La ruta 150 es una hermanita pobre en el esquema vial del sur provincial. Mientras se discuten temas de infraestructura como la 188, las prolongaciones de la 40 y la conectividad con los pasos fronterizos de Pehuenche y Las Leñas, esta vía brilla por su ausencia. Sin embargo, sus potencialidades merecen posar la mirada y plantear su necesidad, en vista de que ofrece soluciones y alternativas para el desarrollo en diversos puntos, desde el turismo hasta la conectividad productiva y de transportes. 

Su recorrido se inicia en la Rotonda de la Virgen, en el distrito de Las Paredes, y llega hasta la intersección con la ex ruta 40, que pasaba por el coronamiento de la presa Agua del Toro, hoy ruta provincial 101. En su trayecto hacia el oeste, transita por un camino muy pintoresco y permite llegar hasta el embalse, inaugurado en 1982, que se alimenta con el caudal del río Diamante, y es el segundo en tamaño de la provincia. En ese lugar nace el cañón del Diamante, considerado por algunos como la joya turística del mañana para el departamento.

En su traza, atraviesa la Villa 25 de Mayo, un desvío rumbo sur hacia la ruta nacional 144 y Sierra Pintada, pasando por el dique Galileo Vitali. Lugo está el desvío hacia la presa el Tigre, la presa Los Reyunos y el cañón del río Diamante. Siguiendo su recorrido, a pocos kilómetros de la estación transformadora río Diamante hay un atractivo turístico, el Salto Colorado. Esto habla a las claras de su potencial turístico. El cañón del Diamante es un lugar del que se habla mucho como potencial de desarrollo, y en este caso la 150 sería un aliado crucial. 

Desde el punto de vista de la conectividad logística y el transporte, tiene la sustancial ventaja de evitar la Cuesta De Los Terneros de la 144. En consecuencia, el tránsito de las cargas en dirección al paso Pehuenche, el futuro paso Las Leñas y la ruta 40 sur sería más ágil, más rápido y menos riesgoso.

En síntesis, la 150 crearía un circuito turístico en el cañón Del Diamante, conectaría la ciudad de San Rafael en forma directa con la ruta 40, sería el corredor más rápido para el tránsito de carga pesada y transporte de pasajeros hacia los pasos fronterizos Pehuenche y Las Leñas y, por si fuera poco, mejoraría y desarrollaría el oeste del departamento en sus actividades propias. 

Vale la pena entonces ponerla en la agenda pública, pensar en sus potencialidades y sumarla a las obras que están en discusión por estos días. Se habla de la 188, de la 40, del paso Las Leñas y el Pehuenche, de la 180 y la 143. Es oportuno incluir la 150 en el debate, en el que es necesario ser protagonistas y propositivos, más que observadores a la espera de que los beneficios lleguen solos.