Nivaldo Rojas, presidente Rojas & Asociados, destacó el buen inventario actual de la minería en la Argentina. “En 1985, había tres minas en el país y una serie de minas antiguas o depósitos de cierta consideración, pero también existía una información importante en el Oeste del país, producto de los planes gubernamentales Hoy ha cambiado, se nos llenó la cancha, tenemos un montón de depósitos metalíferos a lo largo de la Cordillera, la Patagonia se llena de nuevos depósitos y hay 13 minas en producción”, señaló en su exposición en Argentina Mining 2014.
Para que un proyecto se convierta en mina, Rojas enumeró las condiciones: una geología favorable en la zona, un contexto económico favorable, una comunidad y una empresa consciente del medio ambiente, una legislación que permita el desarrollo, acompañamiento gubernamental y que la empresa tenga una RSE fuerte.
“Tenemos minas metálicas en acción, San José, Alumbrera y Pirquitas. Proyectos avanzados o de alta probabilidad, porque entre el cúmulo de investigaciones producidas por las empresas en los últimos 20 años existen varios números que analizar. Un montón de depósitos de cobre, oro y molibdeno, otros más de oro y plata, y tal vez menos de plomo y zinc. Los depósitos de oro y plata están en Salta, La Rioja, San Juan, Mendoza y Santa Cruz, provincias con potencial interesante”, precisó
“Los de cobre están en Salta, Catamarca y San Juan, y Mendoza tiene la oportunidad histórica de transformarse en uno de los grandes jugadores de estas ligas; proyectos de plata y zinc hay más bien en el norte. En cuánto contribuyen en valor in situ y recurso metálico, los de cobre 84, oro 11% y plata el 4%”, detalló el empresario.
Con respecto a las provincias con mayor potencial minero metalífero, Rojas menciona a Jujuy, Salta que es segunda en valor comparado y Catamarca “que está en bajada en cuanto a reservas minables pero con potencial atractivo en Agua Rica y no debe ser apartada a pesar de no tener un reemplazo importante. En La Rioja, existe potencial que ha sido postergado por la falta de poder del Gobierno de poder negociar con las comunidades. En San Juan, se ha desarrollado la mayor cantidad de depósitos. Representa más del doble de lo que tiene Salta, pero está explotando minas de oro que tienen corta vida. ¿Cuál será el reemplazo en San Juan? El Pachón, Los Azules, Josemaria, quizás. Las autoridades de San Juan deben tomarlo en cuenta para la atracción de nuevos capitales. Mendoza se ha quedado atrás, yo escucho que hay bastante movimiento en la banca de los jugadores mendocinos y espero que desarrolle alguno de los proyectos. No cosas pequeñas, me gustaría que anunciaran el desarrollo de La Cabeza (oro), San Jorge y la investigación a fondo de Papagallo. Neuquén tiene potencial, no es tan importante, pero ha estado con una política de atracción de inversiones. En Rio Negro, tenemos algunos proyectos no han podido avanzar por impedimentos relacionados a reservas que no tienen razón de ser. Chubut, donde se dio el caso más emblemático de acción de la comunidad en contra de una mala política empresarial, está por despertar con Suyai pero existen otros depósitos más hacia la Meseta. Santa Cruz tiene muchos yacimientos, pero no incide tanto en el contexto general”, precisó.
Según Rojas, “el futuro de la minería argentina está ligada a los pórfidos de cobre, oro y molibdeno. A pesar de todo lo que está pasando, se ha puesto en operación Cerro Negro, Lomada de Leiva, se consolida la mina subterránea de Casposo, Bajo El Durazno, el litio de Olaroz. Si tenemos 15 operaciones funcionando, cualquiera podría decir que el crecimiento argentino en materia de minería ha sido espectacular, pero no, porque hemos pospuesto Pachon, hemos aplazado Agua Rica, hemos demorado Pascua Lama por culpa de Chile quizás, pero qué hemos hecho nosotros por el proyecto. Se politiza San Jorge y Paramillos en Mendoza, se aborta PRC, quedan en el limbo Los Azules, Taca Taca, el Altar, y se ralentizan las operaciones existentes”
Rojas propuso como cuestiones prioritarias lograr que Mendoza y La Rioja salgan de su letargo político respecto a la actividad, que el gobierno nacional tome el rumbo que le imprimió la Ley de Inversiones Mineras, que se revisen los valores para conservar áreas mineras, que se liberen áreas de reservas provinciales, que se termine con el matonaje sindical y las presiones sobre las empresas”, concluyó.
