Qué dicen los contratos que debe aprobar el Senado. El gobierno niega que la base tenga fines militares.
El Senado de la Nación tratará en su próxima sesión el proyecto de ley que aprueba el acuerdo de cooperación entre el gobierno nacional con el de la República Popular China, para la instalación de una estación espacial en Neuquén. El acuerdo llegará envuelto en una polémica iniciada por legisladores opositores quienes, a contramano de lo anunciado por fuentes de Nación y del gobierno de Neuquén, plantearon dudas sobre el mismo.
Para el proyecto se firmaron tres acuerdos: uno entre la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC, por sus siglas en inglés); otro entre Conae, CLTC y Neuquén; y un acuerdo marco entre el gobierno chino y el argentino, que espera la aprobación del Senado. Están publicados en la página on- line de este diario.
La estación tiene por objetivo tareas de exploración lunar y seguimiento de satélites por parte de China, que ya posee dos plantas similares en el hemisferio norte. Para la construcción de la estación la provincia cedió en comodato a la Conae por 50 años un predio de 200 hectáreas en el Paraje Quintuco Pilmathue.
Las principales objeciones al proyecto -que ya obtuvo dictamen en la comisión de Relaciones Exteriores y Culto- son las eximiciones impositivas, el régimen laboral con el que se regirá el personal chino y la duda sobre si los empleados serán civiles o militares. Desde Neuquén, el secretario de Gestión Pública y Contrataciones, Rodolfo Laffite, le bajó el tono a la polémica y aseguró que la tecnología a instalarse es de tipo civil, aun cuando la agencia está subordinada a las Fuerzas Armadas de ese país. De todas formas el acuerdo tripartito, en su artículo 8, establece que las partes "mantendrán la confidencialidad en relación a terceros, respecto a la tecnología y actividades y programas de seguimiento, control y adquisición de datos".
Respecto de la eximición de impuestos, los convenios no involucran a la provincia. Las obligaciones que adquirió Neuquén son impulsar la emisión de "normas que provean un marco institucional y jurídico protector y beneficioso para el desarrollo normal del proyecto", ampliar la estación transformadora del EPEN en Las Lajas y mejorar las rutas provinciales 31 y 33. En contrapartida, la CLTC tenderá una línea de media tensión -que luego pasarán a la provincia- y construirá los cuatro edificios que integran el proyecto. La provincia le permitió adoptar los estándares de construcción chinos, que le darán al edificio un diseño típico del país. A la Conae se le asignará un uso del 10% por año de la estación.
"Es absolutamente mentiroso decir que hay fines militares". Con esas palabras, el senador sanjuanino por el Frente para la Victoria, Ruperto Godoy salió a negar que la base china que se está construyendo en Neuquén tenga algún fin ajeno al espacial.
Godoy explicó en Télam que se trata de un proyecto que "lleva adelante China, del cual Argentina va a ser parte, para poder llegar a la Luna en 2020".
El proyecto establece un acuerdo de cooperación entre el gobierno argentino y el chino para la construcción, establecimiento y la operación de una Estación de Espacio Lejano de China en Neuquén, en el marco del programa chino de exploración de la Luna, suscripto en Buenos Aires el 23 de abril de 2014.
El texto de la propuesta fue discutido el miércoles pasado en la comisión de Relacines Exteriores del Senado, donde recibió dictamen favorable, y se estima será llevado al debate en el recinto el miércoles 17 de septiembre, informó el senador del Frente para la Victoria por San Juan.
"Este acuerdo es absolutamente beneficioso para la Argentina, más de lo que fue el convenio firmado en 2009 con la Agencia Espacial Europea (ESA) para la construcción de una estación de apoyo en Malargüe (Mendoza)", explicó el legislador.
Godoy dijo que "de ninguna manera" habrá personal militar chino en la zona de la estación espacial del paraje Bajada del Agrio, en Neuquén, y precisó que sí habrá científicos de ambos países que trabajarán en forma conjunta.
Aseguró que "habrá beneficios para Argentina como la financiación por parte de China de una red de energía eléctrica para la zona" y puso como ejemplo el hecho de que en la base de Malargüe "la red de energía eléctrica la financió Argentina y en este caso la financia China".
"Esto forma parte de un plan de China que piensa en llegar a la Luna en 2020, ya que Estados Unidos abandonó ese proyecto, y nosotros desde acá vamos a colaborar. Se ha estudiado cuál es el lugar más conveniente, se pensó incluso en San Juan, pero como es zona sísmica se descartó", detalló.
El presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado se mostró sorprendido por las críticas de la oposición a la iniciativa al asegurar que implicará "inversión y trabajo" para Argentina y se recibirá "capacitación, formación e investigación científica" y que "de ningún modo implica una cesión de soberanía".
Explicó que la construcción de la base ya comenzó pero que aún China no participa de las tareas "ni ha traído material" debido a que se debe aguardar la aprobación de la propuesta por parte del Congreso.
Godoy especificó que la construcción de la construcción de la base insumirá 50 millones de dólares, mientras que la de Malargüe demandó 50 millones de euros aunque -aclaró- que las instalaciones de Neuquén "son mucho más amplias" que las de Mendoza.
El senador consideró que la política espacial argentina "siempre ha sido multipolar" y destacó que China haya elegido a Argentina para la instalación de esta nueva base ya que -informó- "Chile también se había postulado".
Precisó que el acuerdo implica que Argentina "provee territorio y a cambio recibe información y tecnología", y negó que el proyecto se concrete por fuera de la legislación argentina.
"Todo se va a manejar con nuestra legislación", enfatizó, y criticó a quienes "les preocupa que se haya elegido a Argentina y que sea China la encargada de la misión" porque esto pone de manifiesto "intereses contrapuestos"
El secretario de Gestión Pública de la provincia, Rodolfo Laffitte, rechazó el supuesto uso militar de la estación espacial que China construye en Bajada del Agrio, tras la polémica instalada a nivel nacional por dirigentes opositores. En paralelo, el proyecto fue respaldado por la Casa Rosada.
En declaraciones a LU5, el funcionario neuquino explicó que la central de seguimiento espacial que está en construcción es “similar a la antena que la Agencia Espacial Europea que está en Malargüe”.
Laffitte aseguró: “Neuquén cedió en comodato por 50 años las tierras en cuestión a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), que es la que firma el acuerdo con su homóloga china para la construcción de la central. Es un comodato igual al que se puede realizar habitualmente con otros organismos nacionales, por ese motivo el Poder Ejecutivo provincial está facultado a hacerlo sin necesidad de aval legislativo”. Agregó que en el caso mendocino, la Conae también es autoridad de aplicación del acuerdo entre Argentina y la Agencia Espacial Europea.
“Y al igual que sucede en Mendoza, la agencia espacial argentina tendrá disponible el uso del 10 por ciento del tiempo de antena disponible en la estación Malargüe para la realización de estudios propios”, dijo.
El proyecto en Neuquén es impulsado desde la Conae y la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites -China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC)-, en el marco de su programa espacial que incluye el envío de naves no tripuladas a la Luna. La estación neuquina permitirá un seguimiento desde la parte sur del hemisferio, que evitará conos de sombra y permitirá una comunicación constante con las misiones.
“Neuquén ni siquiera cedió la tierra a los chinos; es un trabajo y un acuerdo entre las agencias espaciales argentina y china. Neuquén se beneficiará con la generación de mano de obra en la etapa actual de construcción y luego, con la generación de turismo científico”, dijo el funcionario.
Sobre un eventual uso militar de la instalación, Laffitte explicó: “Son tecnologías distintas, pero es de sentido común entender que una antena que va a tener 35 metros de largo y que se va a ver a la distancia no sirve justamente para realizar ese tipo de actividades. Es evidente que hay personas que tienen un desconocimiento importante sobre el tema”.
“Una posibilidad descabellada”
El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, afirmó que la posibilidad de que la estación espacial china pueda convertirse en una base misilística “es absurda, descabellada y no resiste el menor análisis”. Precisó además que el proyecto “no tiene y no podría tener fines militares” por considerar que “una potencia militar y con un gran despliegue en relación a satélites de observación de la tierra no los necesitaría”.
Del otro lado, el senador nacional Fernando “Pino” Solanas, consideró: “La Argentina vuelve a negociar a espaldas de los ciudadanos, como hizo con Chevron. Esta es una peligrosa operación de entrega de nuestra soberanía que el Gobierno quiere hacer aprobar en forma exprés”. Sin conocer los acuerdos firmados, que son de acceso público, Solanas señaló: “China podrá hacer el seguimiento de la actividad aeroespacial y misilística”. De todos modos, insistió en que “se desconoce la extensión de las tierras otorgadas; el monto total de inversión; si hay impacto ambiental; y el organismo del gobierno provincial a cargo de la gestión”.
“Esto forma parte de un plan de China que piensa en llegar a la Luna en 2020, ya que Estados Unidos abandonó ese proyecto, y nosotros vamos a colaborar”, indicó el titular de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Ruperto Godoy.