El ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, informó el viernes que hasta 2018 se ejecutará una inversión aproximada de 1.860 millones de dólares en generación y transmisión de energía eléctrica, con el propósito de posicionar al país como centro energético de la región.
En una rueda de prensa, precisó que los 1.860 millones de dólares presupuestados serán la suma de los proyectos ejecutados entre los años 2010 y 2018.
"Si sumamos los proyectos desde 2010 hasta 2018, los proyectos que actualmente han sido ejecutados y otros que están en ejecución, tenemos una inversión de 1.860 millones de dólares que se invertirán", remarcó.
Recordó que en 2010 el Gobierno comenzó la nacionalización de las empresas eléctricas, capitalizadas en periodos neoliberales, debido a la baja inversión en generación y transmisión eléctrica.
Así, Sosa reportó que entre 2010 y junio de este año se invirtieron 438 millones de dólares para generar 377 megavatios, y 135 millones de dólares en el tendido de 767 kilómetros de líneas de transmisión a nivel nacional.
De acuerdo con datos oficiales, hasta 2012, la cobertura del servicio básico eléctrico en el país llegó al 96%, en el área urbana, y al 59% en el sector rural.
El Ministro de Hidrocarburos explicó que hasta 2020 se prevé tener una potencia en el Sistema Interconectado Nacional de 3.000 megavatios y una demanda interna de 2.000 megavatios, lo que arrojaría un excedente de 1.000 megavatios para exportar a países vecinos.
Hasta junio último, precisó que la capacidad efectiva de potencia en el SIN ascendió a 1.490,8 megavatios y la demanda máxima registrada el primer semestre en el mercado interno fue de 1.196 megavatios, dejando una reserva excedente promedio de 294,8 megavatios.
Sosa recordó que el pasado 27 de agosto se suscribió un primer memorándum de entendimiento con el Gobierno de Argentina, para comenzar las negociaciones sobre el intercambio de energía eléctrica entre ambos países.
Dijo que el memorándum establece "las bases para el intercambio de energía eléctrica" entre Bolivia y Argentina, en el marco de una política de integración energética regional.