de Par que no quieran canjear sus bonos para cobrar en el Nación, pidan la aceleración.
El kirchnerismo dice contar con los votos necesarios para pasar la ley (ver ‘El bloque K se aseguró votos inesperados’). Así, los diputados del oficialismo se garantizaron una mayoría con aliados y algunos opositores, como un radical que responde a Leopoldo Moreau y los tres neuquinos del MPN, entre otros. El texto ya recibió media sanción del Senado la semana pasada. Kicillof volverá el próximo lunes a la Cámara de Diputados para presentar el proyecto del Presupuesto 2015.
La Cámara de Diputados convertirá hoy en ley el proyecto que modifica el domicilio de pago a bonistas que ingresaron al canje. A partir de la votación y promulgación de esa ley, el Gobierno tendrá facultades para cancelar el contrato de pago a bonistas con el Bank of New York y arrancar las negociaciones para ofrecer como alternativa al fiduciario del Banco Nación una entidad financiera que les pague en Francia.
Ayer, Axel Kicillof y Carlos Zannini defendieron el proyecto en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Finanzas y Peticiones, Poderes y Reglamento. Al final de ese encuentro, que se demoró más de 5 horas, el kirchnerismo pasó a la firma el dictamen que se votará hoy en una sesión especial en el recinto de Diputados para la que el oficialismo tiene el número garantizado.
Ayer, Cristina de Kirchner le habló desde la Casa Rosada a la oposición como el Frente Renovador que va con un proyecto propio, el radicalismo que votará en contra o la Coalición Cívica que se abstendrá: "A los opositores les pido que repiensen sus actitudes, que piensen sus votos. Cómo puede ser que legisladores argentinos voten en contra del pago soberano: no estamos pidiendo que voten el default", les dijo, "recapaciten, por el país, por la historia y porque los argentinos merecemos buenos Gobiernos y buenas oposiciones".
Desde el Congreso, Elisa Carrió le contestó: "El proyecto enviado al Congreso nacional tendiente a modificar el lugar de pago a los holdouts lejos está de ser una solución. Por el contrario, dificultará aún más la posibilidad de llegar a un acuerdo y de finalizar para siempre con dicha problemática".
Kicillof dio algunas definiciones ayer en el plenario que anticipan lo que se escuchará hoy en la sesión de Diputados.
El proyecto busca dar una "solución definitiva a la reestructuración de manera total completa y definitiva de acá para adelante", dijo.
El ministro definió que los buitres tienen "un programa para atacar a la Argentina con la intención de cobrar 832 millones de dólares y obtener una ganancia del 1.600 por ciento".
"Los fondos buitre no operan solamente ante tribunales de Estados Unidos, sino que tienen estudios jurídicos y lobbistas para atacar al Gobierno, al Parlamento y a quien le parezca para cobrar 832 millones de dólares", lo siguió Julián Domínguez.
Kicillof resumió el mecanismo que llevó a esta crisis: "El negocio del señor Singer es comprar bonos en default por monedas, para después encontrar a un tribunal que le reconozca el total de la deuda".
El Gobierno llevó también a la reunión a un representante de los bonistas que ingresaron al canje.
Después de las explicaciones de la procuradora del Tesoro, Angelina Abbona, el abogado Tulio Zembo, representante de tenedores de deuda italianos que ingresaron a los canjes de 2005 y 2010, explicó que el fallo del juez Thomas Griesa "puso de rehenes a los bonistas en una situación en la que no tenemos nada que ver".
Sobre el proyecto alternativo al oficial que presentó el massismo el propio Kicillof definió: "Adolece de dificultades porque no da soluciones al primer problema del pago a los bonistas ante el vencimiento de septiembre; "así como está redactado explica cómo pagarles a los fondos buitre", "da una garantía temporal a los fondos buitre" y "es violatorio de la cláusula RUFO y es como poner por ley que estamos violando esa cláusula".